Prólogo

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Diciembre acababa de comenzar, junto con la época de vacaciones ,una gruesa capa de nieve cubría la gravilla. La época perfecta para salir en una cita romántica , visitar la Torre Namsan o jugar videojuegos toda una tarde en una tiendilla que abría las veinticuatro horas en la esquina del barrio Itaewon-dong.

Levanto la mirada hacia la Torre Namsan que gira a lo lejos en lo alto del cielo , luces coloridas la adornan haciéndola ver hermosa. Pero ya no añoraba más esos tiempos, ChanYeol ya no era parte de mi vida . Además se supone que comenzaría de nuevo y olvidaría todo el pasado que alguna vez me lastimó hasta convertirme en lo que soy.

Bajo el mentón para no mirar todos esos rostros difuminados y continuó caminando hasta llegar a casa. Subo rápidamente a la segunda planta y recojo las últimas cosas que ya había empacado.

-Baek cariño ... no te tienes que ir, ya sabes como es tu hermana . No hablaba en serio- escucho la voz de mi madre proveniente del pasillo y sonrió ampliamente antes de girarme.

-Ma, no es por eso. No me importa lo que Nonna diga , es sólo que...-suspiro profundo y alejo mi mirada de su rostro- Es difícil para mi Ma, ni siquiera puedo distinguir el rostro de mi madre . Vivo con mi familia pero no puedo reconocerlos si los encuentro en la calle ... es realmente frustrante.-una lágrima escapa rodando por mi mejilla y la limpio con el dorso de mi mano.

-Oh cariño ...- mamá se acerca y me envuelve en sus cálidos brazos -Sabes que puedes volver cuando quieras bebé, la puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti y tu padre y yo estaremos felices de recibirte de nuevo -ella deposita un beso sobre mi coronilla para luego déjame ir.

-Lo se Ma, además vivo a unas cuadras y vendré a menudo a visitarlos -coloco un beso en su mejilla y bajo las escaleras rápido para salir afuera . Pronto el frío de la noche me abraza haciéndome titiritar.

Bajo el mentón mirando el suelo y comienzo a caminar rápido por las calles de Seúl, a este paso hasta el temible hombre de las nieves podría morir de hipotermia.

De pronto mi hombro choca contra algo realmente fuerte y caigo hacia atrás golpeando mi trasero de lleno con la gravilla mojada . Al instante siento como la nieve moja mi pantalón al punto que podría haberse congelado junto con mi trasero. Miró al frente y todas mis cosa están regadas por toda la gravilla.

-Oh Dios , como lo siento que torpe -una voz grave llamo mi atención. El chico contra el cual había chocado recogía mis cosas frenéticamente y las volvía a colocar dentro de la caja . El era alto y bien trabajado, recorrí mi vista desde sus pies hasta su cabeza , pero me detuve en su rostro cuando mi cabeza me jugó una mala pasada. Por un breve momento creí alucinar ver el rostro de ese chico, poder ver todos sus rasgos faciales y distinguir sus características pero una vez le di un segundo vistazo , era como los demás . Nada , no lo podía distinguir ni un poco . Reaccione a tiempo y me incline para ayudarle a recoger todo.

-No para nada , fue mi culpa por ir distraído ...- miro la chaqueta deportiva que lleva, parece ser de una universidad bastante cara . Lleva el número noventa y cuatro y sobre el número se escribe Oh Sehun en letras grandes. El me entrega la caja y se va de allí con prisa vociferando una última disculpa.

Esa fue la primera vez que me encontré con Oh Sehun. Jamás me imaginaria que lo encontraría tantas veces más, aún sin saberlo.

Serendipia [SB]   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora