12. No hay primera sin segunda

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¨¿Te gustaría repetirlo?¨

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¨¿Te gustaría repetirlo?¨

El corazón de Jongdae golpeaba fuertemente en su pecho y su estómago se apretaba en excitación en el momento que vio una notificación en los mensajes de su teléfono.

Era una señal divina donde podía dejar de sentir esa soledad que había arrasado su corazón y su cuerpo desde que había salido de esa habitación de hotel. Eran simples palabras, algo corto y sincero, pero que no dejaban de tener la potencia avasalladora que sentía.

¨Por supuesto¨

La ubicación de un departamento en la zona más costosa de Shangai le dio la clave que necesitaba para saber si esta vez iba a ser la misma sensación dominante de volver a estar con ambos hombres. No sabía bien qué es lo que estaban haciendo, a qué juego extraño estaban gustando.

Pero, en esos momentos solo pensaba en estar nuevamente entre sus sábanas.

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El tocar el timbre del pequeño departamento fue un poco intimidante. Había comprado una botella de vino para no llegar con las manos vacías.

Detrás de la puerta apareció Minseok con lo que parecía ropa de casa. Una camiseta grande de algún equipo de fútbol que no reconoció era lo único que podía ver en el hombre al ser un poco más larga de lo usual.

— Que bueno que llegaste Jongdae, entra — saludó con un escueto beso en la comisura de su boca.

Nervioso entregó la botella de vino admirando cada detalle perfecto de la decoración del lugar. Era lo más elegante y sofisticado que había visto en su vida. Podía reconocer algunas pinturas de Minseok en las murallas con algunas lindas fotografías en blanco y negro de ambos hombres posando como si fuera para una revista de moda.

Era imposible negar la química que podían demostrar a través de simples fotografías. Sin contar con lo guapos que eran ambos era casi para dejarlo sin aliento.

El piso de madera brillaba perfectamente y los muebles clásicos daban un toque que podía ver en las revistas de decoración.

— ¡Jongdae llegaste! — la voz de Luhan irrumpió su hilo de pensamientos. Allí estaba el hombre tan imponente como siempre, con la camisa abierta y los pantalones de vestir un poco sueltos.

Era extraño que luego de verlos tan bien vestidos la última vez, se sintiera mucho más a gusto con esa ropa más casual y casi hogareña de ambos hombres.

Un beso escueto en sus labios lo volvió a interrumpir. Nunca esperó que el chino fuese el que dejará su mano en su cintura para profundizar el beso. Siempre era lo mismo, se sentía derretir ante esos labios, las manos poderosas del hombre y el calor expandiéndose en todo su cuerpo.

— Anda, siéntate. Minseok preparó pasta fresca hoy — Sonrió coqueto tomando un par de copas de uno de los estantes.

El vino y la conversación se le subió a la cabeza. La comida estaba deliciosa y disfrutó de la complicidad que tenían ambos hombres con él. Le gustó sentir la mano posesiva de Luhan en su pierna mientras Minseok le daba escuetos besos en la mejilla como si fueran una pareja.

Era extraño, porque a pesar de que el sexo la vez anterior había sido brutalmente bueno, le estaba gustando demasiado esa complicidad que habían comenzado a crear.

Con la cocina impecable y la música sonando en el estéreo pudo sentir cómo su cuerpo se calentaba nuevamente. Minseok lo sentó rápidamente en el sillón blanco de cuero para dejarse caer en su regazo.

Allí sintió que el mayor efectivamente estaba totalmente desnudo bajo la polera de fútbol. No pudo registrar más información en su cerebro cuando esa boquita dulce comenzó a besarlo. Los perfectos labios arrasaron con toda su boca, la forma casi gatuna de saborear su interior creando chasquidos casi obscenos. No era normal besar así, era ansiedad casi animal.

Un gemido lo sorprendió abriendo los ojos. El hilo de saliva de sus bocas le hizo gracia, pero fue mucho más excitante ver cómo Luhan estaba lubricando a Minseok.

Se había aprovechado de la escasa ropa que tenía el coreano para comenzar a toquetear su entrada y no quiso quedarse atrás para volver a tomar los bonitos labios rosados entre los suyos comenzando a apretar esos bonitos muslos. Se veían perfectos para ser besados y mordidos pero en esos momentos se concentró en tocar y conocer aún más el cuerpo del otro.

— Ahh — Gimió Minseok nuevamente rompiendo su beso.

A través de los ojos se conectó con el deseo de Luhan. El deseo que tenía por ambos hombres era tan fuerte como la hoguera, sentía la calidez de ambos hombres y cómo sus manos eran necesarias para poder explicar lo que estaban sintiendo y experimentando.

Aún con sus manos en los perfectos muslos de Minseok siguió subiendo para poder tocar el sexo de Minseok con sus manos. La humedad que lo recibió fue lo suficiente para comenzar el vaivén de arriba hacia abajo y escuchar cómo los jadeos aumentaban a gemidos.

— Eres perfecto de tocar Minseok — jadeó al ver como Luhan comenzaba a entrar en Minseok. Había algo casi místico en ver cómo el chino poseía al mayor, era lo mejor que podía ver en toda su vida. Incluso si él no estuviese tocando el miembro del coreano era una imagen sublime y perfecta de gozar. La suavidad de la piel de Minseok lo recibió mientras volvía a presionar el miembro de Minseok saboreando nuevamente su boca.

Esa boca era su maldición, aunque no podía decidir cual beso era mejor, si los necesitados de Minseok o los potentes de Luhan. Aún chupando la lengua de Minseok pudo ver el perfecto espectáculo que era él llegando al clímax. Mejillas sonrojadas, labios irritados y mirada perdida.

Tras él Luhan seguía con la camisa abierta y parte de los pantalones en las piernas, pero al salir de allí se dio cuenta que aún no llegaba a la liberación.

La mirada fue lo único que necesitó para tomar del cuello a Luhan y besarlo fieramente. Aún estaba duro y él lo necesitaba en su interior. No duró mucho en el juego previo entre ambos hombres besando su cuerpo y sacando su ropa con desesperación.

Grito de satisfacción al sentir el miembro de Luhan en su interior. No había condón y la sensación de la piel aterciopelada en su interior era demasiado buena para ser verdad. Las embestidas fueron perfectas y directas a su próstata. Los gemidos lo volvieron loco hasta que lo sintió derramarse en su interior y así relleno se vino.

La respiración agitada, el sudor en sus cuerpos y restos de semen en sus cuerpos sobre el sillón de cuero los hizo sonreír.

— ¿Qué les parece un rato en la tina de hidromasajes? — Preguntó Luhan golpeando su trasero.

No se perdería aquello por nada del mundo. 

🌸

🙈 a qué no se esperaban otro sucio capitulo de estos? Ay dios mio la gente va a creer que soy una pervertida por escribir estas cosas. Espero que les guste, recuerden que esta historia no es ellos teniendo un trio, sino que se van a desarrollar sentimientos. 

Espero sus comentarios y votitos <3 Nos leemos!! 

Tres no son multitud II LuXiuChen (Poliamor) EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora