El tiempo pasó muy rápido, para entonces ya tenía 16 años, mi .cuerpo comenzó a tener curvas, mi busto aumento un poco y mis caderas también, Eriol, se veía más alto, tenía su cabello más dorado que nunca y sus ojos del mismo color tan adictivos, sus músculos mucho más pronunciados, verlo literalmente era perderse en el tiempo era casi imposible ocultar que me gustaba locamente.
Durante ese tiempo conocí a todos los sirvientes de la Señora O 'Dell, la mayoría eran muy serviciales en especial con Eriol, era como si el fuese el amo o señor de la mansión y aunque a veces uno o dos personas de servicio trataron de sacarnos de la pequeña casita que con mi tiempo y dedicación se veía acogedora, Eriol nunca me dio insinuaciones de preocupación, él estaba muy seguro que nadie nos iba a mover de ese lugar hasta que el decidiera que era tiempo de marcharnos.
La pequeña casita era de un cuarto nada más la cual constaba de una chimenea, un baño una mesita con 2 sillas, una cama mediana a una esquina, una ventana y una gran puerta de madera, Eriol siempre estaba conmigo por las noches y durante el día en la gran mansión, por mi parte me volví adicta a leer todo tipo de lectura, ya fuera ciencia, medicina, astronomía, lectura romántica etc., de vez en cuando Eriol pasaba para ver cómo estaba, siempre me llevaba comida, ropa nueva, libros muchos libros y cosas así, por las noches le pedía que durmiera conmigo, no quería estar sola y siempre pensaba en mi madre lo cual me provocaba miedo, Eriol me daba seguridad, me encantaba que me consintiera pero desde hace 2 años me trata como una hermanita menor, eso me preocupaba un poco ya no actuaba como antes, celoso y ansioso por estar conmigo ahora era protector y cuidadoso, pensar en esto me hacía dar grandes suspiros
- ¿Que tienes? Murmuro
- mmm... nada solo pensaba.
- Deja de pensar en eso, termina tu comida y vete a dormir.
- ¿pensar en eso? ¿Como sabes lo que pienso?
- por favor Paige termina tu cena y vete a dormir.
- tú también te ves pensativo ¿en qué piensas?
- en muchas cosas
- dime una
- en que termines tu comida y te vayas a dormir.
- bah que mandón. - me moleste, nunca me decía lo que realmente pensaba. Dejo aun lado el libro que sostenía en sus manos y quede clavada en sus ojos.
- ¿quieres ver que tan mandón puedo ser Paige? - susurro con voz seductora y rayos este chico sabio como alborotar mi ritmo cardiaco, verlo y oírlo de esa manera era quedar como un títere y hacia lo que él quisiera.
- no. – baje la mirada.
- bien, apresúrate.
- si. – volvió a tomar su libro.
Suspire hondo una vez más y termine de comer así que me fui a la cama, Eriol ya estaba junto a mí, el siempre se acostaba conmigo aunque el no durmiera, siempre esperaba a que yo conciliara el sueño
- ¿Que hiciste hoy? Susurre
- duérmete. – siempre era lo mismo.
- nunca hablas conmigo Eriol hasta parece que te molesta que hable y si realmente te molesto entonces...
- me agrada escuchar tu voz. - me interrumpió.- solo quiero que te sientas descansada por las mañanas.
- siempre descanso lo suficiente, y si no leo, duermo, ¿qué más puedo hacer? ¿crees que soy un tipo de ama de casa? Porque te equivocaste de niña amigo - el me miro y me dio una pequeña sonrisa.
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ESPECIES
Fiksi IlmiahY si el amor decide jugar conmigo, yo pondré las reglas del juego