P.O.V 119
Me levante de la cama pensando aun que todo era un sueño, pero no lo es.
Cerca de un tocador estaba mi maleta, me acerque a ella. Me puse mi uniforme militar color azul, una camisa negra y obviamente mis botas y mis mayas ya que es mi unico par de zapatos que tengo.
A decir verdad yo no duermo mucho solo duermo 2 horas, pero ahora dormi mas. Tal vez porque llevaba dias sin dormir. Cuando llevo dias sin dormir nada durmo hasta 6 horas.
Talvez sera que no duermo mucho por causa de un experimento pero no creo porque siempre escucho unos gritos mientra duermo. Esos gritos siempre suenan como dos adultos un hombre y una mujer.
A veces sueño con la guerra y lo que me obligaron hacer pero no me arrepiento porque conoci a grandes amigos que desconozco su paradero.
Baje de las escaleras, ahi me estan esperando Sebastian y el joven amo Phantomhive.
Ellos me miraron de pies a cabeza, se veian disgustados en mi forma de vestir. Sebastian vio a una chica con anteojos grandes, con pelo rojo y vestida de sirvienta.
-Mey-Rin ¿tienes otra ropa que no uses?- Pregunto Sebastian. La chica se sonrojo pero también se veia nerviosa, ella sólo asintio. Fue rapido con la ropa. Sebastian me arrojó la ropa y yo subi otra vez al cuarto a cambiarme.
Cuando ya por fin me cambie. Subimos al carruaje. Miraba por la ventana el lugar es hermoso. El coche se paró cerca de una tienda de ropa para ¿niños?.
Entramos a esa tienda. La mujer como de 30 años abrazo a Ciel y a Sebastian le dirigió una mirada de odio.
La mujer tiene el pelo cafe amarrado de una cola alta rizada de lado izquierdo, sus ojos color cafe y con lentes de forma de óvalo. Usa una camiseta ajustada de corte bajo y manga larga y un chaleco cosido con encaje negro encima, así como una falda desgarrada que revela pantalones cortos debajo para relucir su hermosa figura con ligas visibles debajo de el pantalón corto y botas negras que le llega hasta las rodillas sujetadas con las ligas, pero tambien era muy llamativa y mas moderna.
- Querido Ciel ¿Que te trai por aqui?- pregunto la mujer con una voz chillona.
- vine para que le de ropa mas decente a la asistente de Sebastian - respondio cuando la mujer lo dejo de abrazar. Ella me vio de pies a cabeza y despues le brillaron los ojos.
-¡Oh por dios querida eres muy hermosa! pero tu ropa es horrible y con esas botas todas viejas - respondio la mujer con disgusto al ver mi ropa y me abrazo tan fuerte - lastima que seas ayudante de un cabeza dura - contesto la mujer con odio hacia Sebastian.
Me dejó de abrazar, y se acercó un poco más a Sebastian. Puso su mano en su barbilla haciendo una pose de diva y Sebastián la veía con odio.
- Señorita Nina vinimos por su ayuda - contesto Sebastian con irritacion.
-¡Oh! claro, Dime dulzura ¿cual es tu nombre?- dejo de abrazarme. Me quede quieta, no sabia que responder.
- mi... nombre - tartamudie.
- si querida ¿quiero saber tu nombre - dijo Nina con traquilidad.
- su nombre es eve - contesto el joven amo.
- Que raro nombre jamas lo eh oido - dijo poniendo un dedo en su mejilla haciendo como si pensará - bueno, a lo que vienen ven, querida te voy a tomar las medidas - me arrastro hasta el segundo piso. Ella tomo mis medidas rapido y empezo a coser.
Acabo de coser en unos segundos, vaya que es rapida - Tal vez deberia cortarte el pelo lo tienes muy maltratado querida - vi las puntas de mi pelo es verdad lo tengo mal tratado.
En el asilo no podias salir de ahi sin compañía o autorización de alguien. Los baños eran lo peor porque tenias que desvertiste enfrente de los demas, no habia cortinas y el agua estaba helada.
La razon que tengo el pelo maltratado es porque a ello no le gustaba que los "pacientes" tenga el pelo suave y sedozo. Además que quería que parecieramos enfermos cuando tenías que salir afuera.
El asilo es oscuro y viejo, las paredes de color verde, pero en el sotano ahi estan todos las personas con las que experimentan, solo algunos pacientes son experimentos y otros no porque algunos no se encuentra bien de salud o no son jovenes. Ellos quieren experimentar con jovenes porque segun ellos los jovenes duran mas que los viejos.
Recuerdo que a veces los "doctores" me llamaban Evangelio no se por que, pero se que no es mi nombre.
Escuche que Nina me llamaba y deje mis pensamientos a lado.
- querida ven y sientate aqui - dijo Nina apuntando a una silla. Me sente en la silla - No te lo cortare mucho de acuerdo, solo las puntas - yo asenti. Ella empezo a cortar mi pelo. Poco a poco sentia como mi pelo caí en mi espalda era como un cosquilleo en mi espalda
Cuando termino Nina, me acerco a un espejo y mire mi pelo ahora lo tenia hasta la mitad de la espalda.
Nina me paso la ropa que hizo para mi y me dio unos zapatos de tacon bajo color negro.
Me los probe me quedaban perfecto. La ropa que diseñó para mi era de sirvienta de color negro y unos cuantos vestidos para salir.
Me puse lo que ella me dio. Es una camisa blanca de manga corta, un vestido jumper negro y unos zapatos de tacon bajo.
-¡Oh! querida te vez hermosa - exclamo Nina.
- muchas gracias señorita Nina - hice una reverencia.
- querida no hagas eso, yo con gusto te hago tu ropa eres hermosa, querida - dijo Nina. Luego ella me miro - querida estan muy flaca tienes que comer algo -
- claro, por supuesto - al decir verdad no desayune nada.
- seguramente ese cabeza dura no te dejo comer ¿verdad? - dijo Nina con rencor a Sebastian y se acerco a mi cara. Yo retrocedi.
- no, es eso no tuve tiempo de desayunar - respondi con nerviosismo. Además que en el asilo no nos daban mucha comida.
- Mmm... te creo querida - respondio - porque algunas veces no tengo tiempo de desayunar, ahora baja para que te vean y no te preocupe por las demas ropas, yo le dijo a unas de mis empleadas que ponga la demás ropas en una bolsa y lo lleven al carruaje - Yo asenti y rapido baje las escaleras.
Hola espero que les haya gustado el capitulo. Me informe mucho sobre está época.
Bye ~♡
☆☆☆
ESTÁS LEYENDO
Monochrome no kiss
FanfictionSebastián encuentra una joven chica sola, en un callejón llorando y pidiendo ayuda. El la rescata. -¿Cual es tu nombre señorita?- pregunto Sebastián. ella sólo lo miraba como si no entendiera. El miro la muñeca de la chica tenía un tatuaje. "119". ...