•|Capítulo 9|•

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En el techo se escuchaba como la fuerte lluvia, quizá tormenta, golpeaba con sus mortales gotas el techo de la mansión Sakamaki. Tenía que ponerse a llover, (😑) suerte que Yui y yo acabamos de hacer la tarea.

—Entonces, uno de ellos tiene que ser Adán para que ellos beban de tu sangre porque eres Eva.— Terminó de resumir lo que ella hace minutos me tenía explicando del porqué se comportaba tan obediente y.. ya saben, sumisa.

—Hai.— Desvía su mirada después de afirmarme eso, veo con indiferencia como ella apretaba sus manos empuñadas con una fuerza leve, creo que de la impotencia que está teniendo ahora mismo. —Hace cuatro meses, vine aquí porque mi “padre” me dijo que fuera a la casa de un amigo suyo, resultando por último que él me mandó a una mansión que estaba lleno de vampiros; a parte, mi padre era un cazador de vampiros, pero veo que sólo me mandó como lo dicen los Sakamakis: una novia de sacrificio. Una semana después, tenía sueños de una mujer con una gran cabellera morada, teniendo puesto un vestido negro con varios encajes... pero lo que más me llamó la atención, fue como vi el pasado de cada uno de los Sakamakis.— Tal vez debí hacer todo el trabajo solo. —Descubrí también que tenía el corazón de esa mujer, lo extraño es que.. cuando les preguntaba siempre quien era ella, siempre cambiaban de tema o simplemente me mordían.

—“¿Okey?”— ¿Qué no ella me contó que era cristiana?

—Apesar de que ya han pasado cuatro meses... ellos siguen intimidándome con su cercanía, excepto Ayato-kun.— Oh dios, su mirada se suavizó y sus manos se entrelazaron jugando entre ellas, eso significa...

—¿Te gusta Ayato-san?—. Pregunté directo haber que reacción ponía.

La pelirrubia se sonrojo de la sorpresa mirándome de la misma manera, yo me mantenía inexpresivo cómo siempre. Al parecer di en el clavo.

Se pone a tartamudear. —¡N-N-No, Tat-Tarsumi-kun!

—¿Entonces por qué te sonrojas?

Otra vez se sonroja, su cara ya era toda una tomate. Agitaba sus manos negando con la cabeza repetidas veces, sólo la miraba raro.

Y eso que hace rato estaba melancólica, ¿tendrá bipolaridad?. No entiendo a las mujeres. *Suspiro*

—En fin.— Dije al mismo tiempo que me paraba de la cama de Yui-san para después mirarla neutral. —Nos vemos mañana Yui-san, no olvides el trabajo.— Agarré el maletín escolar negro, encaminándome hacia la salida del cuarto de Komori.

—¡E-Espera, Tatsumi-kun!—. Paré en seco, mirándola nuevamente con pereza.

—¿Nani?

—No-No puedes salir así cómo así, está lloviendo a cantaros.— Me previene con deje preocupante, ni que estuviera; sin embargo, a mí me gusta la lluvia.

—Qué importa, después de todo me hace falta ejercicio.— Ya sabré si entendió o no.

—De-Demo... te ofrecí que comeríamos en la hora de la cena, ¿no recuerdas?—. Es veda', lo olvidaba.

—Tienes razón, la comida no se puede desperdiciar.— Veo cómo se sorprendió por mi cambio repentino, era de esperarse, no sabe que amo la comida con todo mi ser, a pesar de que no lo demuestre de verdad.

—E-Está bien. (?)

Cuando Yui terminó de hablar, tocan la puerta del cuarto. Esta se abre dejando ver al pelinegro de ojos magenta, éste miró a Yui-san con seriedad.

—La cena está lista. No tardes.— Luego se dirige a mí, diciéndome con el mismo deje que utilizó con Yui. —Puede cenar con nosotros si lo desea.

—Sí.— Dije de igual manera que lo dijo él. Se retira y cierra la puerta sin dirigirnos más la palabra. Que rarito.

|Melanny: ¿Y tú no lo eres?|

Uruse~, no me hagas narrar como si esto no estuviera en la trama. Además, arruinaste la narración, ba~ka.

