51.- La Única Humana (Tokyo ghoul) (South Park)

El disparo (2)

El rubio menor bajó la mirada pensativo y después asintió con la misma.

- ¿Cíclope?- alcé una ceja sin saber que era eso, jamás había oído hablar de un Ghoul cíclope.

- un Ghoul con un solo ojo, quiero decir, mitad Ghoul, mitad humano...

Abrí los ojos como platos ante esa revelación, jamás me imaginé que eso existiera, ya veo que si.

- seguramente ya esté muerto...- murmuró en todo de burla Eric Cartman apoyándose en mi escritorio o pupitre- o a lo mejor ni siquiera sea real; un humano que tiene un accidente y que en el mismo sitio muera el Ghoul más sádico de todo Japón y que ese humano acabe con los órganos del Ghoul es surrealista, imposible de ocurrir, es una estupidez...

- tu si eres estúpido, ese cíclope es real- dijo Kyle regresando a la disputa de hace un momento. Rodé los ojos.

Ese día iba a ser largo de cojones.

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En la hora del patio/ recreo, estábamos como siempre sentados los tres del clan Mc.Cormick bajo uno de los árboles, Kenny tumbado suelo y apoyado en el regazo de Butters, mientras esté acariciaba sus cabellos rubios y mientras la plática proseguía sin interrupción alguna, salvo cuando algún comentario pervertido se le escapaba a Kenny, lo cual encabronaba a Butters durante unos segundos. Ahora sus ojos estaban activados, podré, debe ser difícil controlar sus ojos, debe ser como se siente un novato, quizás la madurez no le había llegado para controlarlo como era debido.

- tenemos que estar preparados cuando llegue ese momento...

Y justo en el momento que Kenny pronunció eso, una desfile de cinco helicópteros volaron como una bandada de aves en migración, con los símbolos de la CCG en los laterales de todos ellos y las armas preparándose para ser disparadas contra nosotros, en ese momento, supimos que el mundo entero iba a cambiar totalmente y que el pueblo ya no iba a ser el mismo lugar nunca más... La CCG había llegado y ya no había escapatoria para ellos.

La voz de alarma se dio clase y todos huimos despavoridos tomando nuestras mochilas, huyendo lo más rápido que se podía hacia nuestras casas, la gran mayoría usando el Kagune, total, todo el mundial de vivía aquí eran Ghoul menos cuatro personas, el nuevo, sus padres y yo. Pero desgraciadamente ahora de milagro quedarían algunos Ghoul.

Tragué saliva resignada, pues sabía que ese mismo día seguidamente todo habría terminado, no podía hacer nada por salvar a lo que amabas más que gritar: "soy humana!" Y llevarme las manos a la cabeza para que me registren los músculos de la espalda en busca del músculo que desarrolla el Kagune. Tenía miedo.

o llegar a casa Kevin recibió a la pequeña Karen casi en lágrimas del terror, seguidamente la madre la acunó en brazos, después el padre cerró la puerta en un portazo sonoro y agresivo. Segundos después el silencio más los giros de las aspas de los helicópteros aterrizando, ahora ya por último, el silencio y mantenernos ocultos en las habitaciones.

Me sentía como los judíos durante la edad de la dictadura nazi. Tener que esconderme de mis propios para que no el confundan ni me maten, deseaba tanto que esto jamás hubiera pasado.

Los golpes repetitivos en la puerta me hicieron soltar un leve sollozo, igual que a Karen, los tres ocultos bajo la cama de Kenny, y él abrazando a su hermana y consolandome a mi, justificando que yo era la que menos miedo debía tener y que no me preocupara ni sintiese tanta empatía por ellos, que estarían bien. Después besó mi cabeza con cuidado de no moverse mucho que ser descubiertos.

Al ver que no respondiamos la puerta se derribó y tres de ellos entraron armados como en la guerra y apuntando a todos lados con gentileza y seguridad. Entre ellos un escudo de choque de espaldas para no ser atacados por la misma. Teníamos cuando notamos que estaban en la habitación y el ver sus zapatos allí, moviéndose tan temerosamente cerca me erizaba el bello de la piel y me hacía estremecerme con miedo a soltar algún jadeo que nos delantase.