Eliette.
¡Oh por dios! Las últimas dos semanas aquí en Santa Giulia fueron fenomenales, todos los días hicimos el amor en las noches y no me arrepiento de nada, estoy enamorada y esto es algo que nunca había sentido antes.
Es una pena que tengamos que regresar porque este lugar se ha convertido en nuestro nidito de amor, pero debemos regresar a nuestra vida en New York. Mis papás se encuentran un poco tristes debido a esto pues se han encariñado con Elián, han prometido que irán una vez al mes a visitarnos, algo que en cierto modo me preocupa pues no vivimos juntos.
Con respecto a la herencia de la abuela he decidido que Elián se la quede pues mi hijo se merece todas la cosas maravillosas que quieran regalarle aunque a Noam no le haya gustado la idea al principio termino aceptando.
-¿Estas lista? – Noam entra a la habitación ya que estoy terminando de guardar todo lo que le regalaron a Elián.
-Si solo falta bajarlas.
-¿Sabes que Elián está llorando?
-¿Por qué?
-No quiere irse, le pidió a tu madre que lo adopte para que viva con ellos.- ¿Qué? Me duele que no quiera regresar a casa pero también lo entiendo yo tampoco quiero irme.- Tal vez más adelante podamos venir a vivir a Francia.
-¿En serio? – El asiente y se acerca a mi.- ¿Ya te he dicho que te amo?
-Hoy no.- Hace que me levante y me da un beso, en verdad me he enamorado de este hombre.- Debemos irnos.
-Lo se.- Salimos de la habitación con las ultimas maletas y bajamos a la sala donde se encuentran todos esperándonos.
Mis tíos y la abuela se están despidiendo de Elián, mis padres y mi hermano irán a dejarnos al aeropuerto. La abuela le pide que le llame todos los días para ver cómo crece y mi pequeño le dice que siempre le hablara y que quiere que se vuelvan a ver pronto.
Salíamos de casa y ya estoy con lágrimas en los ojos, tiene tanto tiempo que no venía que ahora no quiero regresar, Noam ha sido muy comprensivo con todo esto, pues tanto Elián como yo estamos llorando.
Mi padre va haciendo la conversación para quitar el ambiente triste mi madre no me ha soltado en ningún momento ¿Y si me los llevo conmigo?
-Dentro de un mes iremos mujer, no seas dramática.
-Lo sé, pero aun así no quiero que se vayan.
-¿Irán dentro de un mes a New York? – Oh, oh eso es peligroso pero encontraremos la manera de seguir engañándonos.
-Por supuesto, debo ir por trabajo y aprovecharemos para ir a verlos.
La conversación queda ahí, creo que tenemos que hablar seriamente sobre irnos a vivir juntos, podemos estar en mi departamento por un tiempo pues sin duda es más grande que el de Noam.
Llegamos al aeropuerto y es aún más difícil despedirnos de todos pero aunque vamos con el corazón roto subimos al avión para regresar a casa. Elián no deja de abrazarme pues no se quería ir y solo espero que pronto podamos vernos.
Tomamos nuestros asientos y esta vez Elián va en medio de nosotros, ha dejado de llorar pero va un poco triste nos lleva tomados de las manos. Espero que se le pase pronto cuando comience a ir a la escuela, pues no me gustaría que entrara en una depresión. Porque ¿Qué voy a hacer con los deprimidos?
...
El vuelo estuvo tranquilo llegamos ayer por la tarde a casa, nos quedamos los tres en mi departamento, sobre la depresión que pensé que tendría Elián, estaba equivocada, ahora ya quiere que comiencen las clases para platicarle a sus amigos sobre su viaje, en serio me sorprende, yo todavía estoy un poco triste.
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THE SLAVE OF MR. STINGY
Chick-LitEliette Lefebvre es una escritora reconocida a nivel mundial por su exitosa saga de libros criminales, cansada de no poder terminar su nuevo libro se muda a New York, todo iba de maravilla hasta que hace dos días en el departamento de arriba hay un...