Harry.

Track 7

— Sabes, me siento ligero.

— ¿Ligero? —Niall soltó su pluma y dejo sus apuntes a un lado para girarse hacia su amigo.

— Si, me siento ligero, sin un peso de encima —murmuro recargando su mejilla sobre una de sus manos—. Es como, yo de verdad estaba feliz pero un tiempo me sentí muy presionado y cansado. Esto ha sido como un respiro, doloroso pero ya no siento que me asfixio.

Y era verdad, Harry no sentía ya una opresión en el pecho, su corazón aun dolía y algunas noches tenía algún tipo de crisis y se ahogaba en llantos, pero cuando lo pensaba mejor, sabía que estaba bien así.

— Me alegra oír eso, la cosa es lenta pero saldrás de esto lo prometo —le sonrió llevando su mano hacia su hombro dándole un ligero apretón.

Harry asintió a las palabras de su amigo. Sin evitar pensar en cómo Louis había rodeado sus hombros días antes.

Sacudió su cabeza y volvió la vista a sus apuntes. — La verdad es que me ha ayudado bastante salir con ustedes, a pesar de que al principio todo lo relacionaba con Nicholas.

Niall rió restándole importancia. — Esta bien, amigo, todos hemos pasado por eso. Liam es el peor, así que está bien.

— ¿Liam? —pregunto casi asustado, el jamás lo había visto así.

— Esta bien, tú estabas entre la miel, no había porqué molestarte.

— Pero... —paso una mano por su cabello ahora sintiéndose culpable, mal amigo.— Entonces ahora si me merezco que cancelen últimamente.

— ¿Cancelar?

— Uh, sí. Estos días que Louis y yo hemos estado saliendo, a pesar que soy solo yo, él no cancela los planes.

— Espera —el movimiento de Niall fue brusco girándose hacia él— ¿Tú y Louis han estado saliendo solos?

Harry se le quedó mirando antes de asentir con confusión, apenas iba a preguntar porque sonreía así cuando segundos después escucho la voz de Liam y Louis inundar la biblioteca, junto a un sonoro sh de la bibliotecaria. Sonreían con ganas, cuchichearon dos segundos más entre ellos antes de ir hasta su mesa en silencio, Louis se sentó frente a él, inexplicablemente le hizo sonrojarse.

Sus amigos rápidamente se enfrascaron en una plática sobre qué hacer el próximo sábado. Harry apenas había asentido cuando Louis le pregunto lo que fuera. Pero no supo por qué el ceño fruncido de Louis estaba ahí está vez.