Capítulo 60

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Capitulo 60

Era tan parecido a aquel primer día, la primera vez que dijo mi nombre como su pareja.

Tomé un profundo estremecimiento y cuando lo dejé escapar llegó como un gemido de felicidad absoluta y satisfacción.

Seguía mirándome mientras luchábamos por aliento y compartir lo poco que teníamos entre nosotros. A la luz minúscula de mis cortinas vi su cara y deletreé satisfacción y amor también. La comisura de su boca se levantó. A continuación, el resto se unió en una sonrisa sincera que me lo contó todo. Era bueno para él también.

Se rió de mi pensamiento.

—Sí —asintió con un suspiro. Me dio un beso suavemente una vez más en los labios, la mejilla, la mandíbula—. Me estás haciendo el hombre más feliz que hay.

—Entonces estamos en paz.

Se echó a reír también y rodó a tumbarse en la cama para recuperar el aliento. Me llevó a tumbarme contra él y pasó su mano por mi brazo. Mi cuerpo continuó sintiendo un hormigueo y me sentí como si me hubieran inyectado morfina. Estaba a tope y calmada y sentí como si estuviera flotando.

Siempre había odiado esa expresión, pero ahora entendía el sentimiento completamente.

—¿Estás bien?

—¿Qué clase de pregunta es esa? —pregunté y me eché a reír, al oír el aliento de ello.

Él también se rió y habló en mi pelo.

—Gracias, cariño.

—Harry —empecé a protestar.

—Me refiero a todo. Me aceptaste a mí y a amar a mi familia, quererme a pesar de todo lo que ha pasado, te vas a casar conmigo... gracias. Si tenías una meta para hacerme feliz, tienes éxito.

—Me alegro de que estés feliz. Es lo que quiero.

Unos segundos después sentí un dolor punzante en mi muñeca. Harry salto también y pensé que era porque sentía mi dolor y latidos del corazón, pero siseó en su propia muñeca. Para ver lo que pasaba, los trajimos juntos en el aire por encima nosotros.

Allí, en la oscuridad, en mi cuarto, en mi cama con el hombre al que amaba, en mi muñeca en el mismo lugar que Harry... se encontraba mi tatuaje Virtuoso. Quemaba naranja brillante, como si hubiera sido marcado en mi piel. El de Harry quemó demasiado brillante y vi mi nombre alrededor del borde del suyo. Y el mío, tenía su hermoso nombre alrededor del borde también. Instintivamente los juntamos y contuve un sollozo feliz cuando se alinearon perfectamente, dos mitades para hacer un todo.

Harry ya no estaba asombrado y mi protector se hizo cargo.

—Ah, ______, sé que duele un poco. Lo siento.

—No me dolió —insistí—. Quería esto tanto —inhalé y limpió mi barbilla—. He estado pensando en ir y conseguir que me lo hagan.

—Lo sé.

—Entonces, ¿por qué no sabes lo feliz que esto me hace? —dije entre lágrimas y una sonrisa. Miré mi tatuaje una vez más y fruncí el ceño ligeramente—. ¿Qué es eso?

Volvió a mirar y frunció el ceño también. En el medio de nuestras dos lunas crecientes estaba un símbolo infinito, un lateral ocho pero sabía exactamente lo que era.

—Infinidad —murmuró Harry a mi lado en temor—. Nunca he visto eso en los tatuajes de nuestra familia antes.

—Esto significa que las cosas van a cambiar —le dije y sonreí como una tonta.

—______ —suspiró. Puso su cara contra la mía—. Eres tan increíble — susurró en mi piel y me besó, lenta y lánguidamente. Tomó su tiempo en mostrarme lo mucho que pensaba eso. Pronto, yo estaba sin aliento, una vez más y sentí que sus pensamientos revoloteaban por su mente sobre el deseo de Mutualizar conmigo otra vez... como en ese momento. Sonreí en nuestro beso y lo rompí sin querer. Sonrió también y se inclinó un poco hacia atrás para trazar el patrón de mi tatuaje en mi muñeca con el pulgar—. ¿Quieres ver una visión? —preguntó con cuidado.

—¿Qué?

—Quieres ver una de mis visiones, de cuando imprimamos. Me imagino que, puesto que ya estás de acuerdo con ello, no podría lastimar mostrarte ahora.

—Sí —suspiré—. Por favor.

Y cuando presionó su cabeza a la mía una vez más, nos vi en un gran patio en la noche. Comenzó con pies danzantes, descalzos y se abrió camino de pantalones negros hasta vestidos rojos. Harry me sostenía cerca mientras bailábamos lentamente. Alzó mi barbilla y me besó alto en tanto todo el mundo aplaudía e incitaron a nuestras espaldas, y luego me dijo que era hermosa en mi mente. Me volví para ver a Liam y Lynne, justo como nosotros, junto a nosotros bailando. Ella me sonrió y cuando miré de nuevo a Harry, levantó la mano para besar mi dedo anillado, pero mi mano era borrosa, así que no podía ver el anillo que había puesto en mí. Sonreí y cuando miré a mí alrededor por papá lo vi mirándonos, estaba llorando, tratando de limpiarse la cara con la manga.

Harry se echó hacia atrás y sentí la fría humedad en mis mejillas. Me las enjugó de nuevo.

—Es mejor que sean lágrimas de felicidad.

—Lo son. —Sorbí por la nariz—. Muchas gracias por mostrarme eso.

¿Qué más viste?

—Nuh uh, linda, no tan rápido. Cada cosa a su tiempo —susurró en broma.

—¿Sabes lo que vi?

—No.

—¿Quieres?

—¿Estás tratando de hacer un cambio?

—Sí.

Se echó a reír. —Pues no, los míos son lo suficientemente buenos para que me duren.

—Boo —gemí y se echó a reír de nuevo.

—Estás lista para elegir tus vestidos ahora —dijo en la piel debajo de mi oreja.

—No —gemí.

Se trasladó a besar mi cuello. —Bueno... estoy seguro de que podemos encontrar algo que hacer —me dijo, en voz baja.

—No quiero volver a moverme de este lugar de nuevo.

—De acuerdo, nos quedaremos aquí para siempre —dijo y apoyé la cabeza en su brazo como almohada.

Lamentablemente, para siempre no duró mucho ya que había oído un coche y luego la puerta frontal.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora