Capítulo 62

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Capitulo 62

Bish y papá levantaron la vista, pero no parecían muy sorprendidos.

De hecho, papá asintió.

—Supuse que eso vendría. ¿Y asumo que ya que está sentado aquí, dijiste que sí?

—Mmhmm —Miró a mi dedo y frunció el ceño, y escuché lo que pensaba—. Ellos no hacen anillos de compromiso, papá.

—Huh —dijo casi en una forma de desaprobación y me entraron ganas de reír por lo diferente que esto iba a como pensé que lo haría.

—El marido da una casa —aclaró Harry—. El día antes de que nos casemos, le daré a ______ las llaves de la casa que escogí para ella.

Genial, escuché a Bish. Una razón más para que Jenna esté mejor sin mí. No hay manera de que yo pudiera comprarle un anillo, mucho menos una maldita casa.

Lo miré y él sabía que lo había escuchado. Apretó los dientes y se negó a mirarme, así que presioné.

—Sí.

—Guau, una casa —dijo papá y chasqueó la lengua.

—Sí, señor —dijo Harry en su forma respetuosa pero firme, mientras se frotaba la barbilla.

—¿Las mujeres están bien con que el marido escoja una casa para ellos, sin que ellas siquiera la vean? —dijo papá con una interrogante ceja levantada.

—Sí, señor, es como un anillo de compromiso. La mujer no escoge eso tampoco —respondió Harry.

—Es verdad pero no va a vivir en su anillo de compromiso.

—Es una tradición. Es lo que siempre hemos hecho, así como mis ancestros. Verá, en ese entonces, no podían casarse hasta que tenían un lugar para llevar a su esposa después de la boda. Así que, trabajaban día y noche para prepararla a venir y estar con él. Pero, a pesar de la impresión, la captura en ese entonces era lo que habías construido por ti

mismo. Era una demostración de compromiso y fe, que planearas trabajar más duro y hacer lo que fuera necesario para hacerla feliz.

Mi padre parpadeó sorprendido.

—Bueno, entonces. ¿Qué puedo decir a eso? ¿Ya has encontrado una casa?

—No, señor. Es difícil para nosotros mantener las cosas el uno del otro. —Apuntó a su cabeza para demostrar—. Entonces, es como que tiene que ser de última hora para mantenerlo en secreto.

Papá asintió y respiró hondo, se inclinó hacia adelante y juntó las manos.

—De acuerdo. Bueno quiero decir, ya sabes el rollo habitual. Soy tu padre y creo que dieciocho años es demasiado joven para casarse, pero también pensé que veinticuatro era la edad perfecta y mira cómo resultó para mí —dijo, pero no sonaba amargado o molesto, simplemente indicando su caso—. Todavía no puedo comprender completamente todo lo que pasa con tu familia y estas cosas de la imprimación, pero de lo que he visto con mis propios ojos, no puedo decir que no sea verdad.

—Jim, sé que he dicho esto antes, pero ______ está en buenas manos. No dejaré que nada le pase, y no es sólo porque no lo haría de todos modos, sino porque mi cuerpo no me lo permite. El latido del corazón de su hija está en mi pecho —dijo Harry con firmeza—. Y es la cosa más preciosa que tengo.

Lo miré, mordiéndome el labio con sus palabras dulces. Papá estaba aturdido en silencio, con la boca y la mente, y Bish era el de siempre. No estaba contento con ello, y todavía pensaba que la gente puede decir cualquier cosa que quisieran pero no por eso era verdad. Pero, me había dicho que iba a dar marcha atrás y lo hizo. Sabía que era inevitable. Sólo esperaba que yo estuviera bien, y que vendría a él si lo necesitaba después.

—Lo haré —le dije—. Pero no lo haré, no por eso.

Sonrió. —No estoy seguro de que alguna vez me acostumbre a que seas capaz de leer mi mente —dijo secamente.

—Eso es lo que digo —dijo papá sonriendo.

Miré alrededor y me maravillé ante el hecho de que todo parecía estar cayendo en su lugar, de forma pacífica.

Entonces, sonó el timbre.

—¿Me pregunto quién es? —comentó papá.

—Tal vez Jen —dije y sentí la sacudida de Bish—. Le dije ayer que podía venir, pero con todo lo que pasó pensé que sería mejor venir por nosotros mismos. Voy a buscarla.

Mientras me dirigía a la puerta, escuché los pensamientos de una mujer antes de llegar a la perilla. Al principio pensé que era Jen, luego Eleanor tal vez, pero entonces me quedé con la mano congelada en el picaporte.

No podía ser...

Abrí la puerta, dejando que se golpeara contra la pared para probarme que estaba equivocada, pero no. Estaba allí, carne y sangre.

Mi madre.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora