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La madrugada en la aldea de la hoja era algo fresca. Una gran parte de los habitantes dormían, y la parte sobrante se encargaban exclusivamente de cuidar las calles de Konoha.
En los campos de entrenamiento no había nadie, sin embargo cerca de ahí, se podía apreciar sonidos secos. Guy, el pelinegro de cejas gruesas, se encontraba propinando golpes cargados de frustración a un pobre roble. Sus puños sangraban, el pelinegro ni siquiera se inmuto ante ello. No había usado protección, y es que no estaba estrenando; en ese momento estaba liberando todo lo que sentía...
Estaba asustado, frustrado y confundido.
Pues hace algunos momentos, cuando fue a echarle un vistazo al peli plateado había presenciado algo que realmente temía.
Sakura había besado a Kakashi.
Todas las locas teorías que el mismo había creado sobre la chica que Kakashi amaba, se habían hecho realidad, y no era solo eso; también había acertado en la chica, de verdad que no podía estar más asustado. El no quería que Kakashi sufriera, mucho menos aquella dulce niña de cabellos rosas.
¿Qué debía hacer?
— ¡Maldición! ¡Ah, Kakashi Idiota! —propino un par de golpes más dejando aquel roble casi al punto de caerse.
No podía implemente ignorarlo. Kakashi era su mejor amigo, debía hacer algo antes de que este confirme que Sakura le amaba igual y se pusieran en peligro ambos.
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