Capítulo 36.

5.2K 151 36
                                    

"No me dejes ir"

Narra Rubius.

Era una mañana normal. Ya nuestra pequeña Yui se había ido y aún siento rabia, demasiada rabia, me gustaría tenerla aquí y que me sonriera como solo ella sabía hacer, una sonrisa sincera como la de _____. Sé que por mucho que quiera que vuelva no va a hacerlo pero, lo único que quiero es algún día volver a verla, volver a ver a nuestra pequeña niña, nuestra Yui.

Me levanté sin ganas de la cama, anoche _____ estuvo llorando y sollozando y al estar preocupado pues casi no dormí ni una mierda. Me senté en el bordillo de la cama y mientras me sobaba el ojo miré a _____, estaba pálida pero al menos había conseguido dormir. La observé durante unos minutos y luego decidí levantarme y prepara aunque sea un zumo para que sonriera -era la única cosa que se me ocurría-.

Fui a la cocina, saqué una bandeja -intentando hacer el menor ruido posible- y coloqué dos vasos llenos de zumo de naranja -que preparé yo mismo - puse un plato lleno de galletitas untadas en nutella y lo llevé al cuarto.

Dejé la bandeja en la cama y empecé a zarandear un poco a _____.

Yo- _____ -hizo un ruido molesta y se sentó de golpe.

_____- ¡¿Yui está bien?! -preguntó alterada y entonces los ojos se le empezaron a humedecer.

Yo-_____....no quiero que llores más -me miró-, te he traído hasta el desayuno -miró la bandeja y sonrió.

Se acercó hasta mí y se sentó en frente mía mirándome mientras sonreía. O era bipolar o le había hecho feliz con mi mierdi-desayuno -que ella hubiera hecho diez mil veces mejor que yo-. Puso su mano en mi mejilla y volvió a sonreír con una de las sonrisas que más me gustaban de ella.

_____- No sabes todo lo que te amo -me arrimó hacia ella y mi cara quedó en sus pechos( ͡° ͜ʖ ͡°)-, eres un cielo -sonreí.

Yo- Tu habrías echo el desayuno mil veces mejor -repuse separándome de sus pechos( ͡° ͜ʖ ͡°).

_____- Lo que cuenta es la intención -puso los ojos en blanco mientras probaba las mierdi-galletas mal untadas en nutella-, ¡qué ricas! -reí como un loco.

Reí de una forma que acabé contagiándoselo, me alegraba volver a verla reír. Se acercó tanto a mí que se sentó en mi regazo y apoyó su cabeza en mi pecho. Con su mano agarró fuerte mi camiseta, yo no dejaba de mirarle y ella no dejaba de sollozar en mi pesho varonil. Levantó la cabeza sin dejar de agarrar mi camiseta y con los ojos llorosos sonrió.

_____- Gracias, te amo -se acercó a mi cara y me besó.

Puse mis manos en sus mejillas y mientras me besaba yo le limpiaba las lágrimas, no soportaba verla llorar, no soportaba verla sufrir. Se separó y sonrió de nuevo, apoyó la cara de nuevo en mi pesho varonil y tembló.

Yo- No tienes por qué darlas, es lo menos que puedo hacer por mi muhé -dije con uno de mis acentos raros y ella rió.

_____- Eres lo mejor que me ha pasado en este videojuego -levantó la cabeza-, siento decir que Yui está en la misma posición que tú -se encogió de hombros y le empecé a hacer cosquillas.

Seguí haciéndole cosquillas mientras ella no paraba de reír, pero por desgracia tuve que parar porque estaban tocando a la puerta. Me levanté y fui hasta la puerta -ya que yo era el más decente que estaba vestido como para abrirla-. El señor que nos ayudó aquel día con las maletas estaba ahí sonriente.

Señor- Perdone señorito, ¿tú y tu mujer podrían ayudarme a llevar una cosa? Es que estáis más jóvenes -asentí sonriendo mientras pensaba en que la había llamado "mi mujer".

Vivir o morir. (Rubius) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora