Cap. 8

595 45 23
                                    

Narra Carlos:

-No lo sé, simplemente lo pensé.

Sonreí y me abracé más a él, cerrando mis ojos y sintiendo nuestras respiraciones.

-Yo también te amo.

Di un corto beso a su cuello, para poder ver su reacción, sólo escuché una risita, y como levantaba un poco sus hombros, como si pudiera esconder su cuello en ellos.

-¿De qué te ríes?

Sabía claramente de qué se reía, pero me gustaba hacerlo decir las cosas.

-Del beso, hace tiempo quería darte uno, aunque me costó demasiado, lo logré.

-Ah, pero tú puedes besarme las veces que quieras, lo sabes.

-No quisieras ver mi rostro ahora mismo.

Sin decir nada, me incliné un poco hacia atrás, para poder verle el rostro, a mi parecer se veía adorable sonrojado.

-Eres muy tierno sonrojado.

Se tapó el rostro con sus manos y se estiró hacia atrás, quedando acostado en la cama. Luego de mirarlo un rato, me puse arriba de él, poniendo mi cabeza en su pecho, de forma que pudiera escuchar sus palpitaciones, eran levemente aceleradas, pero a que estuviera yo abrazándolo, se aceleraron más.

-¿Tan nervioso te pongo?

-¿Eh?

-Estoy escuchando tus latidos, van muy rápido.

-Ah... D-dejalo.

Era primera vez que escuchaba los latidos de Danny, era raro pensar que lo podía poner así de inquieto, pero a la vez era muy tierno.

Me acomodé un poco, haciendo que Danny fuera un tipo de almohada, solo pudiendo ver de su estómago hacia las piernas.

Para molestarlo un rato, puse un dedo en el costado de su estómago, que al contacto lo hice sonar como un gas. No dijo nada, de hecho no hizo ni un movimiento, así que hice otro por dentro de su playera para ver si reaccionaba, pero nada.

Pasé mi mano por su estómago hacia su costado izquierdo e hice lo mismo, tampoco hizo nada.

-¿Qué haces? -preguntó, su voz era como ahogada.

-Me aburro -luego recordé- Ah oye, se me olvidó decirte que hoy invité a Auron a almorzar, ¿te acuerdas de él?

-¿Auron?... Ohh, ya lo recuerdo.

Me senté para poder verlo mejor, a lo que al salirme él también se sentó.

-¿No te molesta verdad?

-Claro que no, pero será incómodo, sabes que no me gustan las visitas.

-Lo sé, perdón, pero de hace tiempo queríamos organizar un almuerzo.

-Descuida, intentaré estar tranquilo.

-Gracias, te amo.

Le di un corto beso en los labios.

Miré la hora, las 12:30, ya había que levantarse, ahora que lo pienso, no hemos desayunado y Raúl llegará a las 13:30, o al menos a esa hora le dije.

-Ya hay que levantarse, ve a bañarte mientras te hago el desayuno.

-De acuerdo.

Se fue hacia el baño y yo a la cocina.

...

Le dejé todo listo y me fui a bañar yo.

Ya en el baño, me saqué el pijama y me metí a la ducha, bañandome rápido.

Al terminar fui a mi habitación, me vestí y fui a la cocina, Danny no estaba, ni tampoco su desayuno, de hecho los trastos que usé están en el lavaplatos vacíos. Los lavé y al terminar me hice un pan con un café, luego lavé el tazón y vi la hora, 13:30, justo a tiempo.

Iba a sacar las cosas para el almuerzo, pero justó tocaron a la puerta debe ser Raúl. Fuí hacia ella y la abrí, claramente, él era.

-Hola Carlos -dijo con una sonrisa.

-Hola -dije de la misma forma- ven pasa, ¿qué traes ahí?

-Es sólo un postre que traje, de hecho es nuevo, así que lo traje para probarlo juntos.

-Ah claro.

Fuimos hacia la cocina y hice que Raúl dejara el postre en la mesa. Nos quedamos un rato conversando.

-Oye, ¿y tu no tenías un hermano?

-Ah sí, Daniel, debe estar en su habitación, desde que le hice el desayuno no lo he visto.

-Ahh, ¿él sabía que venía?

-De hecho se lo conté hoy en la mañana, pero a él no le gustan las visitas, se siente incomodo, rara vez sale de su cuarto cuando vienen amigos míos, o a veces es como si no estuviera en la casa.

-Vaya... Pero supongo que él almorzará con nosotros.

-Quizás, pero en ese caso no hablará durante todo el almuerzo, a menos que le preguntes algo.

Me miraba sorprendido, de hecho a mi igual me sorprendía un poco, pero estaba acostumbrado.

-Pero de hecho, es bastante educado, al menos, otras personas ni saludan.

-Claro, al menos es educado, mínimo saludar.

-Pero él, saluda, se despide... Como es la gente educada.

-Sí sí.

-¿Puedo hacer el intento de que esté aquí con nosotros?

-Ok, pero no creo que funcione.

Narra Raúl:

Me dirigí al interior de la casa, habían dos baños y dos habitaciones, me fijé en las habitaciones, una tenía la puerta abierta, no había nadie adentro, supongo era la de Carlos.

Me fijé en la otra, la puerta estaba cerrada, ojalá sea está. Golpeé la puerta tres veces, a ver si respondían.

-¿Hola?, ¿hay alguién?

Se tardó un rato en responder, hasta que escucho su voz.

-Sí, ¿quién es?

-Soy Raúl, ¿te acuerdas de mí?, nos conocimos en youplanet.

-Ah, sí.

Hubo un rato de silencio, hasta que abrió la puerta, era más bajito de lo que recordaba. Tenía el pelo suelto, se le veía bien, de hecho el día de que nos conocimos andaba con una coleta.

-H-hola.


EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora