El fin de Takatsuki sen (33) (FIN)

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La rubia gritó con mucho dolor tomándose el pecho y el estómago de forma casi automática casi intentando parar el sangrado de forma inútil, una herida como esa era imposible de parar. Sollozó y grito por ayuda, estaba débil... Kenny, aún ignorando las pocas fuerzas que tenía y lo poco que podía moverse, corrió hacia ella de forma torpe y teniendo tropezones realmente débiles y de risa, de esos se los que piensas "ese chico no sabe caminar o que?", hasta llegar a su lado al fin. Butters igual, pero fue a por el kit de primeros auxilios. Si, ese que siempre tenían en la casa y salió de nuevo viendo como gruñidos feroces y largos salían de su estómago, la sangre imparable y su mueca débil era como la de una persona con la enfermedad de la anorexia... Su piel pálida y llena de tirones en su piel estaba fría y su garganta de marcaba ferozmente en la nuez de forma que parecía que con solo marcar las uñas ya se rompería. Kenny sollozaba levemente por el estrés de perderla. Las muñecas pobres y de papel de Silvi sorprendentemente se podían ver a la perfección la forma del hueso, y parecía que al tocarlo se rompería... Vendaron las heridas y buscaron algo de comer, algo que la llenarse, alguna cosa que les quedase y no estuviera en malas condiciones o caducado, y mientras eso sucedía, la rubia murmuró con suavidad lo que se dirían, últimas palabras y después sonrió débil, dando su último aliento, y aún que no lo supieran o no se hubiesen dado cuenta... desgraciadamente...

Ya era demasiado tarde...

Y que cuando el rubio menor salió de la casa con una bolsa de kikos que quedaba por allí en un rincón, el mayor se encontraba llorando la gota gorda con la rubia en sus brazos al estilo nupcial, con los ojos cerrados y una mueca pobre y débil, una figura esquelética...

Butters entendió que había pasado y tan solo de dejó caer de rodillas al suelo dejando caer la bolsa y empezó a llorar también, quedando cerca de ellos. Poco a poco Karen y Kevin salieron también al escuchar las lágrimas de los dos jóvenes y no pudieron evitar soltar alguna que otra lágrima al ver esa escena, uno tapándose la boca y ahogar los sollozos sin creerselo todavía, para después llevarse las manos a los bolsillos o detrás de la cabeza y morderse el labio con los ojos aguados, caminando por el espacio sin poder asimilarlo todavía y la otra, la menor, incapaz de acercarse más, abrazó a Butters derrumbada y azotada por la escena y lloró con fuerza, en la que poco a pocos varias gotas de lluvia empezaron a caer, creando una atmósfera triste y débil, una atmósfera en la que el tiempo iba a decidir lo que pasará y que esas gotas daban inicio a una mentalidad de venganza, no podían creerse lo que estaban viendo y junto a la banda sonora que a su alrededor se acomodaba y sonaba con fuerza, tan solo podía llorar aún más fuerte al ver que en serio y sin poder detenerlo o impedirlo...

...Silvia había muerto...

Y no iba a volver nunca más...

Haciendo que creciera un sentimiento de venganza en el pecho del rubio que todavía la tenía en sus brazos. Miró como su rostro sereno, marcado por los huesos de la mandíbula y dormido yacía en sus brazos sin ir a despertar.

Como las gotas de la lluvia rozaban sus párpados, mejillas y labios como si llorase. Depositó a la rubia en el suelo en silencio, descansando tranquila y serena, descansando hasta que él hiciera que durmiese en paz, acabando con Takatsuki sen, se levantó con las piernas flaqueando y temblando por la debilidad y la rabia y bajo la sorpresa de los hermanos al verlo moverse sin ayuda y su pareja al ver su mirada sin vida, su Kagune se activó.

Generalmente su Kagune serían dos colas de zorro naranjas con la punta amarilla, de tamaño normal, como las habituales, esponjosa y suave. Pero esta vez no, la rabia, la furia, la ira y las ganas de aclamar la venganza de Silvia hicieron que el poder aumentará y que ahora las dos colas se conviertan en nueve y se crespara como su gato enrrabiado. Seguidamente las venas se marcaron en sus ojos de tal manera que daba a entender la rabia que tenía... Además de que las puntas parpadeaban de manera lenta y pausada, mostrando el poder que tenía. Se pudo notar como la gravedad perdía sentido a su alrededor en el segundo antes de que él tomará impulso y saltase hacia las afueras, hacia las vías del tren e inmediatamente saltará por los tejados rompiendo las tejas y dejando claro con pasos y taconazos marcados. Sorprendiendo a todo aquel que lo veía al pasar.

51.- La Única Humana (Tokyo ghoul) (South Park)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora