Capítulo 31.

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Yo- ¿Qué te he defraudado? -miré a Rubius y este miró en plan: ¿Qué dice el gilipollas esté? me encogí de hombros.

Sora- Irte con Rubius y dejar el gremio y al equipo sin la espadachina más rápida, ¿te parece poco? -menos mal que en ese momento puse el altavoz y todos pudieron oírlo-.Y ahora que Helen se ponga que quiero decirle unas cuantas cosas.

Helen- ¿Yo?

Sora- Y si me entero de que lo tenéis en altavoz… -mi irá comenzó a subir pero Rubius me agarró las manos antes de que le diera a colgar.

Yo- Rubius, suéltame -forcejeé pero era imposible, aún yo siendo fuerte él iba a superarme.

Rubius- Si lo haces no podremos estar juntos -entonces paré de forcejear y le abracé llorando, yo sabía que la tranquilidad no iba a durar-, no llores, cuando salgamos de aquí nadie va a separarnos -susurró y junto nuestras frentes-: nadie.

Narra Helen.

Rubius abrazaba a ______ consolándola mientras yo veía la escena, ojalá yo encuentre a un chico así, suspiré y cogí la llamada. 

Sora- Vas a venir ya a Los Caballeros de la Sangre si quieres que _____ esté bien -colgó.

Yo- No puede ser... -susurré.

Nora- ¿Qué quiere?

Yo- Quiere a _____.

Nora- ¿A _____? -asentí-, ¿de qué forma?

Yo- Yo creo que amorosa pero a la vez la odia, ese hombre es irritante.

Nora- Ay -suspiró-, vámonos.

_____- ¿Me quiere?

Yo- Te odia pero a la vez te ama, es más, al que más odia es a Rubius.

Rubius- ¿Qué me odia?

Yo- Le robaste a _____, tú no sabes el negocio que es tener en tu equipo a la mejor espadachina de Aincrad.

En ese momento todo me encajó.

Narra _____.

Yo- Ahora todo encaja -Helen me miró.

Helen- Exactamente, he recopilado las piezas y una vez esté cerca de él armaré el puzle, me falta poco -sonreí.

Yo- Confío en ti Helen.

Se marcharon al gremio y yo no podía dejar de pensar en que Sora haría lo posible por separarme de Rubius y no iba a conseguirlo.

Rubius- ¿Qué le pasa a tu amiga? -reí.

Yo -Es muy lista, enseguida se da cuenta de todo, vete a saber que será Sora.

Rubius- En realidad me tiene intrigado -reí.

Antes de entrar a nuestra casa vi a lo lejos algo blanco y grité escondiéndome detrás de Rubius con las manos apoyadas en su espalda. Empecé a darle para que me hiciera caso porque se creía que estaba jugando con él al escondite.

Yo- Ru-ru-rubius -tartamudeé.

Rubius- ¿Qué pasa? -se agachó un poco.

Yo- Fa-fa-fantasma -tartamudeé de nuevo.

Rubius- Tiene que ser mentira -se le abrieron las pupilas y yo me agaché al suelo tapándome los oídos-. Eso no es un fantasma -salió corriendo hacia él.

Yo- ¡Espera! -le seguí.

Cuando me acerqué Rubius tenía al supuesto fantasma en sus brazos. Era una niña, parecía estar dormida como si se hubiera desmayado. Su pelo era gris y lo llevaba muy largo y como ropa solo vestía un vestido blanco.-que a lo lejos parecía un fantasma, _____ idiota-.

Vivir o morir. (Rubius) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora