¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Jounin de cabellos plateados caminaba detrás de sus alumnos en busca de los clientes de la nueva misión. El hombre paso su mano con lentitud por su cara y dejo salir un suspiro cansado, tenía el alma afligida pero nadie se percataba de ello pues el sabia disimular bien.
Kakashi Hatake era conocido como un ninja intrépido y audaz, calmado y sobre todo recto. Todos admiraban al ninja que copia por su agilidad en la batalla y por sus tácticas de estratega y rastreo.
Todo eso era conocido y reconocido por sus compañeros, pero Kakashi... Él se sentía la mayor basura que podía existir... Había cometido un gran error, el peor de toda su vida, y no había opciones como salir huyendo, estaba consiente que su poder era necesario para aportar en la aldea.
Kakashi se recriminaba mucho últimamente, pues ha tenido pensamientos poco moralistas, lo que le ha puesto a cuestionarse si sería bueno seguir trabajando como profesor de Genin.
Aquellos niños le habían traído luz a su vida, cada uno tenía personalidades diferentes, por el cual había recordar a su antiguo equipo. No podía simplemente dejarlos, no podía traicionarlos aún más... Pero el motivo era grave, se sentía asustado simplemente en meditarlo ¿Cuándo paso esto? Se preguntaba todos los días con gran frustración, su mayor error había sido...
Haberse sentido atraído hacia su alumn4.
Había tratado de olvidar ese sentimiento con diferente mujer cada noche, pero no podía.
Ni el mismo podía creer la magnitud de ese sentimiento. Toda su vida trato de seguir el lado correcto, jamás permitió que sus sentimientos se interpusieran en su vida como ninja pero esto era inesperado, teniéndola tan cerca era muy arriesgado.
Durante meses se había sentido así, pero no podía demostrar lo que sentía por ningún motivo.
El solo la podía observar desde la distancia, como lo que era.
Su profesor.
El día apenas estaba empezando, Kakashi podía observar el entusiasmo de sus estudiantes masculinos ambos estaban satisfechos por el resultado de la anterior misión, les había dado más seguridad para poder enfrentar lo que viniera en las próximas misiones, pero había alguien que no se sentía así, los ojos de Kakashi se desviaron a la dirección de la peli rosa, ella desde que habían tenido aquella misión se miraba triste, sus ojos color jade reflejaban inseguridad, sus compañeros y él habían hecho todo el trabajo mientras ella era la protegida, ella debía ser quien protegiera, se sentía fuera del lugar, o eso era lo que ella le había dicho ese mismo día al terminar la misión .
—Hey Sakura-chan, ¿sucede algo? —se animó a preguntar el rubio al ver a su compañera deprimida.
—No pasa nada Naruto.
—Sasuke trata de animarla —el rubio le susurro e hizo que el joven Uchiha le mirara—, ella siempre te hace caso.
Su compañero de cabellos negros la observo con disimulo debatiéndose si decir algo o no, a él le agradaba que la niña de cabellos rosas no se apegara a él como una goma de mascar pero con ella era imposible, en todo momento le pedía una cita, eso le desagradaba mucho, en su cabeza solo tenía una meta y no permitiría que una niña se entrometiera en ello, así que no le dijo nada evitando animarla y que se creara más falsas ilusiones.
