Último día de clase antes de verano

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Como de costumbre, el profesor de historia hablaba, y hablaba, con una entonación aburrida, y lo peor de todo es que es última hora, para acabar las clases, y así empezar las vacaciones.

- uff - suspire profundamente, y mire mi móvil para ver la hora.

Tengo mensajes de Vanesa, "¿sigues en clase?" "el profesor de cultura nos dejo salir antes" " bueno, seguro que estas con el coñazo hablador" "yo ya me voy a casa, suerte con tu última clase"

Efectivamente Vanesa, mi mejor amiga de la facultad, es una suertuda, argg tengo hambre.

Deje la pantalla, para mirar al profesor que nuevamente apuntaba en la pizarra los libros recomendados para el verano. Debe estar de broma, no he leído más en toda mi vida que en su asignatura. Se que no puedo quejarme, pero es que yo en verano pienso hacer un poco de vida social.

Una vez acabada la clase, era libre para volver a mi casa. Mientras caminaba, gire la mochila para sacar las malditas llaves. Y en ese instante de tiempo, algo chocó contra mí.

- se puede saber... - no pude continuar hablando, me quede sin palabras, un chico alto con capucha, esta quieto enfrente de mi, tenía el brazo herido, parecía tener sagre, y por la forma en que se lo cubria con su otro brazo parecía dolerle mucho.

En estas situaciones nunca se como actuar, la verdad que no soy nada amable, ya que el sujeto me parece muy extraño, además soy bastante desconfiada y asustada. Creo que alguien como yo nunca sobreviviría a un apocalipsis zombie, seguramente sería aquella chica que se muere la primera. Realmente nose en que estoy pensando.

El chico cabizbajo, levanto la cabeza - perdona - dijo mientras me quedaba extrañada mirando sus ojos rojos. Deben ser lentillas.

Una vez en casa, tire la mochila al suelo, y me quite las zapatillas como siempre, necesitaba descansar, pero unas voces gritando empezaron a molestarme, eran mi hermana pequeña y mi madre, estaban discutiendo como de costumbre.

- no quiero - reprochaba mi hermana.

- te he dicho que si - dijo mi madre con la cuchara en la mano, en señal de que se la iba a tirar. Me gustaría verlo.

- ¿qué hay de comer? - pregunte.

Ninguna de las dos soltarón palabra alguna, acabo de ser ignorada por mi familia.

- estoy cansada de ir a la casa de la abuela en verano, no me divierto, no hay nada que hacer en esa casa - se quejaba mi hermana pequeña.

- TATIANA - gritaba mi madre - visitar a tu abuela, eso es lo que debes hacer en tus vacaciones.

- ¿ y por qué no viene la abuela aquí? - preguntaba Tatiana mientras se tocaba su melena rubia.

A nuestra abuela no le agradaba nada la ciudad, por eso vivía en una casa a las afueras de ella. Personalmente a mi si me gusta su casa, ya que esta al aire libre y se respira muy bien, no como aquí, un edificio lleno de contaminación. Aunque quiero mucho a mi abuela, también entiendo a mi hermana, ya que una vez que estamos ahí no volvemos a la ciudad ya que esta muy lejos, y el pueblo más cernano a la casa es demasiado aburrido.

- Tatiana, como no dejes de contradecirme, te mandaré a vivir con tu abuela, y terminaras el instituto en ese pueblo - amenazaba la dueña de la casa con la cuchara.

Tatiana me miro, ella quería que interveniera, llevarle la contraria a mi madre era las de peder.

- ¿y qué hay de comer? - esa fue mi pregunta.

- ensalada, pollo - dijo mi madre.

- ¿vendras con nosotras? - preguntaba Tatiana.

- Sabes que yo ire después, cuando acabe el trabajo, ya sabes que me dan las vacaciones a finales de junio.

- ¿ y por qué no vamos juntas? - dijo mi hermana.

Mi madre no contestó, solo hizo un gesto señalado los platos de comida, y se sentó en el salón viendo la tele.

- Anastasia podías haberme ayudado - me dijo mi hermana en voz baja.

- Mira Tatiana, ves el trozo de pepino en mi plato - dije señalado el plato con más comida.

- ¿Por qué es ese tu plato?

- Pues ese trozo de pepino eres tú, yo soy la lechuga, y mama el pollo. En pocas palabras eres la más pequeña, y la que menos autoridad tiene para tomar decisiones. - dije mientras me sentaba a comer.

- Eres mala - dijo la rubia - además yo soy más alta que tú.

- Chicas dejad de pelearos, quiero escuchar las noticias. - dijo mi madre mientras aumentaba el volumen del televisor.

En la pantalla salía el jefe de mi madre, estaba hablando de una nueva investigación, una mejora en los genes humanos. No se por qué pero ese hombre no me traía buenas sensaciones. Mi madre trabaja en el sector de investigación, y parece algo tensa escuchando las noticias. No se si debería preguntarle.


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