Capitulo IX: Asesinato

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En medio de la noche un hombre entro por la ventana de nuestro cuarto, apenas dio un paso y tenía tres cuchillos en su cuello.

Drego: dinos quien eres, quien te envía y que es lo que quieres y tal vez te perdonemos la vida.

Aben: soy Aben, me envían los Sharanet para matar al conde de Blaura.

Lo noqueamos, atamos y amordazamos, nos vestimos y armamos y fuimos directo a la batalla, el emblema de su clan me incomodó (sé que lo he visto antes), llegamos afuera de la habitación del conde y encontramos a Yudeviz y sus compañeros enfrentando al enemigo.

Al llegar vi a Yudeviz usando la llave que me aplicó y a su enemigo usando el mismo truco que yo, corrí lo más rápido que pude y lo pateé en la quijada rompiéndosela y haciendo que lo soltara, dos asesinos me atacaron por la espalda, pero mis hermanos me protegieron.

Yudeviz: ¿Que hacen aquí?
Drego: ¿no es obvio? Salvarte a ti y al conde.

Yudeviz: su ayuda no es necesaria.

Drego: por lo que yo veo, si.

En ese momento entro un grupo de asesinos diferente a los otros, se veían más fuertes, más aptos, más... letales, por sus ropas e insignias (trajes negro azabache con líneas rojo carmesí y una marca dorada como el sol naciente) se veía que eran de las ramas superiores del clan.

Asesino: así que por eso es que el conde sigue vivo, nada más y nada menos que los famosos Ankshara y los fieles Naiturn.

Drego: ¿Quién eres y que quieres?

Bolám: soy Bolám, líder de los Sharanet, asesinos de Yridios, dime asesino ¿Cuál es tu nombre?

Drego: soy Drego, heredero de los Ankshara, asesinos de Chesta.

Bolám: nos contrataron para matar al conde, pero también terminaremos un trabajo que debimos terminar hace mucho tiempo.

Drego: ¿de qué hablas, estuviste el día de la gran matanza?

Bolám: moriría antes de decírtelo.

Drego: entonces date por muerto.

Desenvainé mi espada y salté hacia él con intención asesina, evitó mi ataque fácilmente y me dio con la palma de su mano en la cabeza, me tomó por el cuello, me levantó y me lanzó a la puerta del conde, me levanté y corrí hacia el apuntándole al cuello, pero el bloqueó mi ataque con su hacha, me golpeó en la boca, desenvainé mi cuchillo largo y apuñalé sus costillas, la sangre brotó de su cuerpo como una cascada roja y cayó al suelo.

Drego: dime lo que quiero saber y aceleraré tu muerte.

Bolám: un noble nos contrató para matar a un hombre, Ránshu, cuando volvíamos de ese trabajo oímos a unos mercenarios hablar del exterminio de tu clan.

Drego: ¿sabes quién lo ordeno?

Bolám: si, fue el...

En ese momento su alma y su cuerpo se separaron para no volverse a encontrar mas, la muerte del hombre me afectó como pocas, capítulos que genera la vida en noches oscuras nos marcan y hacen cambiar, ya sea para bien o para mal debemos avanzar.

Los demás miembros del clan atacaron inmediatamente Alesol enfrentó a un joven bastante veloz en un duelo de velocidades, los movimientos de ambos superaban con creces la velocidad de todos allí presentes, sus espadas chocaban tan rápidas como rayos y fuertes como truenos, su enemigo retrocedió y lanzo un ataque con furia, Alesol lo bloqueo y lo golpeo con su escudo rompiéndole la boca, el lo pateo en el suelo y Alesol cayó al suelo, se levantaron y continuaron con el combate a la velocidad de la luz, Alesol lanzó su escudo, su enemigo lo esquivo y Alesol le cortó la cabeza.

Odex se enfrento a un gigante (en una lucha de David contra Goliat) siendo superado de forma casi inmediata, lo pateó en el estomago, tomo su brazo y pierna y se dispuso a romperlos, Odex lo golpeó en su entrepierna haciendo que lo suelte, tomó su lanza y ambos se colocaron en guardia, los dos atacaron al mismo tiempo, lanza contra lanza, fuerza contra técnica.

Su rival demostrando el gran poder y la brutalidad movía su lanza como una extensión de su ser, Odex exhibiendo su dominio y control de la lanza, ambos usaban el máximo de su capacidad, golpeando y esquivando con fuerza y vigor alcanzando y superando el límite de sus habilidades, Odex logró superar la defensa de su oponente y atravesar su corazón.

Yudeviz combatió con dos guerreras bastante voluminosas y habilidosas, los cuchillos de las dos guerreras la acosaban y acorralaban dejándola contra la pared (literal) su velocidad y destreza eran suficiente para intentar mantenerlas a raya, lancé un cuchillo hacia una de ellas, Yudeviz aprovechando esa distracción y mató a la primera y la segunda continuo luchando unos segundos y cayó sin vida.

Yudeviz: gracias, pero todo estaba bajo control.

Drego: estoy seguro que si no interferimos todos estarían muertos.

Yudeviz: ustedes son invitados, nosotros limpiaremos esto.

Crónicas de Trojak(Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora