Monochrome no kiss

Capitulo 14

P.O.V PANDORA

Abrí mis ojos estaba en una celda. Vaya parece que no le quedaban más habitación o simplemente nos les importó que estén oxidados los barrotes pero de todas formas estoy débil. No puedo ni moverme. Trate de sentarme. Use toda mis fuerzas para aunque sea sentarme. Ya que por fin me pude sentar con el cuerpo todo dolido. Empecé a gritar.

-¡Alguien que me ayude! - grite con todo lo que puede. Había empezado a toser y escubir sangre. Derepende llegaba Sebastian con el mismo uniforme militar de Gilbert y mío pero con un gorro negro. El se sentó y agarró los abarrodes mientras yo me mantenía con mis manos en el suelo para seguir sentada.

-¿Qué te pasó? ¿Que te hicieron? - al escucharlo hablar me empienza a zumbar los oídos. Me tape rápido los oídos.

- No grites - ordene.

- No estoy gritando - contesto el con un tono angustiado. Suspire.

- Es el experimento 946 es un suero que debe dar la inmortalidad pero sólo causa dolor de cabeza, alusinacion, paranoia, zumbidos en los oídos, dolor en todo el cuerpo, náuseas, vomito de sangre incluso la muerte y muchos no han sobrevivido a la segunda inyección o la primera - le informe. -

-¿Cuántas llevas? - su tono seguía igual pero su mirar era triste y a la vez serio. ¿Como le hace para tener siempre una mirada sería?.

- 2 pero ahorita van a ponerme la tercera y seguro que no sobrevivire - le comenté y empecé a toser más fuerte - Busca a Alexander Alonso es un niño de 6 años le prometí que lo llevaría con su familia - volví a toser pero escubi sangre. Sebastian estaba más preocupado. Me tocó mis brazos y mi frente luego se quitó su saco y me lo puso en los hombros. Traía puesto una camisa blanca como la que siempre lleva puesta como mayordomo. El me miraba, leí sus pensamientos mi ojo derecho ahora era color rojo y el otro verde sin brillo. El se levanto aún seguía viéndome con el mismo mirar.

-Te prometo que volveré por ti - corrió a sabe donde. Me rescoste en el suelo con el saco de Sebastian. Olía su olor y sentía su presencia en el. Después de un rato abrieron la celda. Me pusieron cadenas en los brazos y piernas, me llevaban arrastrando.

Me llevaron a unos de los cuartos que usan de laboratorio. Me pusieron en la camilla que estaba al medio y me pusieron una inyección. Se fueron esos dos que me arrastraron hasta aquí. Al frente mío estaba el Doctor Dumby. Me veía con deseo.

- Por fin podré hacerte mia - me beso el cuello. Sentí asco que me tocará. - el suero que te acaba de poner es para poder controlarte pero causa los mismos efectos de que la de inmortalidad - comentó el Doctor Dumby. Quiero escapar pero no tengo fuerzas y estoy amarrada pero se me ocurrió algo. Le escupi en la cara - ¡Así que no quieres! - chasqueo los dedos. Entraron otros dos doctores - ¡Póngale el suero y ahora que no sea una que sean dos! - mientras se limpiaba la cara. Se veia totalmente enojado.

- Pero Doctor ella no podrá sobrevivir con la siguiente - dijo uno de los doctores que es moreno.

- ¡Sólo obedece! - los dos sujetos obedecieron. Trate de resistirme, no puedo hacer nada en mi estado y me inyectaron.

Al terminar de ponerme el suero empecé a sentir náuseas. Después de unos segundos se escucho que alguien tumbó la puerta. Era Sebastian y estaba peleando con los otros dos doctores. Con la fuerza que tenía decise las cadenas con la alquimia. Me paré, pero caí de rodillas y empecé a vomitar sangre. Sebastian al terminar de pelear me ayudó a levantarme.

Al salir de ese lugar me llevo hasta un callejón solitario.

- Estarás bien, te lo prometo - me rescosto en el suelo y me recargo la cabeza en la pared.