Inexpresivo. (Diabolik Lovers)(Yaoi)

•|Capítulo 0|•

Nota: El de arriba es Hajime, sólo ignoren el uniforme de la Academia U.A que lleva puesto ^^💧.

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Caminaba por los puestos de la ciudad en la noche, ustedes saben que yo tengo insomnio y me es imposible consolar el sueño. Pasaba por algunos puestos de comida, y cada vez que la miraba, por dentro rugía mi estómago dando señal de que me está hambre, pero por ahora no se me antoja mucho comer, aún careciendo neutro como siempre.

Mañana iría a mí primer día en la Academia Ryōtei como me indicó el director de esa escuela. La verdad no estaba nervioso ni muy entusiasmado por ir, simplemente me daba igual sólo con distraerme en las tareas y así.

Tampoco me llamaba la atención en conseguir un futuro mejor, siempre se me hacía algo complejo en alcanzar tus metas por hacer lo que sea, para mi punto de vista, no le veo el caso.

En fin, me adentré a un callejón casi oscuro, teniendo una ambientación extrañamente peculiar, como si algo malo estuviera pasando aquí o... simplemente teniendo la necesidad de escapar de ahí. Pero yo sólo permanecía sin emoción alguna de lo que pasa aquí. Mis ojos están apagados sin ningún brillo en particular, sin ninguna expresión facial en mi rostro. Básicamente soy un subnormal, todo pasa para mí como un tipo de cámara lenta. Y sí... soy un SUBNORMAL. ¡¿Y qué!?

En el momento en que iba a irme todo derecho por el camino, levanté la mirada encontrándome con un grupo de cinco hombres corpulentos, se miraban con complicidad al tener contacto conmigo, solamente me les quedé mirando serio como siempre. Sin ningún miedo en mi interior, pasé al lado de ellos ignorando sus miradas lascivas en mi cuerpo delgado; llamando la atención de los tipos, pasando sin decir nada.

—¡Oe!—. Uno de los tipajos me agarró de los brazos sin cuidado alguno. —Precioso, ¿por qué andas solo por nuestro barrio, eh?—. “Trataba” de soltarme pero el otro me agarró de los brazos por detrás y el otro quien tenía muchos tatuajes en los brazos y músculos un pocos marcados de éstos mismos; creo que es el líder.

—Vaya, vaya, vaya, ¿pero qué tenemos aquí? Un muchacho lindo al parecer. ¿O no, muchachos?—. Los demás asienten complacidos, yo sólo los miro con desdén.

—Sí, y lo mejor de todo. Que se mira virgen.— Uno de ellos me mira con pervertividad. —Joven, ¿acaso eres virgen?—. Sólo me limito a decir un sí con la cabeza, éstos me miraron con una sonrisa soncarrona. —Vaya, ¿con qué aquí tenemos a un chiquillo obediente, eh?

El que no habló desde hace un rato, se me acercó por detrás tocándome mí trasero plano, apretándolo exageradamente como queriendo que gima de dolor, pero sólo me mantengo callado con la mirada puesta en el suelo, mis ojos apagados se cubrían por el flequillo de mi pelo negro desordenado, que me llega por el cuello.

Los demás, al no contentarles por tener una expresión de miedo o de sumiso, me arrinconaron por la dura pared esperando a que haga un quejido, su resultado fue igual. Nada de miedo o frustración por eso.

—Parece que tenemos a un chico rudo y valiente, ¿no lo creés, Joshua?—. Al parecer, son de otro estado por el nombre, ya que no se miraban de por aquí, tal vez tenían años que eran dueños de estas calles. El jefe sólo rió egocéntrico, aún con los brazos cruzados.

—Hmp, veamos si se hace rudo después de lo que le vamos a hacer.— Lo sabía, me violarán hasta dejarme sin caminar.

Aún no estoy en tener ese tipo de relaciones, aunque a primera vista se mira que soy virgen sin tener ningún tipo de relaciones. Se equivocaron...

Por dentro lloraba, por dentro me sentía roto y quebrado, por dentro... dejé de ser el mismo, así mismo quitándome la inocencia.

Ya no soy virgen.

Los cinco tipos me arrinconaban tocando mi cuerpo sin cuidado alguno, querían que pidiera que pararan, pero sólo miraba el cielo nocturno como si fuera lo más bello e interesante en ese mismo momento, acompañado de mi expresión monótona de siempre.

Sentía que me comenzaban a tocar el miembro exaltándome. No saqué suspiros, no.

Por inercia los separé bruscamente despertando mi fuerza sobrehumana, pateando al tipo en su maldita cara, fue tan fuerte el golpe que alcancé a ver que le saque unos cuatro dientes. Pues claro, dije que fue el golpe FUERTE, no que iba a ser amable.

Los cinco vándalos me miraban sorprendidos por tal fuerza que tenía, aún teniendo mi expresión de serio, no sentía nada en ese momento, al alzar mi vista sombría, tenía una mirada llena de enojo por haberse sobrepasado conmigo, por fin mostrando uno de mis tantas emociones negativas dentro mío. Aún teniendo las miradas de superioridad de esos malditos para nada. Estando aún consciente de lo que voy a hacer a continuación.

—¿Qué esperan?—. Me puse en posición defensiva, quiero ver que tan impulsivos son éstos idiotas. —¡Denme, con todo lo que tengan!—. Como lo dije antes, los cinco tipos se vinieron a acorralarme... —“Será fácil.”— Sin dudarlo les seguí el juego.

(...)

—Joven, le agradezco que haya buscado a estos sujetos más buscados del país de Japón; ellos han cometido muchos crímenes infiltrándose en otros países para pasar desapercibidos vendiendo droga y contrabando de vándalos.— Los sujetos que antes había enfrentado, ahora están detrás de las rejas. Mientras el oficial me decía todo aquello y puro bla-bla-bla, me limitaba a verlo con seriedad sin cambiar mi mueca para nada. Una que otra veces veía su reloj haber que horas eran.

Iban a ser las 2:00 de la mañana, me exalté mucho sabiendo que “hoy” en la noche iría a mí nueva escuela, sino descanso bien eso me justificaría por faltar por huevon. Me despedí “cordialmente” del señor policía, ya saliendo del lugar, literalmente iba corriendo hacía mi departamento para alistarme y *pop* directo a la cama a descansar por el día agotado que tuve.

(...)

Se que es poco lo que escribí, pero para la próxima ya comenzará lo bueno. ¡Hasta luego y saludos!👍😉