No volví a mi país, no podía hacerlo, no después de lo que había pasado. Si volvía, sería una vergüenza, más de lo que ya soy así que me quede en este país. Me la pase todo el día caminando por las ajetreadas calles de esta ciudad tratando de olvidar todo lo que había pasado para que el dolor que sentía en mi se apagara, pero no podía lograrlo. De tanto caminar, llegue a la entrada de Lunar Hill Fun Land. Al ver ese lugar no pude evitar recordar lo bien que lo había pasado aquí con Neil. Este era el lugar en el que nos enamoramos realmente. Al recordar eso salí corriendo de ahí sintiendo como el dolor en mi pecho se agrandaba y se clavaba más fuerte en mi corazón como una espada que me atravesaba de lado a lado
No llore en ningún momento, no quería hacerlo, me trague todo lo que sentía mientras caminaba sin rumbo por la cuidad, sin prestar atención a nada o a nadie. Cuando anocheció había llegado a un lugar bastante peculiar, un antro, de caballeros para caballeros. Jamás me había llamado la atención entrar a algún bar o antro y menos de este tipo. Ahora lo único que quería era olvidar a Neil así que entre ya que caminar no había servido de nada. Dentro había muchos hombres, música y estrípers. Uno vestido de vaquero estaba bailando en la pasarela principal mientras otros dos vestidos con ropas de cuero lo hacían en las mesas más pequeñas que estaban pegadas a la pared
Lo primero que hice fue sentarme a la barra y pedir una botella de vodka. Hice lo que todo buen hombre hace para olvidar sus penas, ahogarlas en alcohol. Me acabe una botella, luego otra, luego otra mas, después no lo sé, deje de contarlas después de tres. Las botellas eran caras pero no me importaba, tenía dinero, todo el que había ahorrado en mi vida, además de que Carl me había dejado un poco en la maleta antes de irme.
Al estar en ese lugar, ebrio hasta la coronilla, rodeado de tantos hombres y con la música a todo volumen, había logrado lo que quería, había olvidado a Neil. Bueno, a decir verdad, había olvidado hasta de cómo me llamaba. Seguí bebiendo, gastándome el dinero en cuanto estríper veía para que bailara para mí, luego me dieron ganas de ir al baño, fui y orine y al salir del cubículo me tope con un hombre que se lavaba las manos
Valla que era un hombre, bastante alto y musculoso. Tenía una barba de candado que lo hacía ver bastante varonil y se le veía un bultote entre las piernas que pensaba que el cierre de su pantalón se rompería en cualquier momento por tanta presión. Ese sí que era un hombre, un súper machote, estaba seguro que el sexo con él era increíble, mejor que con Neil o cualquier otro hombre y como, lo que quería era olvidar a Neil en todos los sentidos, no me importo lo que hice, me le acerque acorralándolo entra la esquina del lavabo y la pared
-hola papi – le dije en cuanto me vio - ¿no quieres pasar un buen rato con un buen hombre? Porque yo si
Me le pegue a ese delicioso cuerpo y le tome de la entrepierna para sentir ese paquetote en mi mano. No tenía que decir nada más para que él supiera lo que quería y de un momento a otro me encontraba dentro de un cubículo del baño abrazándolo mientras era azotado contra la puerta del mismo
-oh si papi, dale – gemía y gritaba al sentir la masculinidad de ese macho partiéndome por la mitad mientras me seguía empinando la botella de vodka– más duro papi, más duro, no tengas piedad, mas ¡mas!
El sexo con ese hombre era, intenso y doloroso. Pero aun así, no pude evitar pensar en cuando lo hice con Neil, lo cual desencadeno mi orgasmo antes que el de ese hombre. Cuando ese tipo termino, se subió los pantalones, me dio algo de dinero y se marcho sin decir nada. Me quede ahí sentado en el retrete mientras recuperaba la sensibilidad de mis piernas. Lo que había hecho no había sido suficiente, aun seguía pensando en Neil, si quería olvidarlo por completo, necesitaba a mas hombres. En cuanto pude caminar salí del baño, me subí a la barra y comencé a gritar
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Un partido
RomanceUn partido era el que definiría mi vida. Era el que decidiría si comenzaría a convertirme en un triunfador o seria un total fracaso. Era el campeonato, el balón era mio y la portería estaba libre. Solo tenia que meter gol y todo estaría bien. Me ga...