En una de las salas de la comisaría se encontraba Shoto junto a Denki e Iida. El trío estaba sentado en una de las mesas presentes mientras una ligera tensión e intriga iba creciendo en el ambiente. Tras un ligero carraspeo de Shoto, se dispuso a explicarles lo que le había traido ahí.
-Bueno, tenedme paciencia. Es un poco delicado de explicar- dijo intentando poner los cimientos para la conversación que iba a tener lugar ahí.
-Vale, lo entendemos, pero necesitamos saber qué ha pasado- contestó paciente Iida.
-A ver, ayer como muchas veces, me peleé con mi padre, una cosa muy rara como ya sabeis- comenzó ironizando un poco lo que ocurrió.
-Sí, seguro. Todo el mundo sabe tu genial relación que tienes con él- dijo esta vez el rubio tirando de Shoto para que siguiera hablando.
-Ya, tal como dices. Pues cuando discutí con él ya no soportaba estar ahí y decidí que no podía quedarme en esa casa.
-Fuga de casa. Esto se pone interesante- comentó Denki interrumpiendo el relato de Shoto.
-Calla Denki. Prosigue Shoto- comentó Iida dando pie a Shoto para que siguiera.
-Entendido. Pues cuando salí de casa estuve vagando por las calles para calmarme. En eso, delante de mis narices apareció un chico, aparentemente de no más de veinte años, que se desmayó delante mío.
-Y no has podido resistir tu deseo hacia él- siguió bromeando Denki riéndose suavemente de su amigo.
-Denki ya basta, es serio- le recriminó el bicolor.
-Vale, vale, me pongo serio.
-Bien, sigo. Como no sabía bien qué hacer le llevé a casa de mi madre y allí me di cuenta que tenía moretones a lo largo de sus brazos.
-Mejor me callo, mejor me callo- murmuró Denki intentando evitar soltar uno de sus típicos comentarios sarcásticos.
Suspirando, ambos, Shoto e Iida, ignoraron lo que habían escuchado y se concentraron en lo que importaba.
-Cuando despertó, poco a poco, me fue revelando cosas. No se veía que confiara mucho en nadie. Solo sé que se llama Deku, al menos es como él dice que se llama. Lo que pasa es que sospecho que le hubieran secuestrado en algún momento y pudiera llegar a salir en la lista de desaparecidos.
-¿Qué te hace pensar que haya sido secuestrado?- preguntó serio Iida.
-Porque él me ha confesado un par de pistas que me hicieron pensar eso. Primero me dijo que un tal Kachan no le dejaba salir de una habitación y no quería que le castigara. ¿Qué opinais vosotros?
-Bueno, sí que parece que pudiera tratarse de un secuestro. Voy a buscar mi ordenador para poder investigar en la lista de desaparecidos por si se pudiera encontrar alguna pista.
Shoto pensó que había acertado al acudir a ese lugar. Almenos tenía una posibilidad de descubrir quien era aquel peliverde y poder ayudarle. Pronto Iida volvió al lugar junto a un portátil y los tres se pusieron a investigar en los archivos. Minunciosamente, escrutaron todo lo que tenían delante. Miraron varios archivos, fotos de los desaparecidos, pero aún no daba con él.
Tras un par de horas de investigación, Shoto dio con algo. Un joven llamado Midoriya Izuku estuvo desapareció una noche y su madre no paró de denunciar e insistir en saber su paradero que, después de unos tres años, sigue siendo desconocida. El motivo por el que Shoto se había detenido a leer ese informe, era porque la foto de aquel joven, en ese entonces de 17 años, era la de él.
Había dado con la identidad del joven que tenía en casa de su madre. Midoriya Izuku. Definitivamente, Deku no era su nombre. Supuso que era el mote que aquel llamado Kachan le había dado. También supuso que Kachan no era un nombre real, así que de él no tenía absolutamente nada.
Tras dar con la identidad del joven, los tres presentes se centraron en investigar sobre él. Averiguaron donde vivía, que su madre seguía viviendo allí y que estudió en la academia UA. De repente desapareció y no se volvió a saber más de él durante 3 años.
Definitivamente, esto pintaba mal, muy mal. Shoto se reafirmó en que hizo lo correcto al ir a comisaría, ya que así había averiguado quien era Izuku.
Cuando acabó de ayudar a los dos policías a recoger todo lo que habían usado, Shoto decidió que era el momento de volver a casa de su madre. Necesitaba relajarse un poco de ese día. Estaba saturado, de información y de estrés.
En el momento en el que llegó, fue directo al sofá y se estiró, dejando al trío que estaba en la mesa algo desconcertado. Fuyumi se levantó de la silla y se fue al sillón para poder saber qué le pasaba.
-Vamos, Shoto, ¿qué ha pasado?
-Que estoy agotado y necesito descansar ya.
-Bueno y ¿has averiguado algo?
-Sí, pero déjame descansar un poco antes, por favor.
-Vale, entendido.
En otro lugar, un rubio llamado Denki llegaba a casa después de todo el ajetreo de ese día. Le alegró ver a Shoto, pero prefería que sus visitas no le añadieran trabajo a su ajetreada agenda o se volvería loco.
Dando un suspiro se adentró en el piso que compartía con su novio llamado Kirishima Eijiro. Necesitaba relajarse al lado de su querido y adorable Eijiro.
-Buenas noches- anunció su llegada cerrando la pueta tras él.
-Oh cariño buenas noches. Bienvenido- le recibió el pelirrojo con un beso en los labios que el rubio gustoso aceptó.
-Estoy agotado- se quejó mientras se acomodaba en el sofá y el pelirrojo junto a él.
Eijiro pasó uno de sus brazos por los hombros de Denki y le acercó a él para que se acomodara.
-¿Qué tal hoy en el trabajo?- preguntó curioso el pelirrojo.
-Pues bastante ajetreado. He tenido que hacer muchas cosas. ¿Sabes? Shoto ha aparecido de repente, como una aparición después de todo este tiempo.
-¿Ah sí? ¿Y qué se cuenta?
-Bueno, es difícil de explicar por así decirlo. Se ve que se encontró con un joven de apenas 20 años desmayado por la calle. Y bueno hemos estado investigando sobre él.
-¿Y qué habéis averiguado?
-Pues poco. Solo su nombre. Midoriya Izuku. Ahora está en casa de Shoto.
Eijirou se quedó un momento helado. No se esperaba que tras despedirse de su amigo Katsuki descubriera tan rápido el paradero de Izuku.
Disculpándose con Denki, se fue a su cuarto cogiendo el móvil. Marcó a su amigo y esperó hasta que lo cogió.
-Katsuki, amigo, te tengo buenas noticias.
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Frágil
Fanfiction¿Qué pasaría si logras escapar de tu pesadilla diaria después de tantos años? ¿Y si alguien te ofrece ayuda cuando crees que no puedes confiar en nadie más? ¿Y si el causante de esa pesadilla en la que vives te sigue porque según él te quiere con lo...