IV. SU ALTEZA.

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—“Las aguas eran feroces y turbulentas que hasta podía escucharse como la madera del barco parecía chillar por las impactantes olas del mar así como las corrientes de aire daban silbidos en las habitaciones”— Proseguía la madre tomando un barco de madera y habiendo el ruido del viento y el agua

—“Varias veces (T/N) y Asim habían llegado a pendar que naufragiarian en el denso océano. Pero a lo lejos, las costas de Balbadd les daban esperanza!”—.

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Balbadd
Puerto principal

—“Parece que llegamos bien, gracias a los dioses...Dices que aquí encontraremos a un amigo tuyo?”—

—“Así es, eso espero... Hace años que no se de el, y esta es la única pista que tengo... Ademas buscaremos quien más quiera unirse a nuestra rebelión, seguramente aquí en Balbadd encontraremos a muchos que estén en contra de Reim...No crees?”—

Pregunto la fanalis pero esta noto que su compañera estaba sumida en un pergamino, dio un suspiro pesado y se acerco a ella para leer lo que la distraía de su charla.

—“Sinbad? Quien es? Un poeta u otro loco escritor?”—

—“No! Se lo robe a Ashval, son las historias del primer conquistador de Celdas! Además dicen que es muy apuesto...”—

—“Asim, una de las reglas que aprendí es que no debes dejarte llevar por los hombres... Son como... Como... Las sirenas? Tritones! Te seducen y luego te devoran! Ojos abiertos!”—

— “Si tu lo dices Mi Lady...”—

Ambas chicas dejaron su arco en el puerto para ir al mercado de Balbadd. Habían mucha gente que les era casi imposible de caminar...(T/N) noto entre la gente a un hombre alto con cabello de un color rojo muy llamativo.

«Será posible que el también sea?...»

Penso un poco y se abrió paso entre las personas hasta donde podía ver a ese hombre. Pero el grito de Asim la hizo detenerse al ver que una carreta sin caballos ni control iba a gran velocidad embistiendo a varios en su camino.

La fanalis noto que había un chico en el paso que aun no se percataba de ello y se abalanzó sobre él para quitarlo.

—“Lo siento!”—

Grito (T/N) para salir corriendo tras la carreta y detenerla antes de que causará más accidentes. Gracias a su velocidad logró tomarla por debajo y usar sus pies como frenos, esta se drtuco de golpe pero no tanto por ella sino porque aquel hombre de cabello rojo la había detenido del otro lado con sus manos.

(T/N) se dejó caer de espaldas al ver a ese gigante ante sus ojos, también era un fanalis!.

—“Masrur!”—

Grito su compañero, era el chico que antes (T/N) había salvado. Un joven de estatura promedio con la piel pálida y cabello corto de color blanco. Tenía un Keffiyeh verde que cubre casi toda su cabeza y múltiples pecas al rededor de la nariz. Este se acerco a ayudar a (T/N) a ponerse de pie mientras Asim se acercaba a ella para revisarla.

L O Y A L T Y (SinbadxReader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora