Capitulo 13

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P.O.V Sebastian

-¡Tu no harás nada demonio ella no merece vivir!- dijo una voz diferente a la de Pandora. Cerró los ojos, sus ojos volvieron hacer azules pero como un azul plata. Después cayó en el suelo. Se veía que le faltaba el aire.

- ¿Estas bien?- pregunté agachandome.

- si, pero te juro que no era yo - rogó y le extendi mi mano.

- Se que no eras tú, oí la conversación que tuviste con el teniente Gilbert - la ayude a pararse.

- No te hecho la culpa que hayas escuchado está bien tarde o temprano tenías que saber algo - lo dijo en un tono triste.

- ¿de qué hablas? - pregunté confudido.

- Hay algo que hice en el pasado. Un pecado imborrable pero no fui la única también lo hizo Trino pero no te lo pienso decir por el momento - Respondió en voz queda - no quiero que te preocupes - esposo una sonrisa falsa. Entró a su habitación. Pandora estaba llorando, mejor la deje sola es mejor.

A la mañana siguiente a la 6 de la tarde fuimos al pueblo Rutlegde.

- Si entran a los archivos busquen a alguien que se llame Alexander Alonso no conozco su apellido pero su número es 120 - asenti. Nos separamos.

Después de un rato escuché gritos de las personas seguramente vieron a Pandora. Esta en peligro, empecé a correr.

Llegue a un callejón ahí estaba tirado el collar que le di. Recogí el collar y lo guarde en el bolsillo de el saco.

《Esta noche entramos,eso está más que claro.》pensé con rabia.

Después de unas horas todos entramos al lugar con armas. Estaba vestido con un el uniforme militar con un gorro negro militar que usa Pandora y el teniente Gilbert.

Entre al sótano está todo oscuro, las paredes de color verde oscuro y las puertas tenien una ventanilla.

Escuché un grito, fui hasta la mitad de el pasillo estaba una celda de barrotes ya oxidada. Ahí estaba Pandora. Estaba cubierta de sangre, sus oídos, su boca, su nariz y sus manos están llenas de sangre.

- ¿Qué te pasó? ¿Que te hicieron? - pregunté preocupado pero por dentro me moría de la angustia de algo más le hubieran hecho. Ella no se merece que la traten así sólo por el hecho de ser mestiza tal vez.  Me senté y agarré los abarrotes.

- Deja de gritar - se tapó los oídos. Parece que no tolera los ruidos normales.

- No estoy gritando - dije en tono preocupado. ¿Que diablos le hicieron? Para que este así. Ella suspiro.

- Es el experimento 946 es un suero que debe dar la inmortalidad pero sólo causa dolor de cabeza, alusinacion, paranoia, supitos en los oídos, dolor en todo el cuerpo, náuseas, vomito de sangre incluso la muerte y muchos no han sobrevivido a la segunda inyección o la primera.

-¿cuántas llevas? - me temía lo peor.

- sólo dos pero ahorita van a ponerme la tercera y seguro que no sobrevivire - ella tosio - Busca a Alexander Alonso es un niño de 6 años le prometí que lo llevaría con su familia - volvió a toser pero está vez escubio sangre. Me quite el saco y se lo di, estaba fría y su frente estaba caliente. Su ojo derecho ahora estaba de color rojo y el otro era verde pero no tenían brillo.

- Te prometo que volveré por ti - corrí. A otro pasillo a la derecha me encontré al joven amo.

P.O.V. Ciel

- Quedate aquí en la puerta - le ordene a Sebastian. Llevaba puesto la misma ropa de cuando murió Madam roja, mi tía. Un pantalón negro, una camisa blanca, un moño negro, un chaleco café y una boina café y mi parche negro. Entre al despacho.

Monochrome no kissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora