*¡Bip!*¡Bip!*¡Bip!*¡Bi..PAS!*
—Agh, ya te oí maldición.— Genial, ahora tendré que pagar otro estúpido despertador para levantarme, miré la hora en mi reloj de mano y eran las 7:00 de la mañana. Lo causual, eso me daría tiempo para cambiarme de ropa e irme a comprar el uniforme de la escuela Ryōtei para ser más precisos... pero tenía demasiado sueño, así que me volví a jetear como de costumbre.
(...)
Iba con toda la normalidad del mundo hacia la prestigiosa Academia de noche, mi alarma no volvió a sonar por obvia razón, tampoco me había despertado en toda la noche. ¿Y el uniforme, qué?
Pues me valió y pensé. —“A la mierda, todo.”—. En fin.
Veía de cercas una gran fuente en medio del camino, mientras los demás iban acompañados de sus amigos y yo... me dedicaba a mirar en mi reflejo del agua de la magnífica fuente, reflejándome una expresión “Sin Emociones” teniendo una expresión neutra en mi rostro.
Me dirigía hasta la entrada para ir con el Señor Director (Atsushi), cuando escucho muchas chicas hacia el otro extremo de la entrada, quienes éstas tenían un brillo raro en los ojos y unos que otros carteles en mano viendo hacia la salida. Qué extraño ¿a quién esperarán? Quedé recargado en la pared a un lado de las dos puertas que daban inicio a la entrada hacia los salones, mirando un punto fijo hacia las chicas. Unas dos limusinas (que creo que son ricos, o algo así) venían aproximándose con rapidez si se lo proponían a hacerlo. Las dos limus se estacionaron en frente de la orilla del pavimento, la ola de mujeres rodearon “casi” los autos negros con parabrisas negras, literalmente rodeaban de ambos lados los autos.
Sólo los seguía con mi mirada neutral a todas las chicas, la puerta de atrás se abrió dejando ver al primero en salir, y así sucesivamente, no hacía falta que las chicas hicieran un bullicio.
—¡Subaru, tengamos un noviazgo juntos, ONEGAI!
—¡LAITO VIOLAME PLISS!
—¡MUKAMIS, TENGAMOS UNA CITA POR FAVOR!—. ¿Qué mierda? ¿Es una profesora?
—¡SAKAMAKIS, TENGAMOS HIJOS!
Malditos gritos, ya me tienen hasta la madre, intentaba recuperar la tolerancia de esto pero.. me hes imposible, todas esas niñas me vuelven loco, aparte de que son unas putas. Mi mirada se posó en ellos como ambos de diferentes apellidos se miraban con rencor. Los miraba a cada uno de éstos como algunos prestaban atención a las chicas envés de sus “enemigos”.
Tuve contacto con uno en particular, éste al saber que lo miraba se giró hacía mí, pero me sonrió y me dio un guiño en su ojo derecho. Ni siquiera hice nada por un simple gesto, me le quedaba viendo nomas. El pelirrubio de un ojo azul se iba acercando a mí, no me movía, pero alcance a escuchar que muchas chicas gritaban su nombre: Kou Mukami.
—¡Hola, M-Neko-chan!
Si piensa que soy una chica, debe estar equivocado. Me sonríe felizmente pero no era una simple sonrisa, era una coqueta al parecer. Tomó de mi mano y besó el dorso de ésta, siquiera me incomodaba o algo. Kou me miró por unos segundos y se me quedó mirando raro.
—¡M-Neko-chan! ¡Por qué esa cara larga~! ¿Acaso te desilusionaste pensando en que te iba a besar aquí?—. Se señala con su dedo índice su labio inferior, me le quedaba mirando raro pero a la vez serio. —Descuida para la próxima no será así, te lo juro.
Hablé de forma gruesa que el pudo escucharme, quedándose en blanco. —Soy un chico, idiota.
Después de unos segundos reaccionó de la peor manera posible, por dentro me reía como se enojaba conmigo por decirme que parecía un “travestí”.
—¡¿CÓMO ME PUDISTE ENGAÑAR!? ¡CREÍ QUE DE VERDAD ERAS UNA CHICA, TIPO TRAVESTÍ!—. Me limpiaba por la baba que sacaba de su boca “angelical”. —¡Eres imperdonable! ¡¿Cómo te atreviste a engañar a un gran ídol cómo yo!? ¡El gran Kou Mukami!—. Una vena resaltaba en su frente enojado por sólo ser un ídolo, me iba a golpear pero lo esquivé con facilidad, e incluso me quería devolver el golpe pero de nuevo lo esquivé.
No hacía falta que llamáramos la atención de los demás e inclusive el de las chicas, quienes me miraban con enojo e impulsismos al ver lo que le hacia a su ídolo. Chasqué la lengua. Creo que un pelimarrón, un pelinegro/azulado y un pelinegro/gris verdoso se acercaban hacia nosotros para agarrar a su hermano rubio pero éste se safo. Agarré su puño porque iba a proporcionar un golpe imprevisto. Pero lo agarre con fuerza mirándolo serio, como siempre.
Suspiro. —Es mejor que no des un golpe más, o no querras que te rompa la maldita mano.— Le dije frío y seco, todo el mundo no dijo nada, sólo pude observar su mirada y era una... indescriptible.
Le troné un poco de su muñeca, seguido de soltarle un poco brusco y cayó al piso.
Miré a los demás con mis ojos apagados, diciendo lo siguiente hacia las demás personas con una mirada de enojo.
—Si me vuelven a molestar o ha hacerme lo que se les pegue la gana sólo porque soy nuevo. Se las verán conmigo.— Ya calmado de decir aquellas palabras me encamino nuevamente hasta la entrada, siento una presencia detrás mío, viendo a un gigante.
—¡Nadie le hace eso A MÍ HERMANO!—. Estoy seguro que no lo vio venir. Me iba a golpear con su puño con suprema rapidez, pero yo lo fui más y lo esquivé fácil agachando de lado la cabeza. Haciendo estamparse en la puerta, ésta se abre, dejando espacio libre.
—¡Arigatō, Jaianto!—. Me miró con enojo al ya levantarse de su lugar, no lo dudé más y me fui simplemente de ahí, ignorando sus protestas.
Creo que hoy fue un día interesante, espero que las clases sean igual de interesantes, pero... ¡Nah! ¡No creo que ocupe que se disculpen! Además ellos se los buscaron al enfrentarse conmigo.
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Inexpresivo. (Diabolik Lovers)(Yaoi)
De TodoSakamakis, Tsukinamis y Mukamis x Male Lector (Tatsumi Toriyama). Posiblemente KarlHeinz vaya a "enamorarse". -¿Cómo se sienten las emociones? Porque yo ya no siento ninguna.- (Tatsumi) Los personajes no son míos, son de Shinobu Tagashira, excepto m...