Capítulo 58

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Capitulo 58

¿Dónde más podríamos ir para el desayuno, que al 25 hours Skillet? El recuerdo de Harry viniendo aquí la primera vez jugó de nuevo en mi mente. Reí en la parte posterior de la

motocicleta mientras Harry quitaba mi casco.

—Espero que tu antiguo jefe guarde el cuchillo para el mismo hoy — murmuró.

Me reí de nuevo mientras lo empujaba conmigo a través de la puerta giratoria y la escuchaba sonar. Era tan familiar y sentía que no había estado allí en meses. Vi venir a Smarty volteando de la esquina, con el lápiz en la oreja, y ni siquiera miró hacia arriba.

—¿Mesa para dos, muñeco?

—Sí, señora.

—Bueno, síganm ¡______! —gritó y me abrazó herméticamente—.

Oh, cariño. —Tocó mi pelo—. ¡Tu pelo está para morirse! Tan hermoso.

—Gracias. —Me aparté un poco—. ¿Te acuerdas de Harry?

—Por supuesto. No olvido una cara como esa fácilmente.

Él pensó que iba a darle la mano, pero en lugar de eso lo empujo en un abrazo. Su mente daba vueltas al sentir sus brazos y como de abultado y fuerte era. Big John era abultado pero por otras razones y ella recordaba cómo solía ser. Ella se echó hacia atrás y sonrió justo cuando oí mi nombre bruscamente detrás de mí.

Me volví para ver a Big John limpiándose las manos grasientas en el delantal ya repugnante.

—Guisante dulce, consigue tu culo aquí y dame un abrazo en este instante.

Se estrelló contra mí, exprimiendo la vida fuera mí.

—Big John —solté—. Está bien.

—No está bien. Fuiste secuestrada. ¡Estabas en las noticias! ¿Y después ni una palabra de ti y solo apareces en el restaurante? ¿Qué ha pasado? —gritó, haciendo que algunos de los clientes miraran en nuestra dirección—. ¿Es él? —Miró a Harry y luego de nuevo a mí—. ¿Te tiene metida en algo así?

—BJ —le dije en voz baja—. No, estoy bien. Era todo sobre... esa persona que te conté que me acechaba. Me llevó. Pero Harry me encontró y me trajo de regreso. Ha estado cuidando de mí.

BJ le miró, pero no dijo nada. Cuándo miró de nuevo a mí, suspiró resistentemente.

—¿Cómo está tu papá tomando todo esto?

—Mejor de lo que esperaba —le dije con sinceridad—. Bish volvió a casa. Se mudó. Estamos bien, te lo prometo. No tienes que preocuparte.

—Está bien. ¿Todavía vas a ir a la universidad?

—Sip. Lo planeo.

—Sigue en contacto —ordenó—. Y haz lo que te propusiste hacer,

¿me oyes? Sé la persona que conozco que puedes ser y no dejes que te arruinen con sus ideas locas y persuasión. Permanece fiel a lo que eres y asegúrate de regresar y verme ahora.

Rodé los ojos en buen humor y sonreí tolerante hacia él.

—Por supuesto. Eres peor que mi papá.

—Bueno, alguien tiene que cuidar de ti.

—Problema resuelto —dije, y empuje el brazo de Harry, mientras estudiaba a Big John a mi lado—. ¿Te acuerdas de Harry?

—Claro que me acuerdo —cantó y cruzó sus brazos—. Chico motociclista.

—Es bueno verlo, señor, sin el cuchillo carnicero, por supuesto —dijo Harry con una sonrisa y presioné mis labios juntos, pero no pude mantener la risa.

Tampoco Smarty podía, ya que ambas rompimos en carcajadas. Harry incluso se rió entre dientes, pero BJ se mantuvo estoico y, finalmente, regresó a la parrilla con una sonrisa.

—Sígueme, guapo —dijo Smarty a través de una risita—. Voy a buscar una mesa para dos.

—Sí, señora —dijo, siempre el respetuoso caballero.

Me dejó tirar de él a medida que la seguimos y nos sentamos uno frente al otro. Le dijimos que nos trajera café y salió corriendo para conseguirlo.

—Entonces, ¿qué quieres ordenar? —le pregunté.

—Por qué no pides por mí —sugirió y se recostó en su asiento relajado—. Me dejaste ordenar barbacoa para ti.

—Está bien —le dije con cuidado—. Qué pasa sobre

—Nuhuh. —Me detuvo con una sonrisa. La sonrisa que volvió mi estómago pudín—. Sólo pídelo. Voy a comerlo, te lo prometo. Me conoces lo suficientemente bien para pedir mi desayuno.

Esperaba que sí, así que cuando Smarty regresó ordené a los dos un omelet de tocino y queso con extra tocino. Harry sonrió y asintió mientras pedía. Una vez que ella se fue me moví a su lado de la mesa. Acabábamos de comprometernos por amor de Dios y no quería estar lejos de él, incluso a través de la mesa.

—Estoy de acuerdo —dijo y suspiró cuando apoyamos nuestras espaldas contra la cabina. Inclinó su cabeza hacia atrás en tanto su brazo llegaba a mí alrededor. Parecía muy feliz y relajado a pesar de que estaban a punto de decirle a mi padre que nos íbamos a casar—. No estoy preocupado —dijo en respuesta a mis pensamientos—. Tu papá me quiere. Sabe que yo me encargare de ti.

—Eres muy engreído —le dije en broma mirándolo—. ¿Qué te hace pensar que no se asuste? Es mi padre y soy su única hija.

—Te apuesto cinco dólares.

—Acuerdo —dije con una sonrisa—. Va a enloquecer y voy a tomar tu dinero y comprar un pan de miel con una soda de crema dietética y no voy a compartirla contigo —canté.

—Vas a cantar una melodía diferente en poco tiempo. Espero que no estés muy llena de tortilla para comerte tus palabras.

Me eché a reír y me apoyé en él. Esperaba que tuviera razón. No quería decepcionar a mi padre o luchar con él. Sólo quería estar con Harry y que todo el mundo sea feliz. A quién le importaba si yo estaba teniendo un cuento de hadas un poco ingenuo al respecto. Una chica puede soñar ¿verdad?

Terminamos nuestros omelets y después de abrazar a todo el mundo y prometer volver pronto, despegamos e hicimos el viaje ridículamente corto en la moto de Harry a la casa de mi padre.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora