"smile baby,
You are alive,
Yo have got options"Pasó los dedos entre los mechones rubios y sonrió leve, Jongin estaba dormido, tenía la cabeza apoyada sobre su abdomen y la mano sobre su cadera.
La luz de la venta hacia que su piel brillase, sonrió y depósito un beso entre los mechones desordenados.
Se sentía extraño, diferente, pero en el buen sentido.
El sexo con Jongin había sido magnífico, no podría compararlo jamás con lo que había sentido sus primeras veces, todo había sido magnífico, había dolido, sí, pero había valido la pena, aún no estaba del todo seguro sobre la dirección que estaba tomando su relación.
Relación, nunca había pensado en ellos como una pareja real, lo había soñado y deseado con tanta fuerza que aún esperaba abrir los ojos y despertarse sólo en la cama.
Se llevó la mano al cuello y sonrió, acarició el pequeño dije y suspiró, le encantaría que su padre hubiese podido conocer a Jongin.
Miró la ventana y dejó escapar un suspiro, el cielo estaba decorado con un ligero toque anaranjado, habían pasado un par de horas desde lo ocurrido.
No sabía exactamente como definirlo, era simplemente extraño.
Soltó un poco de aire y se levantó de la cama, caminó hasta la ventana, se apoyó sobre el marco y echó el cuerpo hacia adelante.
El cielo estaba precioso.
Frunció el ceño y parpadeó intentando disipar las lágrimas que se acumulaban en sus lagrimales.
Una tras otra, deslizándose por sus mejillas, apretó el marco de la ventana y dejó escapar un pequeño jadeo.
Estaba tan confundido, se sentía tan extraño, tenía ganas de salir, de gritar, tenía ganas de correr hasta que el aire de sus pulmones se incendiase.
Y sorprendentemente por otra parte se sentía feliz, se sentía más acorde con lo que había sido alguna vez, el antiguo Kyungsoo estaba empujando en su interior, quería salir, pero llevaba tanto tiempo encerrado que no estaba seguro de cómo hacerlo, había construido tantos laberintos a su alrededor sin ninguna salida.
Cerró los ojos y llevó su mano al pecho, dolía, pero era un dolor agradable una presión constante en el lado izquierdo, un traqueteo continuo.
Estaba vivo, estaba muy vivo, llevaba tanto tiempo sin sentirlo que se había planteado que estaba mal, que había algo ahí que no funcionaba, que tenía algo mal.
Pero ahora latía, estaba ahí.
Se dió la vuelta y sonrió, Jongin seguía dormido.
Frunció el ceño, tal vez se había precipitado un poco, pero eso tendría que decidirlo el tiempo, por el momento quería confiar en lo que Jongin le proclamaba, quería descubrir lo que sentiría al ser amado, quería saberlo todo, experimentarlo todo y esta vez no iba a dejar que sus miedos interfiriesen.
Estaba dispuesto a romper las cadenas que llevaba atadas desde hace años, iba a salir del cascarón en el que lo metieron y una vez fuera no tenía intenciones de volver a entrar.
Sabía que iba a ser difícil, tenía muchas cosas en las que mejorar, muchos miedos que superar y necesitaba crecer, no por Jongin, no por su relación, no por los demás, por él, joder porque se lo merecía.
Se pasó el dorso de la mano por la cara limpiándose las lágrimas, sabía que no serían las primeras y mucho menos las últimas, pero ahora no se sentía tan sólo.
Siempre había tenido a Luhan, pero ahora además tenía a Chanyeol, a Sehun y a Jongin, ya no estaba sólo e iba a lograrlo.
No iba a permitir que su vida se viese condicionada por su pasado, no iba a ser fácil, lo sabía, pero valdría la pena.
El mundo iba a ver a un nuevo Kyungsoo, se iba a despertar, había pasado demasiado tiempo dormido, demasiado tiempo siendo un simple adorno, ahora iba a cobrar vida.
Caminó hasta el baño, empujó la puerta y se detuvo enfrente del espejo, siempre había pensado que tenía algo que cambiar, que no estaba bien, que su cuerpo no estaba bien, que sus deseos no estaban bien.
Nunca se había planteado que tal vez no era él el que no estaba mal, qué tal vez eran los demás los que estaban mal, siempre había pensado que tenía demasiadas caderas, que sus piernas no eran masculinas, que eran demasiado gruesas, pero ahora que se miraba al espejo no veía lo mismo que antes.
Jongin había dicho que era perfecto, pero estaba equivocado, él no era perfecto, para nada, porque no hay nadie perfecto, pero simplemente era él.
Se llevó los dedos a la clavícula y tallo el hueso, nunca se le había marcado tanto, tenía el esternón marcado y la imagen de la que hace unos días se sentía orgulloso estaba empezando a romperse, se llevó los dedos a las caderas y frunció el ceño, el hueso sobresalía demasiado, echaba en falta la curva de su cintura.
No tenía nada malo, se acarició el abdomen y sonrió hacia el espejo, no le gustaba la imagen que estaba reflejando se veía enfermo, demasiado pálido, no era Kyungsoo, por lo menos no era el Kyungsoo que quería ser.
Cerró los ojos y dejó salir un poco de aire, sonrió cuando sintió una mano acomodarse alrededor de su cintura.
-¿Qué haces?.
Negó y sonrió leve, tenía la voz rasposa y aún más grave de lo habitual, le encantaba su voz.
-Intento ver lo que tú ves.
Jongin pareció confundido por un momento hasta que su mirada descanso en el espejo, negó leve y le levantó la barbilla.
-No es tan difícil.-sonrió.- Sólo tienes que mirarte al espejo y sonreír, eso es lo que yo veo.
Asintió y levantó la cabeza, dejó un beso en la parte inferior de su barbilla y sonrió mirando el espejo, ahora no lo veía, no lo entendía, pero lo haría.
"Cuando todo va mal te imagino sonriendo y se me pasa, ese es mi truco, esa es tu magia"
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Mine (Kaisoo)
FanfictionKyungsoo ha sido engañado, humillado y aplastado por la persona que él creía correcta, lo dio todo sin recibir nada a cambio. ¿Qué pasará cuando un joven de piel canela decida que tiene que ser suyo? ¿Volverá el amor al corazón del pequeño Soo?¿Deja...