Mi nombre es Thompson hija de Emma Darlyn y Dylan Thompson, tuve una hermosa infancia no lo puedo negar, mi madre era muy cariñosa y mi padre, nunca lo conocí... mi madre dice que mi padre si logro conocerme, ella nunca se casó de nuevo, solía decir que mi padre al morir se llevó su corazón, en ese momento no lo entendí pero aunque mi padre me hiciera falta mi madre estuvo para mí siempre que la necesite.
Vivíamos muy apartados de toda civilización en un desierto para ser específica, la mayoría eran madres e hijos y los pocos padres que habitaban eran parejas jóvenes de tan solo unos años de vivir juntos, por curiosidad un día le pregunté a mi madre sobre mi padre ella me dijo que murió defendiéndome y le dije
- ¿defendiéndome de qué? Ella me respondió de una manera tan triste que casi podía llorar de la melancolía- no es de que, sino de quienes, Me dijo.
- ¿de quienes?
- hija, somos algo que para los humanos o para cualquier otro ser nunca terminaron de comprender
- no comprendo.
- nos llaman especies por las múltiples ventajas que tenemos... Creo que ya es momento en que te enteres de esto, veras hija hace mucho, mucho tiempo, cuando los humanos empezaban a descubrir vidas en cada planeta y en otras galaxias empezaron a experimentar en otros humanos con diferentes especies pero no era solo mesclar su ADN sino sacar su máximo poder, por lo que se caracterizaran mejor, es decir, si una raza se caracterizaba por ser inteligente robaban de alguna manera su poder vital de donde provenía su inteligencia, si era la fuerza tomaban su fuerza y crear un ser perfecto.
- y lo lograron ¿cierto?
- digamos que, si lo lograron después de tantos fracasos, Mi madre detalladamente me conto nuestro pasado y al final lo que concluí no fue nada inteligente.
- ¡¿qué, ósea que cuando me enamore lo sabré así nada más?!
- no exactamente cariño cuando seas más grande lo sabrás.
- aun no entiendo ¿porque murió papa?
- bueno FPEG trata de recuperar todos los bebes y en uno de esos intentos tu tenías un año de edad, vivíamos en un pueblito cerca de la ciudad, junto con otros seres de nuestro tipo, lo hacíamos en ese lugar, y aun lo hacemos, para protegernos, pero ahora la FPEG han creado armas que pueden matarnos fácilmente.
- ¿matarnos fácilmente? ¿Cómo?
- convirtiéndonos en humanos... veras pequeña ese día te estaba cuidando sola como de costumbre y tu padre llego a la casa repentinamente muy asustado y paranoico, él estaba tan feliz de tenerte que te escondió, pero tanto te amaba a ti como me amaba a mí que nos encerró juntas, lo único que podía oír de afuera era gritos y lamentos, muchos de los nuestros murieron, uno de los FPEG entro a la casa y nos encontró del escondite en el que estábamos e intento disparate a ti el antídoto para convertirte en humana tu padre apareció de la nada para defendernos entonces el tipo le disparo a tu padre, la inyección toco una arteria vital y así murió.- mi madre estaba tan triste que no pude evitar llegar a ella y abrazarla, aunque apenas tenía 12 años de edad era totalmente capaz de comprender todo pues a mis 10 años había desarrollado un intelecto y madurez de una joven de 20 años de edad, juntas nos abrazamos y permanecimos así por un momento.
Nosotros las especies tenemos una memoria con una ventaja increíble y a la vez la peor desventaja... nunca olvidamos así que pude imaginarme el dolor de mi madre y a la vez también era mi dolor.
mi madre, fue la mujer más hermosa considerada por muchos, era blanca como la nieve el cabello negro como la obscuridad sus labios rojos como la sangre sus ojos azules como el cielo por las mañanas, era hermosa y cualquier expresión era cautivadora, mi madre me decía que mi parecido físico era exactamente al de ella a diferencia que mis ojos eran negros y decía que me cambiarían de color hasta que un sentimiento demasiado grande llegara a mí, pero mi carácter era idéntico al de mi padre pues ella decía que cuando quería algo me aferraba tanto a ello que no me importaba las consecuencias con tal de estar o tener lo que deseo.
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ESPECIES
Science FictionY si el amor decide jugar conmigo, yo pondré las reglas del juego