«Es sorprendente como una persona que alguna vez fue un extraño, de repente puede significar el mundo para ti »
El reconocido multimillonario Zayn Malik de origen griego nunca había estado con la misma mujer más de tres meses, hasta que Jenna Butle...
Jenna no podía pensar aplastada contra aquel torso masculino. Cuando levantó la cara, sus ojos se encontraron y sintió que le pesaban las piernas, que tenía una extraña tensión en la pelvis. El hombre inclinó la cabeza y ella imaginó lo que iba a pasar antes de que pasara... pero aún sin creer que fuera a hacerlo.
Zayn capturó su boca con urgencia.
El beso la devastó, largo, interminable, su lengua explorando el interior de su boca. Estaba sin defensa contra esa salvaje sensación, porque su cuerpo despertó, de repente, a la vida. La tensión que sentía en el bajo vientre se convirtió en una espiral de calor que la recorrió entera con efectos explosivos. Sólo el deseo de respirar venció a ese perverso calor cuando tuvo que apartarse para llevar oxígeno a sus pulmones.
Zayn la miraba con los ojos oscurecidos.
—Theo mou... No tenía intención... No debería haberla tocado, lo siento.
— ¿Está casado? —preguntó Jenna.
— No.
— ¿Prometido? —Jenna ya no tenía frío. Todo su cuerpo era como un horno.
— No. —contestó él, arrugando el ceño.
— Entonces, no tiene que disculparse. —declaró Jenna, sin aliento, intentando evitar su mirada. Lo que le había hecho sentir era una revelación para ella y la había dejado increíblemente vulnerable y confusa.
Su primer beso de verdad y él se disculpaba. Sería horrible confesar que la había excitado, que si quería volver a hacerlo, tenía vía libre.
Jenna se puso colorada hasta la raíz del pelo... ¿de dónde había salido ese pensamiento tan desvergonzado?
