El destino... (28)

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En el armario había un cajón inferior que supuestamente era un descanso o un retenedor que sujetaba el armario entero, pero era extraíble o falso y aquí, se guardaba una quinque reluciente. Gregory abrió la boca impresionado, era una espada, una espada como la de los esgrimistas, afilada y letal, con un filo amenazante que brillaba en el reflejo de los dos jóvenes, gris y con el mango decorado con elegancia y con un material parecido a la plata que hacía un pequeño diseño hermoso y retocado con gran maestría, en el que ponía disimulado en todo el alrededor: "I <3 U" con letras típicas francesas, elegantes y en cursiva, redecoradas con una filatura y mármol gris plata, en una empuñadura y un resguardo hermoso, una espada digna de alguien de la alta nobleza. En el mango de la misma, en la parte del final, había un lazo atado y eso no era más que una marca que los señalaba a los dos, una marca que era como un "Easter egg" que los indicaba a los dos como pareja y ese detalle era el que más sorprendía de hecho. El castaño, aún con una sonrisa disimulada y escondida en su rostro, tomó el arma con delicadeza y se levantó, se puso frente a frente con él y el extendió el arma como si de un superior a un caballero se tratase, lo típico en una película. El rubio acabó con sus pómulos rosados por la sorpresa y por todo lo que esa decoración y señales significaban para ambos. Signos especiales o simplemente ese "te amo" en inglés de manera abreviada.

- de verdad... Quisieras...- el castaño asintió con la cabeza ante la sorpresa y el balbuceo del otro.

- quiero que tú tengas esta quinque y no veo mejor momento que este para dártela... Te quiero de verdad y por eso quiero que tú elegancia y belleza se vea deslumbrada en una hermosa arma, letal y fiel como lo eres tú...- el rubio tomó tímido el mango de la espada y la admiró dándome vueltas al mango y admirando cada detalle que en esta había. Sonrió.

- gracias...- y tan sólo lo abrazó fuertemente repitiendo tantas veces como fuera necesario la misma palabra, porque un regalo así, realmente merecía la pena y a saber cuántas horas de empeño le había puesto a un arma tan perfecta y con tantos detalles tan hermosos...

No había otra palabra que describiera el agradecimiento que tenía en ese instante y ni con miles de gracias podría agradecirselo lo suficiente... El castaño tan solo lo abrazó por la espalda y apoyó su sien contra la del rubio, sonrió.

Este aprovechó su fuerza Ghoul para cargarlo y dar varias vueltas, a saber, pero al dejarlo en el suelo miró de nuevo esa quinque. El castaño se acercó y le enseñó el truco para guardarla fácilmente. En la parte del lazo había un botón, como el de la quinque de Christophe, al pulsarlo todo el filo y la acadaladura (una parte de las partes del filo de la espada) se escondió hasta que solo quedaba la punta, aquí se mostraba como estaba escondida un poco y quedaba solo la empuñadura y la guarda en forma de diminuto paraguas de plata. Era útil y se podía disimular como cualquier otra cosa o decoración de la casa, para poderse tomar en cualquier circunstancia o ataque. Sonrió y miró al castaño.

- gracias...

- no hace falta falta agradecer tanto, me vale con lo mucho que nos queremos...- y tan sólo besó su mejilla haciendo que un tímido rosado se acomodase en sus mejillas, seguidamente se giró hacia Christophe, quién salía de la habitación para tomar los dos fragmentos de quinque y unirlos.- ¿Las probamos en combate?- tentó con un tono algo provocativo y a modo de reto. Este comprendió de inmediato y asintió con la cabeza- pues prepárate... parce que je ne vais pas perdre ... (Porque yo no voy a perder)- y tal le lanzó una mirada alzando las dos cejas a la vez. Con eso ambos salieron de la casa guardando las Quinques, sea en los bolsillos, o en caso de Chris, llevarla apoyada sobre el hombro como una rama de acero normal y corriente, de forma relajada. Hasta la llegada al bosque de los nazi zombis, ahora totalmente vacío y sin signos de vida. Un lugar y ambiente perfectos para entrenar.

51.- La Única Humana (Tokyo ghoul) (South Park)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora