Otra cosa que quedaba, aparte de otras pequeñas minucias, era el cumpleaños de mi abuela. Eso era algo a lo que no quería faltar, quiero mucho a mi abuela. Ella era la única persona de la familia Arango que no me veía como el eslabón roto en la familia por no saber jugar futbol. Mi abuela siempre me había apoyado en todo lo que yo he decidido y sabe que no me gusta el futbol y no le importa pese a que ella también fue campeona en futbol femenil y jugó en las ligas profesionales
-feliz cumpleaños abuela – le felicite dándole el regalo que había comprado para ella
-yo no entiendo porque celebran que ya este un año más vieja, pero fiesta es fiesta
Mi abuelita era única en su tipo, le molestaban muchas cosas de los tiempos modernos pero siempre mostraba su molestia de una manera agradable y hasta graciosa
-abuela, hay algo que quisiera hablar contigo
-si es sobre que tu padre te expulso del equipo ya lo sé y algo me dice que estas a gusto con ello
-sabes que no me gusta el futbol. Verlo es entretenido pero practicarlo era un problema. Ya decepcioné a mi padre mucho por eso. Ya se canso de mis fallos, además ahí tiene a Carl, ¿para qué quiere a otro jugador?
-hijo era más que un hecho que el futbol no era lo tuyo, y tu padre lo sabia pero no quería aceptarlo por la estúpida tradición familiar. Pero bueno, ya no tendrás que jugarlo y no te preocupes si tu padre está molesto contigo, ya se le pasara
-no lo sé abuela, ya pasaron más de dos meses y aun me trata con indiferencia. Me habla mas por obligación que por gusto. Es como si yo no existiera para él
-tu padre es un pendejo con la cabeza más dura que una pinche piedra. Diste tu mayor esfuerzo pero no se pudo, ¿qué le quieres hacer? El futbol no es lo tuyo y él lo tiene que aceptar. Dime hijo ¿alguna vez consideraste practicar otro deporte?
-he considerado otros deportes que llaman mi atención, jugué futbol porque mi padre quiso que practicara eso. Y al darme cuenta de lo mal que jugaba pensé que sería malo en cualquier deporte que practicara
-deberías intentarlo. Los Arango no son futbolistas, son deportistas por naturaleza, simplemente las últimas generaciones decidieron irse por el futbol. Tu tátara, tátara, tátara abuela fue campeona en ciclismo en sus épocas y antes que ella, su padre fue campeón en atletismo. Además de que, no le digas a tu padre, pero yo gane unas medallas en la secundaria por levantamiento de pesas
-¿en serio abuela? ¿Levantamiento de pesas?
-yo era el terror de la escuela ¡el terror! Hasta que me expulsaron del equipo por pasármela diciéndoles groserías a los que perdían contra mí. Después de eso probé suerte en el futbol como los demás. Y ahí tienes a tu primo también, él no puede caminar y mucho menos jugar futbol, pero mira aprendió a nadar y fue a los paralímpicos. Aunque no gano ni el bronce, al menos tiene el lujo de decir que participo en un evento mundial, y eso ni tu hermano. Tú eres un asco en futbol, hasta yo me sorprendí, y no le creí a tu padre cuando me dijo que habías quedado inconsciente por ese balonazo
-eso nunca me va a dejar de seguir
-lo van a grabar en tu lapida hijo. Aunque algo me dice que eso tuvo que ver con lo que paso con ese chico Neil
-¿Qué? Sabes lo del...
-¿de cómo quiso comerse tu lengua? O claro que sí, todos en la familia se enteraron
-no puede ser
-no te preocupes, algo me dice que no fue tan malo y supongo que tiene que ver con lo que querías decirme desde un principio
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Un partido
RomanceUn partido era el que definiría mi vida. Era el que decidiría si comenzaría a convertirme en un triunfador o seria un total fracaso. Era el campeonato, el balón era mio y la portería estaba libre. Solo tenia que meter gol y todo estaría bien. Me ga...