4°- "El éxtasis en la sangre"

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<<Marinette, eres tan dulce. Solo haces que me quiera empalagar en tu cuerpo>>

Pensó Adrien con una sonrisa ladeada.

Al día siguiente...

La azabache descansaba placidamente sobre la cama, era realmente suave, además, su cobija estaba tibia, ya que en la habitación del rubio hacía frío una mantita caliente era algo agradable.

El joven hombre se vistió y salió del cuarto. Le pidió a una de sus empleadas un gran desayuno, suponía que cuándo la oji-azul se levantara estaría cansada. No se arrepentía en lo más mínimo de haberle dado fuertemente el día anterior.

💋💋💋

Unos suaves pasos resonaban en las escaleras, por aquellos escalones pasaban uno finos pies descalzos. Los dueños de aquellos pies era una chica joven, de cabello negro azabache largo, grandes ojos azules y unos carnosos labios rosados. Marinette llevaba una ligera tunica, algo reveladora pero no demasiado.

— Adrien— murmuró con tranquilidad.

— buenos días. Pasa a desayunar— saludó contésmente con una pequeña sonrisa. La mesa estaba repleta de comida deliciosa; hotcakes, chocolate caliente, pan, leche, cereal, ensalada de frutas, sándwiches, jugo de naranja, galletas dulces y saladas, y más comida... Un verdadero festín.

Marinette estaba sorprendida, su estómago gruñía con algo de fuerza, el día anterior solo habían tomado una copa de champage, pero antes, tenía que darle un pequeño regaño al rubio.

— Adrien— lo llamó con ternura— ¡maldita sea, me duele todo el cuerpo, hijo de puta. Me diste muy fuerte, grandisímo idiota, me duelen las caderas. Hace muvho no cojeaba al caminar por una follada!— le sermoneó con enfado y haciendo un puchero.

— espero que no te quejes de esa manera con otros, aunque dudo mucho que quieras estár con otros después de cómo te cogí— comentó con una sonrisa ladina.

— ¡Tch!— rechinó sus dientes con molestia. Pero no podía negarlo, su forma de seducir era extravagante, algo así como un fruto prohibido. Exquisito pero venenoso.

Desayunaron con un ambiente muy relajado, a Marinette le dolía el cuerpo y habían notorías marcas en todos este, hasta su vagina estaba un poco irritada de la fuerte penetración anteriormente.

La chica se vistió y arregló, caminó un poco extraña porla calle y compró en una farmacia pastillas para el insoportable dolor.

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POV MARINETTE

Llegué a mi lugar de trabajó y suspiré, duré todo el fin de semana acostada en mi cama, no pude salir a divertirme como siempre. Que decepcionante.

— ¿y? ¿Cómo te fue con el rubiesillo?— preguntó con interés mi mejor amiga, apareciéndo de repente. Solo giré mi mirada y puse los ojos en blanco.

— vamos, dime— insisitió con una mirada suplicante. Suspiré

— esta bien— dije con desgano y evidentemente flojera— fue... ¡ASOMBROSO!— exclamé con un brillo en mis ojos, ¿cómo lo sé? Alya usa gafas, miré mi reflejo a través de ellas.

— ¡¿enserio?!— exclamó y ambas chillamos emocionadas como adolescentes cuando dan su primer beso. Así mucho no me sentía así.

— ¿cómo fue? ¡Dímelo todo!— dijo conmocionada y contenta.

— bueno, primero me llevó a su mansión y me abrió la puerta como todo un caballero, luego en su habitación me invitó una copa de Champage, obviamente acepté, luego me besó con delicadeza, se tomaba el tiempo de acariciarme. Luego vi lo mejor... ¡Su pene era grande y grueso! Después de mucho tiempo tuve un orgasmo, él todavía no se corría hasta después de unos minutos. Fue... Perfecto— dije todo tratando de mostrar detalles.

— ¡Excelente!— gritó animada, me tomó de los hombros y me movió de un lado a otro con un poco de brusquedad pero sin ser basta.

Mi mejor amiga, Alya, me encanta ese nivel de confianza que hsy entre nosotros, es tan agaradable hablar cualquier tema y que podamos entendernos tan bien.

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Esa noche tenía una salida, no me iban a pagar pero lo hacía por diversión. Él tipo con el que estaba trataba de hacerme sentir tan bien como pudiera, lástima que no sabe mis puntos claves.

Cuándo intentó penetrarme no pude tolerarlo, me sentía vacía, no me sentía completa, esto nunca me había pasado, ¡Marinette, reacciona! Siempre he disfrutado del sexo, ¿por qué no puedo ahora?

— espera, lo siento, no puedo esta noche. No me siento muy bien— mencioné, me vestí y salí de aquel lugar sin mirar a nadie. Dejándo a mis espaldas un confundido chico.

Llegué a mi apartamento, no era exactamente pequeño, pero tampoco muy grande. Me adentré a mi habitación y me encerré.

De repente, la imagen de Adrien penetrándome pasó por mi mente, sentí un pequeño cosquilleo en mi zona baja.

— estoy algo excitada, eso es todo— dije tratándo de calmarme a mí misma. Fuí a la cocina y saqué pequeños cubos de hielos en un vaso. Subí de nuevo a la habitación y me desnudé pir completo, trato de siempre mantener mi zona íntima depilada, a la mayoría de los hombres les gusta así (claro, siempre hay ecepciones). Abrí mis piernas mientras me acostaba en mi cama, saqué un hielo y lo pasé por toda mi vagina, clítoris, vulva etc... Todo, normalmente esto me baja la calentura. Pero esta vez... No.

Necesito acabar con este éxtasis rápido. Caminé hasta mi closet y en un cajón escondido saqué mis juguetes sexuales. Básicamente los tengo porque después de tener relaciones con esos abuelos hago esto para bajarme todo el calentón.

Primero usé el vibrador, lo pasé por la vulva y después por el clítoris. Comencé a soltar un poco de jadeos. Busqué entre todos mis juguetes el pene más grande. Lo encontré, este era más pequeño que el de Adrien pero yo ya estaba acostumbra a los miembros pequeños.

Lo puse en el suelo y me acomodé, comencé a cabalgar el juguete plástico, entrando, saliendo, se sentía bien, muy bien.

— a-ah—

Seguí un poco más rápido. Con mis manos masajeé todo mi cuerpo, lo más extraño era que por mi mente solo cruzaba la idea de que eran las manos de aquel oji-verde acariciándome.

— ¡AH!— grité. Estaba inhalando y exhalando con fuerza. Cerré mis piernas y me retiré del juguete, toque mi clítoris con suavidad para después pasar a ser un movimiento mas tosco. Movía mis dedos ritmícamente, era algo realmente excitante, de repente mi cuerpo comenzó a tener pequeños espamos.

— A-Adrien— dije su nombre inconscientemente. Me di una cachetada mental por pensar aquello.

Finalmente, mi entrada estaba goteando, pero valió la pena.

Limpié los juguetes que use y pensé en que me tragué mis propias palabras.

Espero que no se haga realidad eso de que no podré tener sexo con otros hombres aparte de él.

¡Hola! Nuevo cap, espero les haya gustado, le puse esfuerzo. Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. Se despide dilunar. Besito (*3*)

||+18|| Sexo = Dinero -AU-AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora