||+18|| Sexo = Dinero -AU-Adrinette

16°- "Ayúdame"

— ¡LUKA!— grité recién contestó la llamada.

— ¿Marinette? ¿Qué pasa?— preguntó, se le escuchaba algo cansado, pero me da igual ahora.

— ¿podrías venir al motel que está cerca de la avenida? Habitación 247— pregunté mientras una que otra lágrima se deslizaba por mi rostro.

— claro, estaré allí— dijo sin más, supongo que no preguntó nada porque sintió mi tono triste. Mientras esperaba a que llegara admiré la luna llena.

💔💔💔

Ya habían pasado diez minutos hasta que escuché como se giraba el picaporte de la puerta, me levanté de la cama y le quité el seguro, enfrente mío estaba Luka con una sonrisa tranquila, me dí cuenta que traía una pequeña caja de donas de mi donuteria favorita, él no lo sabe pero de igual forma estoy feliz. Lo dejé seguir, él visualizó toda la habitación con los ojos bien abiertos.

— parece que pasó un tornado en esa cama— dijo. Una bestia diría yo.

— jaja, qué no te importe. Siéntate— dije con un tono triste, los dos nos sentamos en la cama, él abrió la caja de donas y me ofreció, escogí la que tenía cobertura de fresas con avellanas, le di un buen mordisco y saboreé su relleno de mermelada de frutos rojos. Es delicioso~

— ¿por qué estás tan... Mal?— preguntó, cabe aclarar que mi cabello estaba vuelto un caos, estaba desnuda y con los ojos llorosos.

— una persona me dijo: "se acabó" — dije sin entrar en detalles. Al menos no aún.

— ¿era una persona cualquiera? ¿Eso te dolió?— preguntó.

— sí, era una cuamquiera. Y sí, me dolió, creo—

— entonces no era una persona cualquiera. Si hubiera sido alguien que no te importa te habría dado igual y ni siquiera sentirías remordimiento— dijo. De repente se me encendió la bombilla, ¿y si Adrien me importaba más de lo qué creía? No, no es posible, es solo un cliente más, ¡no, me niego a esto! Rechiné mis dientes con rabia y mi seño se frunció, me abalancé contra Luka, lo besé y descendí por su cuello y comencé a levantarle la camisa.

— ¡espera, espera!— exclamó, se veían que no quería hacer esto pero a mi me daba igual.

— quédate quieto, sólo disfruta. No te cobraré nada— dije con una voz temblorosa y sonriendo forzadamente. Escuché como suspiró y por un momento vi su expresión más relajada.

— Marinette, sé que no quieres hacer esto. No lo hagas— dijo calmadamente y con una sonrisa de: "tengo razón y lo sabes" tomó mi mentón y me hizó mirarlo a los ojos, él se sorprendió de como mis mejillas estaban empapadas de lágrimas.

— ¡ayúdame, no quiero sentir esto! ¡Siento asco y repulsión!— exclamé llorando más, lo jalé de la camisa y lo sacudí un poco.

— la única que puede cambiar eso eres tú, Marinette— dijo con seriedad— mira lo hora que es, es la última pasada de mi bus, tengo que madrugar para ir a trabajar. Adiós, Marinette. Nos veremos después, tienes cita la próxima semana. Por cierto, quédate con las donas— dijo y se fué corriendo de la habitación.

Observé por la ventana como él corría para alcanzar su bus. Recogí mi ropa, me vestí, tomé mi bolso y en la mano llevaba la caja de donas. Al salir del motel sonreí y murmuré:

— gracias, Luka—

Al día siguiente...

Llegué a trabajar normalmente... "Normalmente" a excepción de todos los murmuros que escuchaba y algunas burlas sobre mí. Tomé el ascensor sin dejar mi aura de "cállense perras, nadie es mejor que yo", ante todo la dignidad, procuren no perderla en la basura. En el ascensor estaba Adrien mirándo una revista de moda y chismes, ¿será que se extendió un chisme de él? Luego miraré por internet, me hicé al lado de él, cuando el ascensor se llene cada uno quedará a una esquina y entonces no pasaré la vergüenza de mirarle a la cara. Y justo como dije, como por arte de magia, el ascensor se llenó de golpe, Adrien quedó enfrente mío ó más bien pegado a mí, no despegaba la mirada de la revista, después de al menos dos o tres minutos se desocupó, me bajé y Adrien también, él se fué por una dirección contraria a la mía. Me senté en mi puesto de trabajo, Alya seguía sin hablarme, de hecho me ignoró olímpicamente. Encendí mi computador y mire los chismes más recientes de Adrien Agreste, maldición, a él sacan un chisme incluso por salir a comprar coca-cola, "¡NOTICIA! ADRIEN AGRESTE PREFIERE COCA-COLA, LA FAMOSA EMPRESA DE BEBIDAS HA AUMENTADO SUS VENTAS EN UN 40%, ES TODA UNA LOCURA" ¿solo por comprar ya hace esto? Es un influencer total. Umh, no encuentro nada acerca de un amorío entre él y yo... ¡¿Qué es esto?! ¡¿"Posible noviazgo o matrimonio entre la sobresaliente empresaria Lila Rossi y el famoso modelo Adrien Agreste"?!

Agh, ¿esto puede ser peor?

POV NORMAL

El rubio caminó hasta la sala de reuniones, inesperadamente se programó una.

— ¡Adrien, siéntate, estamos por empezar!— exclamó uno de los directivos. El oji-verde cerró la revista, la guardó y se sentó.

— empecemos. Todos en la empresa y surcusales ya saben de el lío entre Marinette y Adrien, se extendió como la pólvora y ahora puede llegar a un periódico o revista de chismes "frescos". ¿Qué hacemos?—

— yo digo que quítemos o prohibamos los celulares en horario de trabajo, incluso en el almuerzo—

— eso es una idea muy estúpida, Mac— dijo uno de los tantos directivos.

— primero nos pelearían por prohibirles algo " básico" en sus vidas. Segundo, en sus casas pueden divulgar el chisme— comentó el modelo inexpresivo. El chico solo se encogió y se avergonzó.

— despídamosla— dijo una voz femenina, el rubio ya sabía de quién se trataba y sólo la miró con furia por el rabillo del ojo.

— ¿por qué lo dice, Sr. Rossi?—

— una vez que la despidamos y alguien expanda el chisme podemos respaldarnos en que la despedimos por causarle disturbias a nuestro modelo estrella y dejar en claro que nuestra empresa no juega con ese tipo de cosas—

<< ¡MALDICIÓN! Tiene un muy buen argumento>>

Pensó el oji-verde molesto.

Era una muy buena estrategia. Pero ahora no podía interponerse porque si lo hacía se darían cuenta que ya no defiende el trabajo de la azabache sino a ella.

— no escucho a nadie oponiendose, así que está decidido—

El directivo de la sucursal caminó hasta el puesto de la oji-azul, todos dejaron de trabajar unos minutos para mirar lo que estaba pasando, el rubio miraba la escena unos cuantos metros de distancia apoyado en una pared.

— Marinette Dupain-Cheng, usted está despedida— dijo el directivo totalmente serio.

— ¿qué?—

¡Hola! Nuevo cap, esta vez actualicé más rápido por ustedes. Si les gustó el cap regálenme una estrellita que saben que me ayuda mucho. De despide dilunar. Besito (*3*)