Capítulo Uno

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Capítulo Uno.

JORDAN

El sujeto que ha tenido el privilegio de acostarse conmigo hoy se muerde el labio, mirándome de arriba abajo cuando me levanto de su cama, listo para vestirme y largarme.

-¿Te vas tan pronto?- hace una mueca en decepción cuando me ve asentir.

-Creo que es algo bastante obvio.

-Hace tiempo nos conocemos, JB, ¿no crees que es hora de que me cuentes algo de ti?

-Lo único que debes saber de mí, es que ya no me volverás a ver.

...

-¡No puedo creer que estés aquí y no me hayas dicho una palabra!- exclama Michael.

-¡Claro que te lo dije! ¿De qué hablas?

-No cuenta si me lo dices para que venga por ti al aeropuerto, Jordan.

-Ah- me limito a contestar, haciéndolo resoplar.

-Ya dime la verdad, ¿qué es lo que haces aquí?- pregunta, abriendo el auto con el mando a distancia.

-¿Es que acaso uno no puede ir a visitar a su hermano?

-¿A la otra punta del continente? No. Y tú menos.

-Digamos que vine por asuntos de trabajo.

-¡Por favor! ¿En Miami?

-¿Qué tiene que ver? Mi jefe tiene contactos aquí y me pidió que viniera a arreglar unos asuntos. El papeleo y todo eso.

-Nada de lo que dices tiene sentido, mejor que doy cinco minutos para que planees bien tu mentira. Así al menos no te avergüenza tratando de contar patrañas sin sentido.

-¡No es mentira! Te aseguro que es real lo que digo. Si, total y completamente real. Para nada es una mentira que acabo de inventar, ¡por favor! ¿A quién podría ocurrírsele semejante locura?

-Ajá- rueda los ojos y estaciona frente a la estación de bomberos.

-¿Qué hacemos aquí? necesito que me lleves a un sitio.

-¿Ah, sí? Pues fíjate que yo no soy tu chofer, si me hubieses avisado con antelación, puede que hubiera pedido dos días libres. Pero no lo hiciste, así que tendrás que hacer lo mismo que todos los turistas.

-¿Y eso es?

-Pedir indicaciones.

-¡No, Michael! Eso es para estúpidos.

-Pues ten- me lanza un pedazo de papel que saca de la guantera-, se llama mapa y sirve para que los idiotas sepan dónde están parados. Te servirá.

-¿Qué? ¡Esto es peor! ¿Con la existencia de la tecnología moderna quien usa mapas ahora?

-Pues usa el GPS.

-¿Enloqueciste? La cosa puede estar indicándome que vaya al risco más cercano y yo la estaré siguiendo. Además, no soy de seguir a las personas, que decirte de las voces robóticas que dan dolor de culo.

-Te las vas a ingeniar.

-¡Michael! No te atrevas a bajarte de este... ¡hola sexy!- exclamo, chiflando al ver pasar a varios hombres y mujeres en bicicleta.

-Tú nunca cambias- rueda los ojos y se baja del auto.

-¡No!

-Adiós, hermano. Te llamaré cuando necesite que vengas por mí.

-¡Oh! ¿Así serán las cosas? Pues ahora citaré las brillantes palabras que me dijiste hace cinco minutos; te las apañarás.

-Es mi auto, no puedes dejarme aquí- exclama al verme arrancar.

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