Capítulo 17.

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Maratón 1/4.

Traigo maratón por las 1K leídas: MUCHAS GRACIAS POR TODO OS LOVEO <3

Yo- ¿Casarnos? -asintió- ¿Cómo en la vida real?-sonrió.

Rubius- Si, porque quiero estar junto a ti como algo más -puso una cara muy mona mientras sonreía.

Yo- Pues casémonos.

Rubius- En el piso 20 hay una casa en un pueblo, así nos desviamos un poco de la delantera.

Yo- Me parece bien, estoy cansada y esta vez no quiero perderte -sonrió.

Rubius- Ni yo a ti -me puse de rodillas en la cama y le abracé.

Al día siguiente hablé con Sora para explicarle que quería alejarme de la delantera un tiempo por unas cuantas razones; 1. No quiero perder a Rubius y 2. Estoy harta de los pervertidos de este equipo, enserio, es un puto peligro. También le dije que Rubius no quería seguir en el equipo y extrañamente lo entendió y dejó irme con la condición de que si nos llaman tenemos que ir sin decir que no.

Sora- Lo único que te pido es que no dejes de entrenar porque estamos llegando a los jefes mayores, necesitamos gente, así que tú y Rubius no dejen de entrenar y se relajen mucho, ¿okey?

Yo- No te preocupes Sora, se lo diré -sonrió-. Gracias Sora-sonreí y salí por la puerta.

Abrí mi menú y llamé a Rubius para avisarle, teníamos que recoger las cosas para irnos a nuestra nueva casa, a hacer mi vida con este mushasho aunque sea por unos días y disfrutar de la tranquilidad de no ser el centro del mundo.

Rubius- ¿____? -respondió.

Yo- Ya no eres de Los Caballeros de la Sangre y nos dejan irnos con la condición de que volvamos cuando nos llamen para algo importante-dije mientras caminaba hasta mi habitación para recoger mis cosas.

Rubius- ¡Qué bien! -exclamó-, yo ya recogí mis cosas así que ya voy a buscarte.

Yo- Yo voy recogiendo mis cosas, llamaré a Nora para que me ayude así que cuando llegues a lo mejor me tendrás que ayudar -rió.

Rubius- Somos tal para cual -empecé a recoger mi ropa.

Yo- ¿Por qué? -pregunté interesada.

Rubius- Somos un desastre -sonreí.

Yo- Ya ves, estábamos destinados -reímos-. Igual me siento la mujer más feliz del mundo.

Rubius- ¿Por qué? -preguntó extremadamente interesado. Cerré la maleta llena de mi ropa.

Yo- Porque te tengo a ti.

Nora me ayudó a recoger pero cuando llegó Rubius aún me faltaban cosas por meter en las cajas, así, que nos empezó a ayudar con una sonrisa que nadie se la quitaba: Cómo la mía. Nora nos miraba sonriente, sabía lo feliz que estaba porque como buena amiga le conté todo lo que pasó entre nosotros.

Nora- Así que te besó, ¡qué mono! -me ruboricé.

Yo- Lo sé, ¡soy la mujer más feliz del mundo! 

Nora- Es que si no fuera tuyo me lo quedaba -no pude evitar reír-, es tan atractivo...

Yo- Calla guarra que te meto un meco que te revientoh -pone los ojos en blanco.

Nora- Lo que se te han pegado cosas eh.

Yo- Más cerda y no naces eh -me miró mal.

Nora- Porque te tengo cariño porque si no te suicido.

Yo- Es imposible que me suicides.

Nora- En mi planeta sí.

Yo- En tu planeta retrasado.

Después de que le insultara no sé cuántas veces me "suicidó" mordiéndome el brazo -un castigo muy doloroso eh-, que, ni me dolió porque tiene los dientes de un pez. Rubius, Nora y yo sacamos mi maletas y mis 2 cajas enormes para subirlas en el coche tan pequeño que había traído Rubius.

Nora- ¿Llamo a una limusina? -dijo respirando rápido ya que las cajas pesan mucho.

Rubius- Vamos a un pueblo, ¿no sería raro que fuéramos en limusina?

Nora- Sería raro.

Yo- Queremos pasar desapercibidos mujer -rió.

Nora- Te echaré de menos guarra -me abrazó.

Yo- Yo a ti no -se separó de mí para mirarme mal.

Nora- Si no fuera por mí lo vuestro no hubiera llegado a tanto.

Rubius- Lo nuestro estaba floreciendo -nos defendió.

Nora- ¿Se van ya o les suicido?

Yo y Rubius- Nos vamos -dijimos al usoníso.

Nos montaos en el coche, encendí la radio. Estaba sonando "Problem" de Ariana Grande, la tarareaba mientras miraba el paisaje que nos rodeaba. Rubius iba atento a la carretera mientras sonreía, se le veía feliz, algo que me también me hacía feliz.

Rubius- ¿Sabes algo? -preguntó y al instante le miré.

Yo- ¿Qué sé? -sonrió.

Rubius- Se supone que no lo sabes -me miró-, por eso te lo estoy diciendo-rió.

Yo- Pues explíquese hombre -reímos.

Rubius- Yo también estoy feliz de estar contigo -me miró- y tengo muchas ganas de hacer esto contigo -miró mis labios y luego puso su mano en mi muslo-, quería amarte como ahora lo hago y que tú sientas lo mismo que yo -miró al frente- me alegra el corazón.

Esas palabras me llegaron muy adentro, más adentro que el corazón, yo creo que me atravesaron el alma. Dejó su mano en mi muslo transmitiéndome su calor mientras tarareaba la canción que ahora estaba sonando "Impossible" de James Arthur. Yo le sonreía, jamás le había visto tararear algo y menos tan feliz y orgulloso de hacerlo.

Rubius- ¿Te ha pasado eso de qué quieres a alguien para toda la vida? -me miró y asentí-. Pues eso me pasa contigo, a todas horas, a todos los minutos y a todos los segundos.

Una pequeña lágrima de alegría que me empapó la mejilla, me miró y sonreí. Quería decirle lo mismo, pero no me salían las palabras aunque yo sabía que por cómo le miré había entendido mi cara, había entendido mi lágrima y sabía que solo estábamos él y yo.

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Mis comentarios en el último capítulo del maratón <3

Vivir o morir. (Rubius) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora