La imagen no me pertenece, créditos a su autor, pero la historia sí es mía.
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—¿Ya acabaste? —murmura al salir del baño, no recibe respuesta, su novio seguía escribiendo en su computadora para acabar el trabajo de la universidad.
Resignado se acerca a la cama, parece que en estos últimos días es invisible para su pareja, eso le dolía y mucho.
Sin mucho cuidado se acuesta en la cama matrimonial, demasiado grande y eso hace que el vacío aumente en su alma.
Taehyung, en un intento de distraerse, porque era lo mínimo que podía hacer, agarra su celular y empieza a conectarse a sus redes sociales.
Y fue ahí que comenzó...
Miles de mensajes, muchas conversaciones pendientes, y amigos que siempre estaba ahí para cualquier cosa.
No se percató cuánto tiempo había pasado, ni siquiera se dio cuenta cuándo Jungkook dejo de escribir para mirarlo con el ceño fruncido, tampoco se dio cuenta cuando este se le acerco y obviamente se sorprendió cuando él le hablo.
—¿Quién es MinJae? —pregunta, molesto y celoso al verlo tan feliz y sonriente de estar hablando con esa persona.
—Un amigo de la facultad. —responde escueto, superando rápidamente la sorpresa de que Jungkook al fin le hablara, aunque sea para una estupidez como esa.
Y ahí estaba, su típico gesto de celos.
También se dio cuenta el por qué la actitud de su pareja, vaya sí que había sido un tonto.
Se quitó los zapatos y se acomodó en la cama, abrazando al instante a su novio, susurrando una disculpa.
Taehyung apaga su teléfono, abrazando a su novio de igual manera, había extrañado sus abrazos.
—Aun no estas perdonado, me has ignorado estos días.
—Bueno, eso lo podemos arreglar. —besa el cuello de su pareja. —El trabajo puede esperar, tu no.