(...)

Definitivamente esta es la cena más incómoda y monótona que haya sentido; los Sakamakis deberíon tener un lado antipático, seguro. ¿Por qué digo todo eso?

Aveces miraba con discreción cómo los demás comían sus platillos pacíficamente, excepto el pelirrubio durmiente, se quedaba de brazos cruzados sin siquiera abrir los ojos como si estuviera en verdad dormido, pero yo sé que no lo está; simplemente le da hueva. Eso es otra cosa, lo que me resultaba incómodo, Laito-san decía cosas no-inocentes a Yui-san, mientras que ella quería que Kami-sama le cumpliera su plegaria de alejarlo, a mí me desconcertaba un poco, así que traté de ignorar esa escena y seguir comiendo.
Después ya podría irme de este lugar, quiero mi cama y descansar.

Probablemente Komori se negaría a dejarme solo afuera ya que seguía la tormenta, es lo más mínimo que me importa, así tendría pretexto del porqué no fui ahora. (Eran las 2:30 a. m.) Faltaba media hora para que se acabase la fiesta de mis “vecinos”.
Inconscientemente solté un suspiro.

—¿Nee~Teddy?—. El chico bipolar-, es decir, Kanato-san, murmullaba con su osito que prácticamente le cubría su cara de no dormir todo un día, su mirada se clavó en mí de repente. Solté un '¿Hm?' al tener comida en mi boca, y después ingerirla. —¿Tatsumi-kun, a ti te gustan los dulces? Nee-Teddy tiene mucha curiosidad.— Dice un poco serio, al igual que alzaba un poco la voz de niño que todavía tiene.

Simplemente le dije indiferente. —Solamente uno en especial.— Corto un poco de bistec, picándolo ahora con el tenedor al tener mi pedazo. —No soy tan fan de los dulces, Kanato-san.— Llevé el pedacito de carne a mi boca.

El pelilia se quedó varios segundos viéndome con ojos serios, hasta pareciera que cerraría los ojos en cualquier momento. Vi como apretó a su oso Teddy sin cuidado alguno. (💧)

—Ya veo.— Volvió a cuchichear con ese osote de felpa, poniéndome a mi aún más confundido.

Pasando unos minutos, algunos se levantaban y retiraban del comedor, algunos desapareciendo y uno que otros caminando hasta la salida, Yui-san, Reiji y yo; levantamos los platos y cubiertos hasta dejarlos en el fregadero, por lo menos tengo que ser educado al dejarme cenar con ellos. Tal vez no me hayan enseñado modales, pero si sé cómo tener compostura e inexpresividad, cosa que jamás haya demostrado a cualquiera, inclusive a mis padres.

Llamé a Reiji-san antes de que se fuera, porque debo de suponer que él es que mantiene el orden.

—Reiji-san.— Él me volteó a ver sin mostrar emoción alguna, sólo se mantenía disciplinado. —Muchas gracias por dejarme cenar con ustedes, lamento si fui una molestia.— Hice una reverencia en modo de disculpa, me puse recto nuevamente, viendo con indiferencia como el de mayor estatura se ajustaba (otra vez) los lentes.

—No hay problema, cualquier tipo de trabajos pendientes que tiene con nuestra novia de sacrificio, será bienvenido.— Vaya, que directo es.( 😑💧) Hace también una mini reverencia con la cabeza.

Estuve a punto de irme hasta que siento una mano posarse en mi hombro izquierdo, ¿Nande-.?

—Le recomiendo que mo salga a este clima tan tempestado y fuerte, puede pescar un resfriado.— No me joda.

—Re-Reiji-kun tiene razón, no puedes irte así con este clima lluvioso, hace mucha corriente de aire y podrías enfermarte.

—“Si tanto insisten estos.

Tendré que dejar mi terquedad de lado y aceptar quedarme. Sólo será una noche.

Después de todo, ¿Qué podría pasar?

Inexpresivo. (Diabolik Lovers)(Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora