cuatro

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    El rumor se esparció con rapidez y para el final del día todos sabía de la caza en beneficio para la gente más necesitada y del gran baile para los que ayudaran en la causa. Ante esto Marinette no comprendía porque debía hacer un anuncio de todas formas.

—Porque es lo que corresponde, hija mía—su madre manifestó con diversión, Marinette refunfuño.

—¿No podemos simplemente mandar cartas?—Se quejó mientras dejaba que las sirvientes la preparaban, maquillándola y vistiéndola.

—No sería lo mejor, tardaría y llevaría su tiempo repartirlas, es más fácil dar un anuncio—hizo ver y Marinette suspiro.

    Los nervios siempre se llevaron lo mejor de ella.


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     A medida que caminaba el pasillo parecía achicarse, ella intentó calmar su respiración y no mirar a nadie más que su camino. Con lentitud estaban llegando al balcón real y ella sentía más ganas de dar media vuelta y correr.

—Tranquila, Mari, lo harás bien—a su lado Alya animo y ella trago algo de saliva antes de asentir.

    Cuando salió sintió el frió abrazarla, notó que su madre ya estaba allí y dos guardias también. De tan nerviosa que estaba apenas y escuchaba el barullo de la gente reunida, y entonces, lo escuchó, estaban vitoreando su nombre. Ella se acercó más de lo estrictamente necesario al balcón, notando con asombro la vista y los rostros de las personas

—Princesa, le recomendamos que retroceda unos pasos, uno nunca sabe cuando alguien podría lanzarle una flecha—uno de los guardias dijo y ella se rió.

—No seas tan paranoico, Iván—expresó y antes de que dijera algo más lo interrumpió—. ¡Querida gente del Reino del Norte, ¿cómo se encuentran en ésta adorable mañana?!—Exclamó mientras la gente respondía, ella se río, obviamente su padre no comenzaba sus anuncios así, pero Marinette sí, y ella lo haría a su forma—. ¡Los he reunido aquí para comunicarles que en la próxima semana planeo hacer una caza para las personas que menos tienes, las presas serán distribuidas para las familias en pobreza y de bajos recursos!—Exclamó con emoción—. ¡La gente que me ayude en ésta noble causa será inmediatamente puesta en la lista de invitados del próximo baile que se realizará! ¡Los voluntarios podrán inscribirse a partir de mañana en dónde se les otorgará una explicación más detallada!—Explicó y luego se asomó aún más, sus manos apretando la fría piedra—. ¡Los espero con ansias, porqué yo seré una de las participantes y estaré deseosa de compartir un buen momento con mi gente! ¡Muchas gracias por escucharme!

    Cuando se alejó escuchó nuevamente su nombre siendo vitoreado, ella no dejó tiempo a que su madre la regañara. Y prácticamente corrió por los pasillos, siendo mirada con curiosidad por los guardias.

—¡Marinette, ven aquí en éste instante!—Su madre comenzó a exigir y mientras la nombrada reía se alejaba con más fervor.

—¡Primero tendrás que atraparte, madre!

    Ella no supo en que momento su progenitora comenzó a perseguirla por el castillo, pero era una buena mejora, había pasado tanto tiempo desde que se había divertido así.


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    Pero luego de las risas y los recuerdos su madre le regañó severamente. Como siempre recordandole como una princesa debe lucir y que participar en la caza sería peligroso, Marinette objeto diciendo que llevaría guardias pero aún así su madre no estaba del todo convencida.

La princesa Marinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora