||+18|| Sexo = Dinero -AU-Adrinette

1°- "Fingiendo placer"

POV MARINETTE

Suspiré.

Otro día aburrido. Otro día donde las noches voy a ser penetrada una y otra vez, fingiendo placer.

Posiblemente se preguntarán el por qué, ¿no?, bueno, es simple, muchos tipos viejos se acuestan conmigo a cambio de dinero, casi como una prostituta.

Sexo = Dinero

- ¡Marinette!- gritó mi amiga morena, Alya.

- ¿qué?- pregunté algo desorientada.

- estás de nuevo perdida en tus pensamientos- expresó algo molesta.

- lo siento, Alya- me disculpé algo cansada.

- ¿con qué tipo follaras hoy?- preguntó la morena interesada.

- con un viejo millonario- respondí con algo de amargura.

- ¿por qué esa forma de hablar, niña?- cuestionó con el ceño fruncido.

- todos son iguales, creen que son máquinas sexuales pero a duras penas siento que me están metiendo el pene- contesté sin medir el significado y poder de mis palabras, suena vulgar, ¿pero acaso eso me importa? ¡Ella es mi mejor amiga, puedo expresarme como se me de la gana!

Alya solo se rió ante mi respuesta, ¿cuál es la risa si es la verdad?

- ¿no crees qué se te hará tarde si sigues hablando conmigo?- mencionó la de ojos miel divertida. Ella sacó su celular del bolsillo y me mostró la hora.

¡Demonios, solo tengo media hora para arreglarme!

- ¡adiós Alya, mañana te cuento como fue!- grité mientras salía corriendo a tomar un taxi.

Entré en el auto y mientras el señor conducía yo iba maquillandome. Me coloqué labial, polvos, rimel, etc...

En caso de que no sepan, cada vez que tengo un encuentro sexual, le cuento a Alya al día siguiente como fue. Al momento en que le digo como fue, siempre soy muy despectiva y detallista, realmente no me importa ser vulgar a la hora de hablar y describir aquello. La mayoría con los tipos con los que follo son ricos, los otros son porque en alguna discoteca me embriague mucho y despierto desnuda al lado de ellos. Se podría decir que "incómodo", pero realmente creo que no tengo vergüenza.

- llegamos, señorita- mencionó el conductor. Le pagué lo debido y cuando estaba a punto de salir del taxi el señor me volvió a hablar.

- oye, muñeca, cuando quieras te follo- comentó con picardía y guiñándome un ojo.

- lo siento, solo millonarios, imbécil- dije en respuesta a su comentario de mierda.

Él conductor me miró con impresión, ¿le sorprende que una chica de aparente cara tierna hable de esa manera? ¡Já, por favor!

Cerré con brusquedad la puerta del taxi y finalmente me alejé de ese auto. Estaba ante las puertas de un gran edificio. Entré a la recepción y anuncié mi llegada, el apartamento de ese tipo estaba en el último piso. Tomé el ascensor y marqué el número. Solo esperaba pacientemente, tratando de no imaginar como sería este encuentro. Lo más probable es que sea igual que los otros.