Capítulo 3 "extraño sentimiento"

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2 años después.... Una tarde luego de terminar el estudio diario (libros que mi madre me hacía leer) me di cuenta que había cambiado mi rutina ya había pasado unos años y para estas alturas todos conocían a Eriol en especial mis amigas y algunos amigos, yo me sentía orgullosa de tenerlo en mi casa como mi hermano, ya tenía 14 años, más de 22 en vida humana, recuerdo muy bien que fue en ese día, en esa tarde que deje de querer a Eriol como un simple hermano, de camino a mi casa y vi a muchas de mis amigas riendo con él, mi supuesto hermano, tome su mano e importándome muy poco las miradas de las personas cercanas y de aquellas que se encontraban con él y entre a la casa y en voz de reclamo y algo exaltada le dije - no quiero que estés con ellas

- ¿porque? pregunto totalmente extrañado.- no supe que contestar entonces solo solté su mano y subí a mi cuarto y pensé ¿qué es esto? que horrible persona soy porque le dije eso en que pensaba, no tenía cara para regresar y pedirle disculpas pero sabía que tenía que obligarme a bajar y pedir disculpas, así que baje, cuidadosamente y no lo vi Salí de mi casa pensando que podría estar afuera, pero tampoco lo encontré me encontré a mis viejos amigos a los que frecuentaba antes de la llegada de Eriol, me recibieron muy bien y me animaron a estar un rato con ellos a pasar una tarde entre viejos amigos como antes, quería pedirle disculpas a Eriol pero por un momento quería olvidar ese extraño sentimiento y estaba a punto de decir que si cuando me tope con Eriol, me sorprendí mucho al verlo con una mirada furiosa y al parecer no era la única sorprendida, tomo mi mano y entramos a la casa

- ¿qué sucede? dije asustada

- me dices que no esté con quien yo quiera, pero tu si puedes irte con quien quieras, no es justo. Afirmo. Por un momento me quede en blanco.

- ¿estás celoso? Espera, yo estaba celosa - para mi sorpresa lo dije en vos fuerte. El solo me miraba y no decía nada en ese silencio tuve la oportunidad de verlo como nunca lo había visto antes su cabello era dorado, su piel blanca, sus ojos brillantes de color ámbar dorados que combinaban perfectamente con su cabello, sus ojos eran tan penetrantes que por un segundo sentí que se me iba el aliento, no necesitaba demasiado el aire para respirar pero con su mirada sentía que me ahogaba entonces hizo una media sonrisa que sentí que todo en mi temblaba y dijo

- ¿así que esto son los celos? lo decía más para el que para mi

- ¿estabas celoso?

- ¿y tú?

- no me respondas con preguntas, siempre lo haces entonces ¿sí o no?

- ¿y tú?

- sí, fue todo lo que dije sentí un alivio correr por mi venas

- ¿y tú? Dije desesperada

- ¿no es obvio?

- no, no lo es di sí o no

- sonrió y solo dijo - si

- está bien, dije, de ahora en adelante solo estaremos los 2 ¿te parece?, quise decir tanto, pero en ese momento no estaba ni segura de la mayoría de cosas que decía, amablemente Eriol sonrió y dijo

- eso me basta por ahora.

- ¿ahora? ¿Cómo así? ¿Hay más? Sabes, tu siempre me dejas pensando la mitad de cosas que dices no te entiendo.

- eso no es tan malo de escuchar viniendo de ti.

Él siempre sabía que decir, cuando y en qué momento decirlo, antes de esta situación éramos unidos, después de esta conversación fuimos inseparables, a veces cuando dormía mucho más de lo normal encontraba a mi madre y a Eriol platicando como una conversación entre adultos, era algo extraño, mi madre nunca platicaba más de lo normal con los demás, nunca le conocí a una amiga o amigo cercano pero con Eriol todo mi mundo era diferente, una de esas mañanas que dormía más de lo normal no baje completamente me quede en las gradas observándolo y por alguna razón no podía dejar de verlo y ni siquiera prestaba atención a lo que estaban platicando y en ese momento el fijo su mirada en mí y ni siquiera pude quitar la vista fue todo lo contrario, sentí como entraba en sus ojos y entonces oí que mi madre dijo Eriol ¿estás bien? - sí, fue todo lo que dijo. Pero no dejaba de verme y yo no podía quitarle la mirada pudo haber pasado días y yo estaba inmóvil hasta que al fin dijo.

- ¿porque no avanzas?

- ¿Qué?... Sali de mi trance

- acompáñame y siéntate conmigo.

- claro

- buenos días hija ¿cómo amaneciste? - dijo mi madre con mayor entusiasmo de lo normal.

- ¿Qué pasa? - Mi madre estaba eufórica y Eriol sostuvo su cabeza con su mano derecha con expresión de poco interés.

- ¿Qué pasa?, demande

- dilo tú, estuviste el tiempo suficiente para escuchar nuestra conversación ¿no? - increíble pensé no escuché nada por perderme en su mirada, ¿Qué me estaba pasando?, creí que me estaba volviendo loca.

- no se dije y de la manera más bajo que pude, en cierto punto, creí que solo yo me había escuchado.

- entonces te diré luego me dijo al igual de bajo a manera que solo yo le escuche y continúe ese día luego del desayuno era el estudio, nuestra curiosidad por las cosas era increíble así que sin darnos cuenta aprendíamos más de los normal cosa que no era problema por la madures de nuestra inteligencia, Eriol siempre estaba conmigo y a donde el estuviese allí estaba yo, sentía que todo en mi vida estaba bien, era feliz con mi madre y con Eriol.

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