Ash #2

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Parte narrada por el sexy vampiro Ash

La cabeza me daba vueltas, no podía mantener los ojos abiertos. Recuerdo que a mi lado estaban Agni y Valegnia.

Al volver abrir los ojos, una luz blanca me hizo cerrarlos nuevamente. Creo que estoy en el laboratorio, en una de las camillas de urgencias. Los abrí al escuchar la voz de Valegnia.

- Ash - dijo entristecida - por fin has despertado.

- ¿Qué ha pasado? - dije mirando mis brazos, en el izquierdo tenía un tubo conectado a un aparato.

- Exactamente no lo sé, pero estabas muy grave - dijo dándome la mano - tu padre dijo que tomastes sangre envenenada, y luego dijo otra cosa que no llegue a escuchar.

- ¿qué? - pregunte confundido - yo solo mordí a la estupida esa...era humana - dije inseguro.

De repente por la puerta entró Ofvok, estaba algo más tranquilo que de costumbre, al ver me sonrió pero se borró rápidamente cuando sus ojos miraban nuestras manos entrelazadas.

- por fin has despertado bella durmiente - dijo Ofvok algo molesto.

- dejalo en paz - dijo Valegnia - le pasa algo.

Ofvok hizo una mueca, a veces era insoportable aguantar a Ofvok, pero era uno de mis mejores amigos, y sabía a la perfección que él estaba enamorado de Valegnia, y eso me hacía disfrutar más de la escena.

- Es retrasado, eso es lo que le pasa - dijo.

- ¿Dondé está Agni? - me acordé de mi hermano.

- Sigue con Ufno, ahora mismo le están intentado quitar la bala. Por lo visto no es una bala normal, es mágica. - dijo Ofvok.

- ¿Mágica..? - me sorprendí al escuchar este dato - pero no la detectemos.

- Puede ser que tenga un conjuro - comento Valegnia soltado mi mano.

- Seguramente - dije.

Esas chicas parecían humanas, pero si conocen la magia no pueden ser lo. Fue todo tan raro, no note ningún aura ni esencia. No pueden ser de los nuestros, pero si tampoco son humanas, ¿serán ángeles?

- Creo que nos metimos con las que no debíamos - dijo Ofvok - si solo nos fueramos delimitado a transformar no nos hubiera sucedido esto.

- Ahora Ufno esta sufriendo mucho por la bala, si estuviéramos en el mundo vampírico. - comente pensando en nuestro amigo herido, que debe estar pasándolas canuta con las estúpidas máquinas humanas, son tan atrasadas.

- Kristraley - dijo Valegnia pronunciando nuestro hogar. - esa es nuestra dimensión, que posee mejores avances tecnológicamente.

- Ya mismo nos pertenece este planeta, la Tierra - dijo Ofvok.

- No cantes victoria tan pronto - dijo Agni entrando por la puerta. - Ufno está recuperándose, la bala no era sencilla, un disparo más preciso y fuera muerto.

- Agni, ¿tú llegastes a morder a la chica? - pregunte.

- Afortunadamente no - dijo mirando mi estado.

Mi padre entró por la habitación cabreado, aunque intente esconderlo, esta furioso. Miro a Valegnia y Ofvok y no le hizo falta pronunciar palabras para que ellos captarán el mensaje y se largaron.

- Luego hablamos - dijo la chica de cabello morado antes de irse.

Me incorpore en la camilla, Agni se encontraba en mi izquierda y mi padre en la derecha. Ahí estaba yo esperando el veredicto del líder inútil.

- No voy a preguntar de quién fue la estúpida idea de salir de caza, cuando nuestra misión es transformar no alimentarse sin necesidad de ir matando humanos, nosotros fabricamos nuestro propio alimento. - dijo mi padre, era verdad que podíamos fabricar nuestra propia sangre que era casi igual que humana, incluso más sana. Pero no tienen el mismo sabor. Ni nos aporta la misma energía.

- Fue mía - dije a la misma vez que Agni.

- Tal para cual - dijo nuestro padre - sois unos insensatos, ahora tenemos más problemas.

- Y uno de ellos es...- continuó hablando - tu propia vida - eso me sorprendió.

- Pero..si somos inmortales. - dijo Agni.

- No te equivoques hijo, podemos vivir para siempre, incluso tener 400 años y parecer que tenemos 25 años. - corrigió el experto. - Pero si podemos morir, ya sea mediante un arma mágica o morder a un ser similar a nosotros, un ser con el alma impura, maligna.

- entonces lo que yo mordí...¿no era humano?- tragué saliva.

- Efectivamente.

- Entonces ¿qué era? - preguntó Agni más preocupado que yo.

- Los estudios que hicimos sobre tu estado, nos informan de que bebistes sangre de un demonio, tomastes sangre envenenada. Causando así, que se contamine tu propia sangre, provocando una muerte lentamente y dolorosa. No hemos podido extraer la sangre contaminada, tu sangre se contaminó.

Las palabras de mi padre no me dolieron, acaba de escuchar que iba a morir, que estaba envenenado. Me quede sin expresar ningún sentimiento, como si mi propia muerte no me importara.

- ¿no hay algún remedio? - dijo Agni exaltado.

- Investigando con el equipo, hay un método que podemos probar. - dijo mi padre esperanzado - tendremos que hacer una especie de vacuna, volver a coger la misma sangre y preparar la cura, haciendo que la propia sangre salga de tu cuerpo, la elimine.

Al escuchar las palabras de mi padre, Agni se alegró más que yo. Se que mi padre y su equipo pueden lograrlo, ellos son espléndidos a nivel científico. Pero dar con la misma chica, era lo mismo que decir que el mar de sangre existía, una historia mitológica vampírica.

- No creo que de con ella - dije soportando el dolor de mi cuerpo, mi piel empezó a arder, como si me estuviera hirviendo.

- Yo lo haré - dijo Agni - las buscare y las traeré aquí.

- No tienes por....Ahh me duele el cuerpo - dije suspirando del dolor.

- Te daré una dosis para el dolor, una cada ocho horas. - mi padre me pinchó para que el dolor no cesará. Una vez que el pinchazo tocó mi piel, el líquido hizo desaparecer el dolor.

- Mandare algunas tropas para que busquen al demonio. - dijo mi padre.

- Yo preparare al grupo para capturarlas. No te preocupes Ash, las encontraremos.

- Solo nos hace falta a la misma chica a la que mordió. - intervino nuestro padre.

Agni se acerco a más a mi, me dió la mano, y dijo - Ash volveré pronto, tu solo mantente con vida - mi vida era más importante para mi hermano que para mí mismo.

Y antes de darme cuenta salieron de la sala mi hermano y el científico e inútil líder.

Ahora mismo me odio a mismo, odio mi propio ser, yo tampoco era un buen líder y mucho menos un buen hermano. Arriesgue la vida del grupo, no detecte al demonio, no tenía ese olor, ni siquiera la apariencia.

Me recoste en la cama, cerré los ojos para ver el rostro de la que me ha envenenado sin darme cuenta. Una chica asustada, su rostro era bello, tenía unos ojos azules como si fueran de cristal y eran grandes llenos de lágrimas que recorrían sus mejillas. Su piel era tan dulce, la sangre era sabrosa hasta que dejó de serlo. En un abrir y cerrar de ojos el sabor del jugo cambiará. Además, ella me golpeó con un aire lanzado de su cuerpo. Claramente no es humana, pero tampoco diría que es cien por cien demonio.

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