Estaba frente a dos enormes tipos y ambos me miraban con cara de cena, bien, mi mente decía ¡CORRE! ¡CORRE! Pero mi cuerpo estaba inmóvil, ambos se me acercaron e intentaron tocarme, luche hasta donde pude, inútilmente, pues eran obviamente más fuertes y perdí la conciencia, lo último que recuerdo de ese momento fue el inmenso dolor de la enorme golpiza que recibí por esos grandulones y que querían violarme, cuando abrí mi ojos me encontraba acostada viendo la pared, una pared crema sucia, en una camilla pequeña y extraña, estaba envuelta de gasas con algodones con una medicina muy, muy antigua para sanar, escuche la televisión encendida y me levante lo más rápido que pude aunque el gran dolor corporal que sentía no ayudaba mucho, entonces vi a una chica muy linda y muy asustada se levantó a ayudarme.
- No deberías de pararte aun, quédate en cama tranquila, nadie te hará daño. - escuche
- ¿a dónde estoy?
- en mi casa.
- me duele. - me queje.
- lo lamento, no podemos recurrir por medicinas, ¿Qué especie eres?
- no lo sé.
- ¿Cómo que no lo sabes?
- me duele. - me queje nuevamente.
- hay perdón. - se sobre salto un poco y me ayudo a recostarme en la pequeña camilla.
- gracias
- por nada.
- me salvaste. - Dije.
- no, fue Peter es muy amable y ayudamos a los que podemos.
- ¿Peter?
- ya lo veras.
- gracias.
- por nada, ¿Qué hacías a esas horas en esos lugares tu sola? ¿Pretendías morir? - lo dijo en forma de reclamo y me causo mucha gracia. - ¡No te rías! - reclamo.
- lo siento, ¿tienes una cara muy dulce y de niña para regañar a una adulta no crees?
- no soy tan niña.
- ¿a no?
- no, este año cumplo 18.
- ¡oh! discúlpame por favor, no sabía que ya eras una adulta.
- ¿te burlas otra vez?
- no, lo siento, gracias por ayudarme.
- ya te dije que fue Peter, yo solo ayude con tus heridas, pero no soy muy buena pues aun te duele el cuerpo.
- ¿Quién es Peter? ¿Está aquí?
- el es como familia o algo así, se fue a traer comida,
- ya veo, ¿Qué hora es?
- es el medio día.
- ¿Cómo te llamas?
- me llamo Annie ¿y tú?
- mi nombre es Paige, es muy agradable el conocerte.
- ¡huy! Eres adinerada ¿no?
- ¿Qué, porque lo dices?
- por esa forma refinada de hablar
- ¿refinada? No, no, para nada, disculpa si te ofendí.
- y allí vas otra vez, con tus modales, conozco a todos los millonarios de este continente, ¿quién eres tú?
- nadie, Annie. Solo nadie.
- ¿perdiste tu fortuna?
- perdí algo más importante.
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ESPECIES
Science FictionY si el amor decide jugar conmigo, yo pondré las reglas del juego