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-Chris – escuche a alguien llamarme mientras era sostenido por mis hombros – Chris, despierta

Desperté de golpe al escuchar a esa persona llamarme. Carajo, no podía ver bien quien estaba junto a mí, me dolían los ojos por la luz y sentía que la cabeza me explotaría. Estaba sufriendo la resaca de mi vida

-¿Neil? – fue lo primero que se me ocurrió preguntar

-no Chris, y creo que lo sabes

Cuando mi vista se aclaro pude ver mejor quien me estaba llamando. Era mi hermano Carl

-no salió como esperabas ¿verdad? – No le respondí y volví a hundir mi cabeza entre mis rodillas – anda, vamos a casa, seguro mamá y papá lo entienden

Carl me llevo de vuelta a casa, no quería hacerlo, estaba seguro que no me aceptarían después de lo que hice, pero ya no había nada más que hacer. El destino había sido muy claro conmigo cuando hiso que esa pistola fuera de juguete y no de verdad. Tenía que seguir vivo, tenía que seguir adelante y tratar de arreglar mi vida. Había cometido una pendejada, la más grande de mi vida. En la vida tomamos muchas decisiones, algunas tendrán buenos resultados. Cuando eso sucede ya la hiciste y los demás no tendrán de otra más que alegrarse por ti. Pero otras decisiones lamentablemente tendrán resultados malos, inclusive terribles. Cuando eso sucede no tienes de otra más que aprender de ello, volver a levantarte y seguir adelante por muy duro que sea. Vine aquí y termine intentando suicidarme. Si hubiese aceptado la propuesta de mi padre, no sé qué hubiera pasado. Por una parte pude haber mejorado, ser un buen jugador e impresionar a mi padre. Aunque también pude seguir igual o haber empeorado y seguir decepcionando a mi padre. De uno u otro modo, el asunto estaba jodido

Fue un verdadero milagro que Carl me haya encontrado. Una de sus "amigas" como si no supiera lo Casanova que es Carl, me vio en el aeropuerto hablando con Neil. Llamo a mi hermano para preguntarle si todo estaba bien después de verme salir de ahí con cara de sufrido. Debido a eso Carl presintió que algo andaba mal así que se puso a investigar a Neil y encontró su perfil en Facebook.

Facebook, como no se me ocurrió tratar de contactar a Neil por ese medio. Bueno, yo no le he vendido mi alma a las redes sociales. No les tengo mucha fe desde que conocí a una persona en una de ellas, una mujer que me mintió, me secuestro y trato de prostituirme con sus amigas. Afortunadamente logre escaparme y no he vuelto a usar redes sociales desde eso. Por culpa de ese pequeño trauma nunca se me ocurrió tratar de contactar a Neil por Facebook o twitter. De haberlo hecho me habría evitado todo esto.

Carl descubrió a través de Facebook que Neil había vuelto con su ex novia, desde hace dos meses. Neil me había esperado solo un mes. Me sentí aun peor después de enterarme de eso, pero enojarme o ponerme triste por eso de nada serviría. Cuando Carl se entero de que Neil tenía novia y que estaba comprometido con ella sabía que yo terminaría mal, así que me vino a buscar. Me estuvo buscando toda la noche y afortunadamente una persona que me había visto en ese callejón le dijo donde estaba

Volver a casa fue difícil. Mi madre fue la primera en recibirme, en cuanto entre a la casa me bombardeo con regaños y reclamos. No le dije nada, no estaba en posición de decir algo, simplemente la abrasé y me puse a llorar pidiéndole perdón

-oh cariño – me dijo abrazándome también – tranquilo, ya estás en casa. No pasa nada

Contar con el apoyo y el amor incondicional de una madre es un privilegio que muchos tienen. Afortunadamente, aun era de esos afortunados. Pero cuando mi padre llego todo fue diferente. Cumplió con su palabra y me corrió de la casa. Lo entendía perfectamente y aunque Carl y mi madre trataron de defenderme, me fui de ahí. Ellos me dijeron que simplemente le diera tiempo y algún día me perdonaría, aunque, dudaba que eso sucediera. En su mirada podía ver claramente lo mucho que me odiaba

Pasaron los días y yo seguí tratando de arreglar mi vida. La familia de Francis me dejo quedarme con ellos, les ayude a terminar su casa y finalmente pudimos vivir ahí. No fui con mis tíos y tampoco volví a practicar el futbol. Ese deporte me hacía pensar en Neil. Nunca pude olvidarlo, lo que paso entre nosotros fue algo maravilloso, algo que siempre recordare, pero ya no seguiría lamentándome por perderlo.

-¡Carl! Llévame con ese hijo de puta que le voy a dar sus pataditas en la cara – gritaba mi abuela al enterarse de lo que me había pasado

-ay abuela – le decía Carl – tu dando patadas ¿a tu edad? Si no puedes ni correr para llegar al baño...

-bueno, tal vez ya no tenga fuerza en las piernas pero, aun tengo mi bastón. Jamás subestimes a una anciana furiosa con un bastón. Y más respeto cabrón que soy tu abuela

-tranquila abuela – le dije tratando de contener mi risa – ya no importa. Neil quiso estar con alguien más y yo lo entiendo. No era nuestro destino estar juntos

Termine aceptando que Neil estaba con alguien más. Lo amaba, y deseaba con mi lastimado corazón que fuera feliz con quien él quisiera. Neil no estaba destinado a estar conmigo, pero lo que paso entre nosotros me ayudo a entender muchas cosas. Fue una dura experiencia que tuve que aprender y gracias a eso me volví fuerte para seguir adelante

Pasaron los meses, seguí con mi vida, y podría decir que estoy bien, dentro de lo que cabe. Como no podía entrar a la universidad y tampoco pensaba seguir practicando futbol, comencé a trabajar. El trabajo fue bueno, ganaba buen dinero y conseguí un departamento para no seguir de arrimado en casa de Francis. Todo estaba saliendo bien, excepto por una cosa, mi padre aun no me perdonaba, ni me hablaba o si quiera volteaba a verme. Jamás respondió mis llamadas o mis mensajes. Rechazo mi invitación a ir a cenar cuando gane mi primer salario, ni siquiera se presento a mi fiesta de cumpleaños.

Quería recuperar el cariño de mi padre pero llegue a pensar que eso era imposible. Pero cuando menos lo esperaba, algo sucedió, algo que definiría un nuevo camino en mi vida

Un partidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora