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¿Cómo resumir la semana pasada sin que lágrimas amargas recorrieran su delicado rostro?
Sakura ni siquiera podía procesar todo lo que había pasado.
"Sakura, gracias por todo"
Su voz, aquella frase, era lo único que su mente le repetía, una y mil veces desde ese día. La última vez que vio a Sasuke.
Sabía perfectamente que esa frase representaba una despedida, y que tal vez pasaría mucho tiempo sin volverlo a ver... Incluso cuando sus compañeros salieron en su búsqueda ese pensamiento prevaleció.
Sasuke no regresaría, no al menos por su propia cuenta.
Le dolía, le dolía demasiado, y es que el azabache a pesar de que ya no le atraía románticamente él seguía siendo parte del equipo 7, era como su hermano, y sabía que no era la única en estar destrozada, pues el chico positivo el que jamás dejaba que la sonrisa de su rostro desvaneciera no importaba que pasara no había querido hablar desde que regreso a la aldea.
Naruto pasó los días en el hospital sin pronunciar alguna palabra, no podía ni mirar a su compañera sin sentir vergüenza de sí mismo, él le había prometido que regresaría junto a Sasuke y aun junto a todos sus compañeros no lo lograron, después de la batalla final donde casi ambos mueren, compartió el pensamiento de la pelirosa; Sasuke no regresaría.
Sin embargo, ¿Cómo sería el Hokage que el aspiraba ser si no podía cumplir sus promesas? El haría lo posible por traer de nuevo al azabache, por eso con una sonrisa y emoción acepto la propuesta que el viejo Jiraiya le ofreció, se iría a un largo entrenamiento, y regresaría para traer de vuelta a su compañero Sasuke.
Por otro lado, Sakura al enterarse del motivo por el cual Naruto se iría no pudo sentirse más culpable sobre lo que estaba pasando, había sido un grandísimo error pedirle a Naruto que trajera a Sasuke de nuevo, no quería que el rubio sintiera que era su responsabilidad traerlo de vuelta, aunque probablemente aunque no se lo hubiese pedido Naruto abría ido atrás de él, aun así el no debía cargar solo con ello, ambos eran parte del grupo, no todo tenía que hacerlo él.
Ella también era parte del equipo, ella iría en busca del azabache y lo traería de nuevo a la aldea, pero para eso debía entrenar. Entrenar y volverse más fuerte. No se permitiría volver a llorar mientras los demás hacían todo el trabajo. Por eso tomo una gran decisión.
Justo ahora se encontraba frente a la puerta de la Quinta Hokage, sus piernas temblaban, pues no sabía cómo reaccionaría, pero no quería irse sin intentarlo, se armo de valor y toco suavemente la puerta hasta que escucho la voz de la Godaime.
—Adelante.
Sakura respiro hondamente y entro, miro con determinación a la rubia que firmaba montañas de documentos y con semblante serio; hablo.
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