Capítulo 4 "pánico"

550 47 0
                                    

Una tarde nada diferente a otras mi madre decidió que era tiempo de hablarme sobre ciertos temas, cuestión que creí absolutamente innecesario, aun así ella comenzó a hablar sobre cosas que en realidad no tenía idea y comenzó su charla con cómo debo tomar mis decisiones, en nunca rendirme a situaciones, en que cada uno de nuestra misma especie son diferentes y cada vez son más fuertes, en mis futuros cambios de humor, que algún determinado momento mi corazón dejaría de latir y seguiría mi vida cotidiana, sobre mi interminable juventud, en lo que llegaría a ser en el futuro, en como siempre debía de ser cautelosa y muy fijada en pequeños detalles todo el tiempo, luego llego hablarme del amor y llego a el tema del sexo, solo al mencionar esa palabra algo se alarmo y comencé a hacer muecas de horror entonces escuche que Eriol dijo

- Emma dale un respiro a tu hija

- sí, pero lo debe saber

- deja que descubra las cosas por si sola y que decida luego lo que quiera hacer

- ¿hacer qué? Dije, por favor no digan sexo... me gritaba internamente

- si es su decisión

- ¿hacer qué? Demande

- descuida las cosas siempre llegan a su debido tiempo querida mía, dijo al fin mi madre

- porque ese momento no puede ser ahora ¿que saben ustedes dos que yo no?

Mi enojo les parecía muy divertido y entre más me irritaba, ellos más se divertían y en ese preciso momento escuchamos naves de vuelo descender, muchos gritos y disparos, mi madre salto hacia mi directamente y en un parpadeo más de 20 hombres de negro todos encapuchados con armas gigantescas entraron ferozmente a mi casa, mi hogar, todos eran de diferentes planetas pero todos de razas, ninguno era mescla por su olor, quede paralizada, uno de ellos tomo a mi madre y estaba a punto de gritar y Eriol salto hacia él y lo mato a todos en menos de un segundo, me quede inmóvil... si, los mato... escuche a mi madre decirle algo a Eriol pero estaba tan asustada que no entendí y a lo lejos escuche mi nombre repetidamente, - , . Y cada vez más cerca escuche

- reacciona , . Dijo Eriol casi a gritos yo no sabía qué hacer entonces sentí su mano en la mía y dijo en una vos sube y tierna – reacciona por favor. Vi sus ojos y solo pude decir – Eriol.

- sí. Dijo aliviado y con una muy pequeña sonrisa y entonces muy serio dijo

- no sueltes mi mano y no veas hacia los lados ¿entendiste? Asentí solo una vez y vi a mi madre salir de un armario con armas de el mismo tamaño y tomando las municiones de los que estaban muertos dentro de mi casa, al salir de mi casa, realmente desee no ver a mi alrededor pero era imposible no notarlo, vi casas quemarse con familias dentro, vi como esos encapuchados de negro mataban todo a su paso, algunos tomaban a las mujeres, niñas y algunos niños para ser brutalmente violados y todo en las calles en donde solía jugar con todos ellos, vi a mis amigos morir, a personas con quien compartí mi infancia estaban muertas, habían posas de sangre en la arena que al correr chispeaban en mi cara, vi cosas horribles, cosas que jamás imagine ver o alguna vez imaginar siquiera, casi no podía correr, sentí la otra mano de Eriol jalar mi cara para obligar a mis ojos ver los suyos y arranco un pedazo de su camisa para tapar mis ojos y me subió a su espalda, Eriol corría extremadamente rápido al igual que mi madre así que repentinamente nos detuvimos y Eriol me bajo de su espalda y quite lo que cubrían mis ojos estaba sentada inmóvil en la grama, ya no había arena, vi a mi madre y sentí algo de tranquilidad, solo le quite la vista a mi madre por un segundo y escuche un frenético ¡NO! Vi a alguien atrás de mi a uno de los encapuchados de negro y entre él y yo a mi madre que de su pecho salía una gigantesca estaca que en la punta tenía una luz azul, vi como su cuerpo caía hacia mi bañándome con su sangre carmesí, sofoque de mí el grito más ahogador lleno de dolor, ella me estaba protegiendo a mí, en ese momento vi a Eriol matar al tipo de negro, al igual que yo él estaba paralizado, Eriol reacciono y me la quito de encima y vi que mi madre tomaba su mano firmemente y sin titubear dijo PROTEGELA, y la mano de mi madre soltó la de Eriol, mi madre, mi amada madre, había muerto.

Estaba a punto de sofocar otro grito de dolor y Eriol tapo mi boca y dijo - Toma mi mano, están cerca.

- no, no, no; es todo lo que lograba decir

- vamos , están cerca. Esta vez me tomo en brazos porque no podía sujetarme de él, no sentía mi cuerpo. Y vi como quedaba el cuerpo de mi amada madre tirada en la grama de un lugar que ni siquiera sabía dónde era.

- ya no hay arena. Repetía muchas veces, Eriol se limitaba a no decirme palabra alguna hasta que sentí que se detuvo nuevamente y vi un enorme árbol gigantesco con muchas ramas.

- creo que ya es lo suficientemente lejos, no quedaremos en este árbol.- Para nuestra suerte la cima del árbol era muy acogedora pero yo tenía un corazón latiente y tenía mucho frio, Eriol lo noto y coloco uno de sus brazos en mi cabeza y con el otro me abrazo.

-mi temperatura no es cálida, pero espero... no le deje terminar la oración yrompí en llanto el solo se limitó a abrazarme y me repetía una y otra vez; yovoy a cuidarte nunca vas a estar sola, te lo prometo. Aunque sus palabras meconfortaban mucho no podía borrar la imagen de mi madre en mi cabeza, llore yllore hasta que mis ojos se secaron y mi corazón sintiera calma.      

ESPECIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora