Capítulo 46

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Capitulo 46

—De acuerdo —soltó sorprendido—. Bueno, ya que te veo de una sola pieza, asumo que fue eso lo que te trajo aquí. —Ella asintió como respuesta—. Entonces sólo verás su mente, eso es todo. ¿No usarás ninguna magia en Jenna?

No escapó de mi atención la manera en que siempre continuaba diciendo su nombre y hablando de ella, en vez de hablarle directamente.

—Oh, no te preocupes tanto por mí —dijo Ecstasy sarcásticamente, descansando sus manos pintadas con esmalte verde sobre las caderas.

Daba miedo lo mucho que me recordaba a Liam y a su humor ácido.

—No, no usaré magia en ella —dije y puse los ojos en blanco—. Que yo sepa, no poseo ninguna magia.

—Sabes a lo que me refiero. Está bien. Es decir, si ella está de acuerdo —concedió.

—Lo estoy —confirmó Jen, o debo decir Jenna.

—Yo primero —dijo Ecstasy.

Tragué saliva. No tenía ni idea de qué hacer, ni cómo comenzar. Harry colocó dos sillas en el medio de nuestro círculo y me sentó en una. Ecstasy se sentó en la otra.

—He tocado a todas las personas con las cuales he tenido visiones.

Ellaestirósumanoansiosa.Tambiénnotéquesusojosse encontraban ansiosos y brillantes, alumbrados con la esperanza de que yo pudiera decirle algo genial o que cambiara su vida. Esperaba no decepcionarla.

Toqué su mano, y la sentí sorprendentemente suave al intentar concentrarme. Sentí las manos de Harry sobre mis hombros, mientras intentaba no preocuparse detrás de mí.

—Ya he visto tu futuro de esta noche y de los próximos días. Voy a intentar ver tu futuro después de eso.

Simplemente me miró expectante. La miré de vuelta. Me enfoqué en su rostro, en el pulso bombeando debajo de mis dedos sobre su muñeca, mientras sus ojos apenas parpadeaban.

No sucedió nada.

Aclaré mi garganta con irritación y me concentré de nuevo. Su mente se encontraba tan concentrada en mí, que no podía ver nada más allá. Respiré lento y profundamente, nada, demonios. Bufé y caí sobre el respaldo de la silla, las luces comenzaron a parpadear. La bombilla brillante de luz sobre nosotros alumbró con fuerza, luego bajó de intensidad. Ecstasy la miró con desconfianza y luego volvió su mirada hacia mí.

—No creo que pueda simplemente obligarlo como con otras cosas

—expliqué, pero Ecstasy me interrumpió.

—¿Qué otras cosas? ¿A qué te refieres con obligarlo?

Decidí mostrárselo. Envié un pensamiento para apagar la luz sobre nosotros. También pensé en lo que se sintió cuando Bish empujó a Harry. La luz se apagó con un pequeño zumbido y fuimos sumergidos en la oscuridad. Todo lo que podía escuchar era su respiración.

—Um de acuerdo, lo entiendo —dijo, y escuché su irritación.

—Tú me lo preguntaste.

—Odio la oscuridad, vuelve a encenderla por favor —dijo con suavidad, pero seriamente. La oscuridad la atemorizaba.

Así que repetí el proceso y la encendí de nuevo. Bish me miraba muy sorprendido. Suspiré y le lancé una mirada.

—¿En serio estás sorprendido? —pregunté.

—Sí. Continúas inventando todas esas cosas que puedes hacer.

—No las invento —murmuré, pero siguió hablando.

—¿Por qué Peter y Rachel?

—No, Bish, detente. —Me miró extrañado—. Ecstasy no lo sabe todo.

—¿Por qué tú? Oh. Bueno, pues como que acabas de irte de bocas, hermana.

—¡Claro que no! Ella no sabe...

—De acuerdo, de acuerdo —dijo Harry, acariciando mi espalda—. Sabe que algo ocurre, pero no qué. Vamos a mantenerlo de esa manera.

—Sí —reiteré—. Eso es lo que intentaba decir.

Bish puso los ojos en blanco, pero me sonrió con tolerancia.

—De todas maneras —acentué—. Aparentemente, soy diferente.

—Es especial —dijo Harry, acariciando con sus dedos la marca en mi cuello que Bish no podía ver—. Es, más o menos, como la realeza para nosotros.

—¿En serio? —dijo Bish con asombro, e intenté no poner en blanco los suyos—. Ummm.

—Bueno. Volvamos a lo nuestro y terminemos con esto de una vez.

Ya estoy lista para irme a la cama —insistí.

—De acuerdo.

Lo intentamos una y otra vez durante la siguiente media hora, y aun así, no sucedió nada. Ya no podía más. Estaba cansada y de mal humor por canalizar tantos malos pensamientos y sentimientos para forzar una reacción. No quería intentarlo más.

—Listo. Eso es todo. Me voy a la cama.

Comencé a levantarme para irme, sin esperar por nadie, pero Harry sostuvo mi brazo y me detuvo bruscamente. Tuve segundos pensamientos, un momento de debilidad, donde pensé en tirarlo lejos por lo irritada que me encontraba, pero me detuve de inmediato y me sentí culpable. Harry escuchó mi pensamiento y soltó mi brazo rápidamente.

—Lo lamento —le dije—. Es sólo que, al pensar en todas estas cosas malas

—Lo sé —pero no intentó tocarme de nuevo—. Vámonos, Ecstasy, puedes dormir en el sofá. Entra y te arreglaré todo en la sala.

Me giré para irme, pero Jen se encontraba allí. Tomó mi mano para decirme algo sobre intentarlo otro día, pero eso fue todo. Por alguna razón, fue todo lo que hizo falta. Otra visión me golpeó, pero esta vez se trataba de Jen. Era su futuro, no su pasado y había sangre por todos lados.

Decisiones (Harry Styles y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora