51.- La Única Humana (Tokyo ghoul) (South Park)

Takatsuki sen y la CCG japonesa (10)

Las nuevas alas de Ukaku que tenía desaparecieron lentamente igual que el Kagune de Bikaku, perdiéndose como tinta entre las rendijas de madera por lo débil que estaba y seguidamente lo último que recuerdo antes de caer inconsciente es un abrazo de Kevin cómo agradecimiento y después, cargandome al estilo nupcial hacia la cabaña de nuevo. Después de eso, todo quedó totalmente negro, cayendo en su sueño eterno, como si me precipitarse a una laguna de negrura absoluta y que está me tirase a un mundo leteo, al mundo de los sueños negros, al mundo de la inconsciencia.

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Al entrar en la cabaña, cargando a la herida rubia y dejarse reposar sobre una de las mesas para poder cursar sus heridas, la sorpresa y el silencio llenó la casa hasta el punto de que tan solo curaron las heridas sin decir nada, por una parte el shock de ver y saber que Silvia era una kimera.

Por otra parte el shock de casi morir o dar su vida por salvar y proteger a los que amaba de todo corazón, a los que eran como su familia.

Y por la obvia parte y el simple y PUTO HECHO DE QUE ERA UNA PUTA KIMERA Y UN CÍCLOPE.

¿Como se traga eso? No se podía así a la ligera, ciertamente todos ellos le daban vueltas y más vueltas al asunto, era demasiada casualidad y suerte que ella tuviese dos kagunes y encima fuese cíclope, quizás el entrenamiento anti-Ghouls que tenía antes tuvo algo que ver, entrenar para defender para todo los tipo de temáticas de Kagune a lo mejor...

A lo mejor era por eso que ahora tenía dos kagunes.

- Cíclope y kimera...- todavía no lo pasaba, era difícil de asimilar en verdad.- puta suertuda...- murmuró Kevin desplomándose sobre una de las sillas vacías todavía pensativo.

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Abrí los ojos de sorpresa y sobresalto, como si fuese una pesadilla o algo así, era incapaz de moverme, al intentarlo no pude, estaba en el mismo lugar de la otra vez, suelo de ajedrez y espacio negro infinito, está vez estaba sentada en una silla de metal, amarrada con cadenas de hierro apretadas en mis dos tobillos y las manos libres. Pero demasiado pesadas las como para moverlas, como si estuviesen dormidas. Miré alrededor nerviosa y temiendo estar allí atrapada por siempre, Takatsuki sen debería estar...

- ¿Así que kimera y cíclope, eh?- escuché su voz dulce detrás de mí, casi ahogué un grito al notar su presencia de repente, estaba demasiado metida en mis pensamientos que ni siquiera escuché los tacones de sus zapatos. Rodeó la silla sin perder contacto visual conmigo y buscó mis ojos, alzó mi mentón con los dedos suavemente y sonrió complacida por el brillo rojo y la esclerótica negra en uno de mis ojos.- que fuerza... Tienes el potencial de un rango superior, pero todavía no has desatado tu fuerza interior... Aquello que quieres proteger con tu alma todavía no ha nacido en tu interior... Es por eso que no fluye tu absoluto potencial...

- Cíclope y kimera...- escuchaste una voz conocida, Kevin, debía ser él- puta suertuda...- murmuró Kevin con un tono pensativo, suspiraste ligeramente.

- ves? Ellos lo saben ahora, pero desconocen la verdadera razón que te ha llevado a. . .

- ¿Que es exactamente una Kimera?- pregunté cortando lo que iba a decir, lo siento pero era una necesidad, además de que no quería que Takatsuki se fuera de la lengua y contase un spoiler.

- desconoces muchas cosas que debes averiguar por tu cuenta, pequeña amiga mía... Por ahora no puedo decírtelo y ellos tampoco lo harán... Tu tienes la respuesta en tu interior pero no eres capaz de hallarla...- recitó con voz melodiosa y eco de voz vibrante- observa tu alrededor, no hay nada, verdad?- asentí tras hacer la acción-... mientes... Realmente hay lo que tú quieras ver, hay aire, humedad y tus pensamientos confusos...- respondió ella- no hay que temer lo desconocido, hay que enfrentarlo con fuerza y valentía... "Caminando no hay camino, se hace camino al andar" nunca lo olvides...- sonrió.