Minseok decide ir de vacaciones a China a cumplir su sueño de vivir una aventura. Esa aventura llega en conjunto a un guapo chino que le habla en coreano, se enamoran perdidamente mientras deciden comenzar a vivir la vida de la mejor manera, viajand...
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Dos semanas en base a besos escuetos y clandestinos dejaron el corazón de Minseok derretido. Le gustaban las conversaciones con café helado junto a Luhan en medio de alguna exposición de arte o museo. A pesar de que gran parte de su itinerario se hubiese cambiado gracias a la presencia de cierto muchacho chino, Minseok no podía evitar sonreír al sentir sus manos cruzadas.
Le gustaba sentir la sensación de los dedos callosos entrecruzados con los suyos. Le gustaba sentir el aroma a café y rosas que tenía el muchacho todas las mañanas y a pesar de que se sentía flotar cuando sus lenguas chocaban sentía que todo estaba pasando demasiado rápido.
Demasiado rápido para decirle amor.
Por eso, había decidido solamente vivir el momento con el muchacho. No quería ponerle nombre por miedo a que su corazón fuese a ser atacado brutalmente por su mente. Así que en esos momentos mientras salían de la cafetería tomados de la mano no pudo evitar sonrojarse al sentir los labios del chino sobre sus mejillas.
Ya eran las once de la noche y estaban demasiado cerca del departamento del chino como para pensar en que podría volver a su destartalado cuarto que arrendaba.
– ¿Vamos por una copa? – Preguntó Luhan en un susurro, estaban en medio de la oscuridad del lugar, evitando los carteles luminosos de las calles.
Sabía lo que significaban aquellas palabras, sería unas horas en un bar, tal vez otro par de besos clandestinos para luego ser dejado en un taxi. Todo para llegar a su cama y quedarse mirando el techo pensando que hacía el chino en esos momentos. Gracias a eso, un pensamiento se coló en sus acciones haciendo que simplemente moviera su cabeza de izquierda a derecha.
– Creo que sería una buena idea que fuese en tu departamento por aquella copa.
El brillo en los ojos de Luhan solo lo hicieron sonreír mientras mantenían las manos entrecruzadas sin importar las miradas sorprendidas de la gente al caminar. Minseok no podía dejar de pensar en el chino cuando entró al lugar lujoso al cual muchas veces ya había entrado.
Aunque esta vez se sentía diferente.
Porque sus intenciones eran diferentes.
Miró atentamente al chino caminar hacia su refrigerador para tomar una champaña y abrirla con habilidad. Sirvió dos copas y al primer sorbo el coreano sintió como las burbujas viajaban en todo su cuerpo.
Podía sentir el nerviosismo de la situación con las burbujas en su estómago, su mente y su corazón. Cegado por las sensaciones del momento dejó con cuidado la copa vacía en una de las mesas y caminó hacia la habitación del chino.
Sus ojos fueron invitación suficiente para Luhan, especialmente mientras tomaba con cuidado su chaqueta para dejarla caer rápidamente en el suelo. Tenía una mezcla entre nerviosismo y excitación por todo su cuerpo al ver que el chino se acercaba lentamente a él.
El sabor a café y champaña inundaron todos sus sentidos al chocar sus labios. Podía sentir a Luhan en todo su cuerpo, desde la sensación de temblores en todo su cuerpo, hasta las grandes manos en su cintura que los acercaba más y más.
Podía sentir sus pechos chocar mientras su beso se profundizó. La blanda cama lo recibió mientras rápidamente abría las piernas para recibir el cuerpo del chino.
Gemidos y jadeos inundaban el lugar. Ambos estaban totalmente extasiados en el cuerpo del otro. Se sentían ardientes y desesperados ante el lento toque del chino, quien se dedicaba lentamente a besar y lamer cada centímetro de su cuerpo.
Podía sentir la humedad de su lengua en todo su estomago dejándolo más nervioso porque estaba más cerca de su pantalón. A pesar de que sentía como su cuerpo reaccionaba más y más a la cercanía del otro, tomó un puñado de cabello del chino para besarlo.
Era un beso rudo y lleno de pasión que lo dejó jadeando al sentir la erótica lengua del chino por toda su boca. Sus manos rápidas comenzaron a desvestirse ambos sintiendo la dureza y la suavidad de sus cuerpos.
Podía sentir como el sudor comenzaba a crear una capa por todo su cuerpo por la temperatura del momento, especialmente cuando pudo sentir la mano de Luhan en su miembro comenzando a toquetearse de manera lenta. Podía sentir lentamente cómo creaba una ficción deliciosa que lo hizo jadear hasta casi llegar al éxtasis.
Una simple preparación y unos cuantos quejidos de dolor bastaron para que Minseok comenzara a gemir desesperadamente el nombre del chino. Podía escuchar el sonido de sus cuerpos chocar de manera desenfrenada y la forma en que su cuerpo tomaba vida propia haciendo que se acercaran más. Y a pesar de que no quería ponerle un nombre a toda esa aventura, no pudo evitar pensar en lo bien que se sentía besar los labios del chino mientras ambos gemían sus nombres al llegar al clímax.
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El próximo sábado la continuación, espero sus comentarios <3
