Cazadores: Fuego Azul

Prueba uno

Un Caitiff es lo que en la jerga sobre vampiros significa un vampiro sin clan, débil y solitario, pero aun así, peligroso. Más aun cuando no tenemos ninguna pista de cómo encontrarlo. Sólo sabemos que está en el pueblo y que es un hombre. Dentro del sobre también venía una especie de estudio, una victimología. Tres fotos de cadáveres: una mujer con una brutal mordedura en el cuello, con los ojos abiertos como platos y sin brillo. Un hombre mayor, aparentemente ciego con arañazos por todo el cuerpo; y una chica más o menos de nuestra edad. Tampoco ella tiene arañazos como el anciano, simplemente una brutal y mortal mordedura en el cuello.

-Está claro, ¿no?-Dice Lily.

Ya estamos todos juntos en el salón, mirando la fotos.

-¿Qué es lo que está tan claro? -Pregunta Youri, que parece no saber por dónde va el hilo de la situación.

-Es un mujeriego. -Le contesta Cris, que está de brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta, aun sin camiseta y con esos pantalones grises de algodón.

-Clarísimo. -Exagera el demacrado hombre lobo. Tiene ojeras y marcas por todo el cuerpo. No debe encontrarse muy bien después del forcejeo canino de ayer. Echa la cabeza hacia atrás y se agarra el tabique de la nariz con dos dedos. Prosigue Cris.

-Ese hombre era un viejo cegato y luchó. ¿No ves los arañazos? Sin embargo, las mujeres no tienen ni una marca por el cuerpo.

-Debían tener al vampiro muy cerca para que no les diera tiempo a forcejear. -Concluye Lily.

Youri asiente sin ganas. Parece haberlo entendido. Alex tiene los ojos clavados en el portatil. Se le refleja la pantalla blanca en las gafas.

-Mirad.-Todos nos ponemos tras él. En la brillante pantalla al principio, solo distingo muchos colores. Después, veo que debe ser un mapa del pueblo. -He hecho un estudio de las zonas más frías. Supongo que nos ahorrará tiempo. Un caitiff no puede aguantar mucho con calor.

En la balanza de colores, el morado son las zonas frías y el rojo, las cálidas.

-Hay una piscifactoría. -Prosigue- Es el lugar más frío, pero no lo veo claro.

-No va a ser la piscifactoría. -Digo.

-No es que a las mujeres nos ponga a tono el olor a pescado. -Lily dice justo lo que yo había pensado.

-Quizá tengamos que separarnos. -propone Youri. -Tendremos que empezar a buscar pistas después de comer, pero el caitiff no va a aparecer hasta por la noche. Podemos investigar por grupos.

-Youri, tú y yo vamos a la piscifactoría y a las calles frías. Creo que también deberíamos pasarnos por la feria de la plaza. Empieza a explicar Alex, más como una orden que como una sugerencia- Y vosotras, Lume y Lily, vais a la cantina. -Se rasca la nuca, incómodo- Lo más probable es que esté allí, si está despierto. Por eso debéis ir vosotras. -Se encoge de hombros- sois mujeres. Cris, será mejor que tú te quedes cerca de ellas, pero no podéis ir juntos. Si el caitiff está allí, debe veros solas.

-Y más os vale vestiros sexy. -Añade Cris, bromeando.

Lily le da un puñetazo en el hombro con desprecio. Aunque dudo que él lo haya sentido apenas. Siempre está bromeando.

-Y si lo encontramos, ¿qué? -Pregunto.

-Atacas. -Dice Youri serio, mirándome fijamene- madera y fuego.

-¡Madera! -Exclama Cris, chasqueando los dedos. Seguidamente sube corriendo escaleras arriba.

Todos nos quedamos mirando su extraña reacción por unos segundos.

-En fin, -Concluye Lily- vamos a prepararnos.

Después de comer de lo que teníamos en el frigorífico (pollo y limonada, ofrendas de la Hermandad), preparamos las armas y los escondites para ellas. Observo como Lily lleva un vestido de vuelo negro y, en la liga de las medias, se guarda un cuchillo bastante grande. Parece tener soltura en la lucha cuerpo a cuerpo. Después de colocarse otro cuchillo en la otra pierna, se pinta los labios de rojo tan normal, como si de verdad fuese a ligar a una cantina. Está claro que esta chica ha nacido para esto, sin embargo, sigue pareciéndome cualquier cosa menos un ángel. Estoy deseando verla transformarse. Yo también voy de nergro, pero llevo pantalones de cuero y camiseta de tirantes. He hecho poco más que cepillarme el pelo y lo tengo ondulado por la cintura. Me miro al espejo y pienso que cuando era pequeña tenía el pelo de un color más claro. Pero ahora lo tengo mucho más largo.

-Toma.-Me dice cris sobresaltándome por detrás- Son estacas, como en las pelis de vampiros. -me alcanza dos palos de madera aparentemente vieja.- Mételos en el bolso, nunca está de más ir preparado.

Asiento y me fijo más en él cuando se da la vuelta para darle estacas a los demás. Él no podía tener el pelo más claro de pequeño, porque ya es tan rubio que no se le notan las pestañas. Tiene unos hoyuelos en las mejillas, que sólo le salen cuando sonríe, pero siempre está sonriendo, así que son casi permanentes. Y sus ojos son extraños, pequeños y de color azul oscuro, azul inusual, no como los mios.

-¿Vamos? -Me dice lily, bajándome de la nube en la que estaba metida. Se me remueve algo el estómago cuando me doy cuenta de que estoy yendo a cazar a un vampiro, lo voy a hacer de verdad y no es un juego. Salgo de la casa, caminando sobre mi calzado incómodo. Respiro hondo.

27 horas.