Voluntarios (Los Juegos del Hambre) [Editando]

Capítulo 16: El Distrito 1

P.O.V Katniss

Subimos al tren. Nos sentamos, como siempre, en el primer vagón al que nos subimos. Yo personalmente aún estoy un poco nerviosa por el hecho de que lo que hagamos ahora puede causar la muerte de nuestras familias, mis manos tiemblan y mi respiración está un poco más agitada de lo normal. Al parecer Peeta lo nota.

- ¿Quieres ir a otro vagón para hablar? - Me pregunta rompiendo el silencio que hay en el tren.

- Pueden acostarse a dormir un rato si quieren chicos... - Nos dice Effie, y tanto Peeta como yo la miramos extrañados. - Claro, de aquí al Distrito 1 hay un viaje de varias horas. - Yo sigo confundida, me cuesta asimilar todo.

- Pero ¿No íbamos desde el Distrito 11 hasta el 1? - Le pregunto a Haymitch y a Effie.

- Si, siempre se hace así, pero por alguna extraña razón Snow decidió que esta vez se haga al revés. Es decir, desde el primer distrito hasta el ultimo, el suyo, pero por el hecho de que ustedes son los ganadores, se hará hasta el Distrito 11. - Nos explica y nos mira fingiendo estar sorprendido, Peeta y yo reímos.

- Como tú quieras Katniss, si quieres ir a acostarte, ve. Pero si quieres hablar, solo ven a buscarme ¿Sí? - Me dice mi chico del pan, sonriéndome, y se encoje de hombros.

- Mejor ven a dormir conmigo Peeta, no quiero estar sola - Le digo sin vergüenza a que Haymitch y Effie escuchen lo que estoy diciendo. El solo asiente con la cabeza, puedo notar que sus mejillas se enrojecen, y siento que las mías están siguiendo el mismo camino.

Nos dirigimos al último vagón, que tiene en el fondo unos sillones negros muy cómodos, es en mi opinión el mejor vagón. Tenía, como todos, unas lámparas hermosas de tipo "araña", pero la diferencia con los demás es que en este vagón se puede ver mejor hacia fuera, ya que tiene ventanas en absolutamente todo el largo. Me siento al final, justo en lo que podría llamarse "la punta" del tren. Peeta se sienta a mi lado.

- ¿Te encuentras bien? - Me pregunta mientras pone una mano suya en mi espalda.

- Si... Un poco nerviosa, aunque ya te habrás dado cuenta de eso - Le respondo mostrando una ligera sonrisa -

- Si, pude notarlo... - Acota y suspira - ¿Puedo abrazarte Katniss? - Me pregunta y yo me sorprendo ante sus palabras, Peeta siempre me abraza, pero al parecer esta vez necesitaba que lo contengan a él.

- Peeta, no tienes que pedírmelo, solo hazlo - Le digo mientras lo abrazo y lo escucho llorar un poco - ¿Que te pasa? - Le pregunto abrazándolo con más fuerza...

- Katniss... Yo... Siento que te estoy perdiendo... No se porque, pero te siento alejada - Me dice y a mi se me para el corazón ni bien termina de decir sus palabras  - No quiero que te enojes conmigo, se que tal vez no sea como Gale fue en su momento contigo, y créeme cuando te digo que puedo ver eso Katniss... Tu con Gale eras mas que feliz, y no veo el mismo nivel de felicidad cuando estás conmigo, yo solo quiero que sepas que si tu sigues sintiendo cosas por Gale, y es con él con quien quieres estar, pues yo lo aceptaré... Porque te amo - Me dice y cortamos el abrazo, él se separa de mí unos centimetros, esperando mí respuesta. Yo solo estoy mirándolo a los ojos, procesando lo que acaba de decirme.

- Peeta... - No se por que, pero entro a llorar yo también - Yo soy mucho más feliz contigo que con Gale, y no me estoy alejando, por favor perdóname si en algún momento te hice pensar eso... Y si, tal vez aún sienta cosas por Gale -  Digo yo y al escucharme él baja la cabeza, al parecer no le gustó el comentario, menos aún después de que le dije que Gale entró en la casa - Pero eso no cambiará el hecho de que te quiero a ti Peeta. - Le digo tomándolo de la barbilla para que levantara la cabeza otra vez y me mire a los ojos - Te amo - Le digo de la manera más sincera que puedo, y luego de decir esto lo beso fuertemente, el corresponde el beso, y creo que es el más sincero que le doy hasta el momento. La falta de aire se hace presente y nos vemos obligados a separarnos. Terminamos mirándonos a los ojos, rozando nuestras narices y con nuestras frentes chocando con fuerza.