Capitulo 35

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Capitulo 35

Eleanor y Louis bajaron poco después de eso, rebotando y acariciándose entre sí mientras caminaban en la cocina completa. Eleanor dejó de reír y medio se enderezó.

—Buenos días —intervino alegremente y se volvió para ocultar su sonrojo mientras tomaba un vaso de la alacena.

Louis tomó asiento en el taburete del mostrador y miró el quiche a su lado.

—Entonces, qué vamos a hacer hoy ya que al parecer, no vamos a casa como deberíamos —dijo papá y me miró significativamente.

—Bueno... tenemos que hablar, pero más adelante, no ahora —dije pensando en la confesión de Amber.

—Vamos a surfear —intervino Harry para forzar un cambio de tema—. ______ se ha vuelto muy buena en ello.

—Oooh —canturreó alegremente Eleanor—. Pero no tengo una tabla.

—Tenemos muchas en la parte trasera.

—Sí, vamos —dijo Peter y se levantó—. Va a ser bueno para todo el mundo centrarse en algo más por un tiempo.

Eleanor y Louis se miraron entre sí.

—Lo siento, ¿interrumpimos algo? —preguntó ella, mordiéndose la uña del pulgar.

—No, está bien, sólo es el estrés. Vamos todos a ir a buscar trajes adecuados para la playa.

Mientras él y el resto de ellos salieron, me levanté para estar al lado de Ele.

—Harry me enseñó a surfear después de que habíamos estado aquí unos pocos días. Es muy divertido.

—Me gustaría saber cómo. Igual, no pude encontrar un genio que me enseñe a surfear, en un minuto —reflexionó. Escuché a Harry reír a mis espaldas mientras él y Louis encabezaban arriba para prepararse—. No quiero pasar mi tiempo aprendiendo, pero bueno. Es por lo que vamos a llegar pavoneándonos nosotros mismos en la playa ¿no?

—Sí, Eleanor. Claro.

Sonreí mientras agarraba su mano y la llevaba para prepararse.

—¡Hace mucho frío! ¡Como el hielo! —se quejó Eleanor.

—Bebé, sólo entra ya —gritó Louis, exasperado, mientras se sentaba en la tabla en el agua—. ¿Cómo voy a enseñarte a surfear si no te metes en el agua?

—¡Muy bien! —gritó mientras la veía sumergirse dentro y chisporrotear cuando se salpicó en la cara. Se acercó con un trozo de alga en el cuello—. ¡Ooooh! —gritó mientras lo agitaba fuera con los brazos oscilantes—. ¡Lo tengo en mi pelo!

—¡Es sólo un alga!

—¡No te veo con algas en tu pelo!

Me eché a reír y me volví para ver a Bish y Jen sentados en la arena, con sus pantalones cortos y camisetas puestas. Se hallaban lo suficientemente cerca para hablar, pero no lo suficiente para tocarse con Bella entre ellos. Me gustaría mucho que sintonizaran. La diatriba interna de sentimientos fuera de lugar era muy difícil de controlar. Ella se rió de algo que dijo y él sonrió de placer.

Me mordí el lado de mi labio y me preguntaba qué hacer. Esto estaba realmente yéndose de las manos y parecía que la advertencia de Bish sobre ella, sólo hacía quererla más. Hombres.

—Oye —dijo Harry empezando a remolcarme en el agua con él—.

No todos los hombres.

—¿No estás preocupado acerca de esto?

—Sí —suspiró—, pero... me mata que lo quiera tan mal y no lo pueda tener. Quiero que sea feliz.

—Y quiero que él sea feliz. ¿Pero a qué costo?

—Bien, suficiente, ¿dónde está nuestra burbuja libre de estrés de todos modos? —dijo y rodeó con sus brazos mi cintura.

—Creo que explotó cuando Waliyha hizo una aparición.

—Bueno, tenemos que volver a ella y simplemente relajarnos por los últimos días que estemos aquí.

—Eso no es posible con todo lo que está pasando. Además, sé que no vas a descansar, así que ¿por qué debería hacerlo yo?

Cerró los labios.

—Touché. Pero —sonrió—, tengo un show esta noche. ¿No quieres que esté tranquilo y listo para ello?

—Chantaje —le dije y se rió—. ¿En serio?

—Lo que sea —refutó con diversión y me tiró en el agua helada.

Su mamá y su papá se encontraban justo detrás de nosotros y surfeaban como profesionales. Miré boquiabierta a Rachel en su pequeño traje de baño, tan diferente de sus pantalones que siempre llevaba, y podía deslizarse y chapotear con sentido común. Eleanor finalmente dejó de lloriquear y la escuché reír varias veces mientras Louis trató de enseñarle a permanecer en la tabla. Papá nadó alrededor, renunciando a una tabla, y consiguió un entrenamiento. Liam, pobre Liam, se mantuvo más o menos a sí mismo y, finalmente, fue y se puso en la arena. Bish y Jen se quedaron en la playa todo el tiempo, ni una sola vez entraron en el agua.

—Así que, ¿qué es la estrella? —preguntó Eleanor a Harry, nosotros cuatro tumbados en toallas en la arena. Estaba en el borde del sueño cuando Eleanor me despertó con su pregunta. Harry mantuvo una mano en mi espalda mientras yo yacía boca abajo en caso de que me quedara dormida. Había sido una noche larga.

Harry se frotó el hombro en el hueco donde la estrella verde firmaba en su piel.

—Um... Es un poco tonto, supongo. Soy un búho nocturno. —Se encogió de hombros.

—Lo entiendo. Genial. Me gusta el otro también. Los remolinos son fantásticos. Siempre he querido un tatuaje. Tal vez Louis y yo vayamos a conseguir uno antes de irnos a la Universidad.

—Nuhuh —dijo Louis y pasó un brazo por encima de sus ojos—. No estoy estropeando mi piel bonita. Sin ofender, amigo.

—No hay problema —dijo Harry perplejo.

Liam caminaba cerca, en dirección a la casa de su mente decía, así que lo detuve.

—Ven y siéntate con nosotros, Liam.

Él miró entre Harry y yo, dispuesto a seguir adelante, cuando Eleanor me ayudó, sin saberlo.

—Sí, Liam, eres tan hosco. Siéntate.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora